Con el arribo del buque chino Cosco Shipping Panama a Cocolí, en el Pacífico, quedó inaugurado el tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, ampliado para el tránsito de megabarcos de generación "Post Panamax”.
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En actos en las esclusas de Agua Clara, en el Caribe, y Cocolí, en el Pacífico, el presidente panameño, Juan Carlos Varela, destacó que la vía acuática es una "hazaña" que aumenta el valor del comercio en "la ruta de Panamá", que integra componentes logísticos, marítimos, aéreos y terrestres, para conectar al mundo.
Mientras era guiado por remolcadores, el Cosco Shipping Panama, con capacidad para transportar a bordo unos 9.400 contenedores, fue recibido con fuegos artificiales, música folclórica y el saludo de representantes oficiales de 62 países.
Varela indicó que este istmo aspira a "seguir uniendo al mundo en las próximas décadas". Adujo que el próximo gran reto es aumentar la cuenca de agua del Canal de Panamá, de la que dependen, además, el suministro de agua a las ciudades de Panamá y Colón.
Geopolítica, muertos y tratados
El mandatario dedicó la inauguración del megaproyecto a los mártires de la lucha por la soberanía nacional y a los obreros fallecidos durante los trabajos de ampliación de la vía acuática, que operará como un tercer carril a un costado del antiguo Canal construido en 1914 por Estados Unidos.
Asimismo, hizo un reconocimiento especial al presidente estadounidense James Carter y al desaparecido general panameño Omar Torrijos por haber negociado y firmado en 1977 el Tratado del Canal de Panamá, que aseguró la transferencia ordenada de la vía acuática a manos panameñas en 1999.
No obstante, la inauguración de las esclusas, a la que asistieron millares de personas que portaban banderas panameñas, fue empañada por el choque de un remolcador de la Autoridad del Canal de Panamá, (ACP) contra una lancha cerca del puerto de Balboa, en la vertiente del Pacífico. En el accidente hubo 21 heridos.
Protestas de indígenas contra hidroeléctrica Barro Blanco
Asimismo, hubo protestas efectuadas por grupos indígenas en varias regiones del país, ante la decisión del gobierno de activar la operación de la hidroeléctrica Barro Blanco, en la occidental provincia de Chiriquí, limítrofe con Costa Rica, contigua a la comarca Ngöbe Buglé.
Sin embargo, el administrador de la ACP, Jorge Luis Quijano, subrayó que este país ha desempeñado un "rol vital" respecto a la demanda de un mundo en expansión y evolucionó de los modelos conceptuales y matemáticos para modernizar la vía interoceánica.
Sostuvo que más del 90 por ciento de los constructores del tercer juego de esclusas son panameños. Añadió que la obra de ingeniería da un "valor agregado" a la ruta de tránsito de Panamá, que es la "punta del iceberg" para reconvertir al país en el centro logístico de las Américas. El administrador recordó que cerca de 40.000 personas laboraron en diversas fases de la construcción del Canal de Panamá, donde ocho panameños fallecieron en el desempeño de sus funciones.
Las nuevas esclusas, construidas por el consorcio internacional Grupo Unidos por el Canal (GUPC), utilizan compuertas rodantes y tinas de reutilización de agua dulce tropical para el tránsito de buques, sin el uso de antiguas locomotoras.
JOV (efe, TVN Panamá)
El largo camino a la ampliación del canal de Panamá
Años de trabajos, miles de millones de dólares, enfrentamientos entre las empresas contratistas y la administración del canal mediante, finalmente la ampliación es realidad.
Un costo de 5.250 millones de dólares tuvo la ampliación del canal de Panamá que se inaugura este domingo 26 de junio. El proceso no estuvo exento de dificultades: huelgas de los trabajadores, suspensión de las obras por falta de dinero, demoras de dos años en la entrega de los trabajos y costos por sobre lo presupuestado marcaron las operaciones del consorcio encargado de la infraestructura.
En octubre de 2006, el 77,8% de los panameños aprobó, mediante un referéndum, la propuesta de ampliar el canal. El 3 de septiembre de 2007 comenzaron los trabajos, aunque recién en julio de 2008 se anunció que Grupo Unidos por el Canal (GUPC), conformada por firmas españolas, italianas, belgas y panameñas, realizaría la mayor obra de la ampliación: la construcción del tercer juego de esclusas.
Imagen: picture alliance/AP Photo
Alta ingeniería y problemas mundanos
La ampliación es un trabajo de alta ingeniería, que además enfrenta problemas pedestres. Los trabajos se demoran y los trabajadores realizan una huelga en enero de 2012, exigiendo pagos pendientes, escenario que se repite en abril. Después comenzó una agria polémica entre el grupo constructor y la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), con peticiones de pagos compensatorios y diferencias varias.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Franco
Sala de control onerosa
Entre las mejoras que tendrá esta ampliación y modernización del canal de Panamá se encuentra la torre de control de Cocolí, desde donde se manejarán las nuevas esclusas en el lado Pacífico de la enorme obra. Solo el software que permite manejar los elevadores acuáticos costó unos 30 millones de dólares.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Düttmann
Medidas extremas de seguridad
Las autoridades se han tomado muy en serio el tema de la seguridad. Previendo el riesgo de un atentado terrorista, teniendo en cuenta la enorme atención mediática que tendrá el acto, el Gobierno desplegará unos 11 mil agentes para custodiar a los 20 mil invitados a la ceremonia. Prohibiciones. Nadie podrá ingresar paraguas, alcohol y objetos cortopunzantes. La revisión será exhaustiva.
Imagen: picture-alliance/Efe/A. Bolivar
Tiras y aflojas
La relación entre el GUPC y la ACP no ha sido buena. Los contratistas anunciaron la suspensión de los trabajos en 2013 porque no podrían terminarlos con los costos del contrato. En febrero ambas instancias logran un acuerdo para reanudar las obras, pero hay nuevas huelgas. Recién en agosto se firma un pacto definitivo para terminar todo en diciembre de 2015, casi dos años después de lo previsto.
Imagen: picture-alliance/dpa/Grupo Unidos Por El Canal
Primera prueba exitosa
Antes de la inauguración oficial, y para evitar sorpresas de última hora, se realizó el lunes 20 de junio una prueba con el barco de grúa Oceanus, de propiedad del canal de Panamá. La idea era testear el funcionamiento de las nuevas esclusas de Cocolí, en el océano Pacífico. Una segunda prueba se realizó el miércoles. Y todo funcionó de maravillas.
Imagen: picture-alliance/Efe/A. Bolivar
Numerosos invitados
El administrador de la ACP, Jorge Quijano, confirmó que se enviaron invitaciones a 70 mandatarios de todo el mundo para que asistan a la inauguración del canal ampliado y acompañen al presidente panameño Juan Carlos Varela. Ya han confirmado presencia los jefes de Estado de Colombia, Honduras, El Salvador, República Dominicana, Costa Rica, Paraguay, Jamaica, Taiwán y el primer ministro portugués.