"Imposible revivir el ALCA"
3 de noviembre de 2005
Este viernes comienza en el balneario argentino de Mar del Plata la IV Cumbre de jefes de Estado y de gobierno del Continente Americano. Presidentes, vicepresidentes y ministros de 34 países acudirán a la cita excepto el mandatario de Cuba, Fidel Castro. La Habana dejó de ser miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA) desde 1962.
En el sur profundo del continente, George W. Bush no podrá relajarse y olvidarse de los problemas que deja en Washington. El presidente estadounidense se encuentra en su punto más bajo de popularidad y las revelaciones sobre supuestas cárceles clandestinas operadas por la CIA, no contribuyen a mejorar su imagen como interlocutor de credibilidad. Como decía un diplomático argentino, un Bush debilitado es cosa mala para toda la región.
¿Presencia más activa de EEUU?
"De entrada la Administración Bush se ha caracterizado en los cinco años que lleva, por un cierto olvido de la región", afirma en conversación con DW-WORLD, el catedrático español, Manuel Alcántara Sáez. "Si a esto se le añade el frente doméstico, que está seriamente herido como consecuencia de los distintos problemas a los que se ha tenido que enfrentar y mal ha resuelto, esto le aporta una enorme debilidad", afirma. "Ambas circunstancias son una evidencia de que las cosas pueden irle peor en el terreno internacional".
El objetivo declarado de la cumbre es el acordar estrategias para promover el empleo, pero ni en esto hay consenso. Estados Unidos y México llegan enfrentados por los derechos de los trabajadores ilegales, que defiende México al tener en el vecino país más de 10 millones de trabajadores indocumentados. Washington no ve la necesidad de respetar los derechos laborales de los mexicanos ilegales.
Chávez: ideas claras
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se frota las manos ante toda posibilidad de provocación. Chávez considera muerto el ALCA y no tiene ningún interés en revivirlo. El mandatario venezolano llega con su propia visión latinoamericana y no dejará de pavonearse por haberla puesto en marcha a través de su canal Telesur, una Al Jazeeera latinoamericana que aspira a ser contrapunto a la colonización televisiva estadounidense. "Chávez quiere desarrollar una especie de Area de Libre Comercio del ALBA, la Alianza Bolivariana de las Américas y no podrá imponer postura alguna, pero si generar una situación de bloqueo", afirma Alcántara Sáez.
El investigador señala que las distintas posturas con las que llegan los líderes políticos a la cumbre suponen fuertes tensiones en un momento muy delicado de las relaciones interamericanas. "Chávez tiene las ideas bastante claras sobre que tipo de esquema de relaciones sudamericanas quiere establecer, lo que genera una tensión bastante fuerte que impide lograr acuerdos eficaces en esta cumbre", afirma.
Mercosur, opuesto al ALCA
El Area de Libre Comercio de las Américas, ALCA, la idea lanzada hace 11 años para crear un bloque de integración comercial desde Canadá hasta Argentina, quedó en el olvido tras desacuerdos entre los países del MERCOSUR, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Estados Unidos. Estos desacuerdos subsisten. Argentina y Brasil, los países más renunentes al ALCA demandan una eliminación inmediata de los subsidios agrícolas y a las subvenciones comerciales, tanto en Estados Unidos como en Europa.
Adicionalmente la popularidad del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que podría traducirse en su reelección el próximo año, encierra también desafíos. Brasil quiere convertirse en una potencia nuclear y esta dispuesto a aliarse con otras potencias en desarrollo como la India. Una situación que podría alterar la estabilidad geopolítica latinoamericana. "Yo creo que debería imponerse la sensatez en este tema porque es como jugar con fuego", afirma Alcántara Sáez. "Si bien el tener la facilidad nuclear evidentemente resuelve a corto plazo problemas de nergía y del desarrollo, esto complica enormemente el equilibrio regional de fuerzas en la región", señala.
En resumidas cuentas el revivir el ALCA será imposible, no al nivel latinoamericano, como fue originalmente concebido. "Probablemente sea un ALCA más o menos desarrollado, menos engrandecido, pero nunca tendrá una dimensión continental", vaticina el académico.
El Dr. Manuel Alcántara Sáez es Director del Instituto Interuniversitario de Iberoamérica de la Universidad de Salamanca.