¿Violación de la Constitución o caza de brujas? Como ocurrió con el informe Mueller sobre la relación con Rusia, hay que dilucidar legalmente lo que ha hecho Trump. Para Oliver Sallet, ahora hay pruebas más evidentes.
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Nunca fue tan clara como hasta ahora: Nancy Pelosi acusa al presidente Trump de haber violado la Constitución de los Estados Unidos. Y, esta vez, la presidenta de la Cámara de Representantes está segura, aunque ha advertido durante meses que hacen falta pruebas sólidas para iniciar un proceso de destitución. Lo que viene a continuación es un Mueller 2.0 (Robert Mueller fue el fiscal especial que investigó las sospechas de connivencia entre Moscú y el equipo de Trump durante la campaña de las elecciones presidenciales de 2016). Es decir, una tediosa batalla sobre la interpretación legal de una llamada telefónica con una explosiva carga política.
Gran riesgo para los demócratas
Pero Mueller 2.0 podría suponer también una segunda oportunidad para los demócratas. En esta ocasión, la acusación de abuso de poder no es tan fácil de refutar y de descalificar con la excusa habitual de la "caza de brujas”. El propio Trump ha admitido delante de reporteros haber buscado material incriminatorio contra el hijo de su contrincante, Joe Biden. Y la transcripción de la llamada telefónica es muy clara: Trump pidió a un jefe de gobierno extranjero que investigara contra su oponente político. Eso es abuso de poder.
Pero Trump insiste impertérrito en su visión de las cosas. Dice que no hubo nada malo en su conversación telefónica con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Trump sabe que hasta ahora han rebotado todas las acusaciones que le han hecho los demócratas y el fiscal especial Robert Mueller. Los demócratas creen que eso podría cambiar ahora.
Está claro que para ellos el riesgo es grande. Al igual que ya hiciera tras la publicación del informe de Robert Mueller, Trump trata de descalificar las investigaciones conducentes a su proceso de destitución como un intento desesperado de destronarlo. Y en Twitter da su victoria por segura: un proceso de destitución no haría más asegurar su reelección.
Malos resultados en las encuestas
Pero la transcripción de su llamada telefónica con el presidente ucraniano deja claro que Trump ha ido demasiado lejos en esta ocasión. Y las investigaciones no se concentrarán solo en eso, sino que también tratarán de volver a traer a la luz pública las acusaciones del informe Mueller, concretamente la de obstrucción a la Justicia.
En el momento actual, la mayoría de los estadounidenses se muestra en contra de un proceso de destitución. Pero hay una cosa evidente: las encuestas muestran que Trump pierde en la comparación directa con la mayoría de los candidatos de los demócratas. En el caso de Joe Biden, que lidera la escala de preferencias de los votantes, de manera muy clara.
Gracias a la mayoría republicana en el Senado, los demócratas no tienen opciones de ganar el proceso de destitución de Trump. Al final, su derrota será clara. Pero no tiene por qué serlo del todo: el proceso no hará de Trump un presidente más querido. Sí, se trata de una guerra de desgaste que, a largo plazo, servirá a los demócratas. Porque falta un año para las próximas elecciones y Trump también sufre su propio desgaste. No solo por el informe Mueller y la conversación telefónica con Ucrania. La recesión que se cierne sobre Estados Unidos acertaría en el punto en el que Trump es más frágil y daría relevancia a un antiguo eslogan de campaña de los demócratas: "It's the economy, stupid!”
(ms/ers)
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Desde el Gipper al bunga bunga: los líderes más improbables del mundo
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, no es el primer político proveniente de un mundo poco convencional. En todo el mundo, actores, músicos, atletas y magnates han liderado sus países.
Imagen: AFP/Getty Images/S. Supinsky
Payaso de televisión
En el popular programa de televisión "Servant of the People", Volodimir Zelenski interpretó a un profesor de historia que se convierte en presidente de Ucrania. Luego, Zelenski fue candidato a la Presidencia y ganó en segunda vuelta las elecciones. En un anuncio de campaña, el comediante es conocido en todo el país, se hizo llamar payaso. ¿Le ayudó esto a ganar?
Imagen: AFP/Getty Images/S. Supinsky
El vaquero de la pelicula
¿Lo reconoce? Es Ronald Reagan, presidente de Estados Unidos de 1981 a 1989. En su carrera anterior, "The Gipper" (foto de "Cattle Queen of Montana") fue un actor de Hollywood. Pero el presidente no fue su primer trabajo en la política. De 1967 a 1975 fue gobernador de California. Entre sus famosos partidarios de campaña estaban John Wayne y Walt Disney.
Imagen: picture-alliance/Keystone
El músico bailarín
Michel Martelly se hizo famoso en la década de 1980 en Haití, actuando como el músico "Sweet Micky". Martelly luego se desempeñó como presidente haitiano de 2011 a 2016, donde supervisó la reconstrucción del país después del devastador terremoto de 2010. El huracán Matthew causó una destrucción generalizada en Haití en 2016.
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Un pianista virtuoso
Acompáñenos en un viaje corto en el tiempo: la Primera Guerra Mundial acababa de terminar cuando se le pidió al talentoso pianista y compositor Ignacy Jan Paderewski que se convirtiera en primer ministro y ministro de relaciones exteriores de la Polonia restablecida. Fue en este papel que firmó el Tratado de Versalles. Después de menos de un año en el cargo, Paderewski renunció.
La leyenda del cricket
El actual primer ministro pakistaní fue un jugador de cricket muy exitoso: como capitán del equipo, Imran Khan (al centro) llevó a Pakistán a la victoria en la Copa Mundial de de 1992. Fundó su propio partido en 1996 y fue miembro del parlamento. En las elecciones de 2018, el partido Movimiento de Justicia obtuvo la mayoría de los escaños en la Asamblea Nacional y se convirtió en primer ministro.
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Futbolista de clase mundial
George Weah también fue exitoso en el campo de fútbol. El liberiano jugó en algunos de los clubes más grandes de Europa y en 1995 fue nombrado Jugador Mundial del Año de la FIFA. Es el único africano que ha ganado el premio hasta la fecha. Entró en la política después de retirarse del fútbol, lanzando por primera vez una candidatura fallida para presidente en 2005. Finalmente lo logró en 2017.
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Un magnate plagado de escándalos
Silvio Berlusconi tampoco comenzó como político. Pagó sus estudios trabajando como pianista y cantante en cruceros, luego alcanzó la fama como desarrollador y magnate de medios de comunicación, y más tarde ocupó la primera plana con el escándalo de sus fiestas "bunga bunga". Se convirtió en primer ministro de Italia en 1994, luego estaría cuatro periodos más a cargo del país.
Imagen: Reuters
La estrella de reality
Donald Trump alcanzó el estatus de celebridad en Estados Unidos durante los años 70 y 80 como la cara del negocio de bienes raíces de su familia. En 2003, comenzó a presentar el popular reality show "The Apprentice". En 2015, después de insinuar por mucho tiempo una oferta para la presidencia, lanzó la campaña que, en última instancia, aunque inesperadamente, lo llevó a la Casa Blanca.
Imagen: Reuters/C. Allegri
Esperanza para los jóvenes
El rapero Bobi Wine aún no es presidente, pero es probable que se postule en 2021. Ha ocupado un escaño en el parlamento de Uganda con su nombre real, Robert Kyagulanyi, desde 2017 y ha estado movilizando a la población predominantemente joven contra el presidente Museveni. El ascenso político de Wine ha sido difícil: su conductor fue asesinado y él mismo fue arrestado y presuntamente torturado.