Inédita coalición política en Hamburgo
17 de abril de 2008
La prensa la ha calificado como una unión contra natura. La canciller Angela Merkel dio su visto bueno a un experimento político que podría hacer escuela e inspirar otras alianzas e incluso llegar hasta Berlín. El alcalde de Hamburgo, el cristianodemócrata Ole von Beust, y la líder de Los Verdes, Christa Goetsch, anunciaron de manera oficial una alianza inédita en Alemania.
“Nos hemos entendido de maravilla”, dijo von Beust sobre las negociaciones para formar una coalición con el partido sobre el que hace no mucho se refería como “banda de ex-hippies que andan con sandalias”. La líder de Los Verdes-Lista Alternativa (GAL), como se llaman los verdes en Hamburgo, contrarresta el júbilo y los elogios de los cristianodemócratas con una expresión de seriedad.
Desde el inicio de las negociaciones han sido los Verdes los que han puesto acentos en los contenidos durante las negociaciones y eso pese a que el partido obtuvo tan sólo un 9,6% de los votos en las elecciones del 24 de febrero pasado. Esto no amedrenta a la base cristianodemócrata, formación que obtuvo un 42,6 por ciento de los votos. También demuestra la gran voluntad del partido conservador por pactar una alianza con Los Verdes.
Revolución en el escenario político
Hamburgo se convierte así en una prueba que, de tener éxito, significaría para cristianodemócratas (CDU) ganar un posible nuevo socio de coalición a nivel nacional. Hasta ahora la formación que dirige Angela Merkel ha tenido tradicionalmente a sólo a un aliado: el Partido Demócrata Liberal (FDP). Una “gran coalición” entre los dos grandes partidos alemanes, el Partido Socialdemócrata (SPD) y la Unión Cristianodemócrata (CDU), como la que existe actualmente bajo Merkel, es considerada una excepción.
Los Verdes por su parte, ven también una oportunidad para encontrar a un nuevo socio más allá del Partido Socialdemócrata, (SPD). No obstante, a muchos miembros del partido les ha resultado difícil aceptar como aliado a quien fuera su enemigo político.
Eso quedó en evidencia durante un congreso del partido celebrado en Renania del Norte Westfalia la semana pasada. Cuando la líder verde en Renania, Bärbel Höhn, deseó buena suerte a los planes de coalición de los verdes de Hamburgo, no cosechó aplausos. Al contrario, muchos delegados se expresaron contra una apertura hacia la formación conservadora. “No se puede como partido de izquierda hacer alianzas con conservadores y neoliberales, pues quien está abierto a todo no tiene consistencia”, decía uno de ellos.
La socialdemocracia pierde perfil
Hamburgo, al igual que Renania, han sido tradicionalmente bastiones socialdemócratas al haber una clase trabajadora en el puerto y los aserraderos, así como en las minas de carbón y la industria siderúrgica. Durante décadas gobernó en ambas regiones el Partido Socialdemócrata (SPD) y no había partido que pudiera derrotarlo, fuera conservadora o de izquierda.
Pero cuando los socialdemócratas perdieron votos y ya no pudieron seguir gobernando solos recurrieron a los Verdes, a quienes veían como una rama del mismo árbol: una formación caótica surgida en el movimiento del 68, cuyos militantes volverían algún día a las filas de la socialdemocracia.
La alianza con Los Verdes era necesaria para tener mayoría en el gobierno, pero sus objetivos políticos eran ignorados. Verdes y socialdemócratas se fueron distanciando en contenidos y cuando se mira al socio como a la “oveja verde” de la familia, acaba perdiéndose el respeto profesional.
“Cabezas de hormigón”
“He trabajado diez años con socialdemócratas, con cabezas de hormigón, no sería peor alguien como Ole von Beust”, dijo Bärbel Höhn. Los Verdes, un partido de izquierda de tradición pacifísta, sigue teniendo en sus bases un fuerte movimiento ecologista, que se ha traducido no sólo en supermercados con productos ecológicos, sino en un impuesto ecológico y en una lucha sin tregua contra la energía nuclear y los grandes proyectos industriales.
Pero cuando Los Verdes sacrificaron sus principios y se acercaron demasiado a posturas conservadoras fueron castigados por los electores, que dieron su voto a la socialdemocracia o a La Izquierda, (Die Linke). Según expertos, Los Verdes tienen buenas posibilidades de perfilarse en el sistema político alemán, siempre y cuando dentro de una coalición sean vistos claramente como representantes de votantes de la izquierda.