Inauguran exposición del artista suizo-mexicano Von Gunten
19 de mayo de 2018
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La brillantez del color que caracteriza a México se muestra en Bolivia en una exposición de pinturas del artista suizo-mexicano Roger Von Gunten, inaugurada este viernes (18.05.2018) por el canciller del país norteamericano, Luis Videgaray. La colección, que consta de 27 piezas en diferentes técnicas, ofrece "algo profundamente mexicano, que es la brillantez del color", destacó Videgaray al inaugurar la exposición "Una cosmovisión mexicana" en el Museo Nacional de Arte (MNA) en La Paz.
"Si algo distingue a México es esa pasión, ese amor por el color, un color que no solamente es el color visual, es el color del espíritu, de un alma que vibra, que canta, que grita y que le dice con mucho cariño muchas gracias a Bolivia", sostuvo.
El canciller mexicano resaltó que las obras expuestas son patrimonio del Gobierno y el pueblo de su país, mediante una iniciativa que se conoce como "pago en especie", por la cual los artistas plásticos reconocidos pueden pagar sus impuestos con obras. "Esto ha permitido que el pueblo de México se vaya haciendo de una gran colección, que tiene ya más de 5.000 piezas, todas valiosas, y que ese patrimonio del pueblo pueda también viajar y ser conocido en el mundo", explicó.
A su turno, la ministra boliviana de Culturas y Turismo, Wilma Alanoca, resaltó las similitudes entre su país y México y abogó por profundizar los lazos, sobre todo en el ámbito cultural.
Nacido en Suiza en 1933, Von Gunten recibió la nacionalidad mexicana en 1980 y es considerado uno de los principales exponentes del movimiento de La Ruptura (1950-1970), una generación que rompió los cánones establecidos por los muralistas clásicos.
En declaraciones a EFE, el director del MNA, José Bedoya, expresó su satisfacción por la propuesta de las autoridades mexicanas para la exposición, ya que Von Gunten "tiene una visión muy propia de la cultura mexicana". "Esto es un pedacito de México visto con los ojos y la sensibilidad especial de un artista que ha elegido como patria a México", resaltó Bedoya.
La exposición, que permanecerá abierta durante casi un mes, coincide con la Larga Noche de los Museos que se efectuará este sábado en La Paz y otras siete ciudades. Según Bedoya, se calcula que unas 8.000 personas podrán apreciar la exposición este sábado junto a otra muestra instalada en el museo, la de Alfredo La Placa, "una de las figuras más grandes del arte boliviano".
El canciller mexicano cumple hoy una visita oficial en Bolivia, donde sostuvo reuniones con el presidente del país, Evo Morales, y el ministro de Exteriores, Fernando Huanacuni. (EFE)
Marina Abramovic en el Bundeskunsthalle de Bonn
El Bundeskunsthalle extiende la alfombra roja para recibir a Marina Abramović. Del 20 de abril al 12 de agosto de 2018, la estrella de la performance presenta su show “The cleaner” en el principal templo del arte de Bonn
Imagen: Marco Anelli /Marina Abramovic Archives
2018: "Marina Abramović - The Cleaner"
Algunos la recuerdan por haberse tendido desnuda sobre un bloque de hielo. Otros, por rasguñarse la piel y gritar hasta quedarse sin voz. Muy pocos artistas han expuesto sus cuerpos a experiencias tan radicales como la serbia Marina Abramovic. Su retrospectiva “The Cleaner”, en el Bundeskunsthalle, de Bonn (20.04.-12.08.2018), pasa revista a la vida y obra de esta estrella de la performance.
Imagen: picture-alliance/dpa
1973: Dolor
“Yo sentí que mi cuerpo no tenía límites, que el dolor no importaba, que nada importaba. Y esa sensación era embriagadora. En ese momento me percaté de que había encontrado mi medio de expresión”, escribió Marina Abramović en su autobiografía. Esta imagen documenta una de sus primeros performances: armada con diez cuchillos y dos grabadoras, Abramović mostró tempranamente de lo que era capaz...
Abramović creció en Belgrado, en el seno de una familia de partisanos. Por un lado, tuvo el privilegio de una temprana formación artística, Por otro, conoció desde pequeña la soledad y la violencia familiar. La represión que se vivió en Yugoslavia bajo el régimen de Tito es un tema recurrente en su obra. Amante del riesgo, Abramović fue salvada de las llamas por espectadores de su performance.
Las heridas autoinfligidas o causadas por terceros, la desnudez y la pérdida de la consciencia eran la regla, no la excepción, en su obra temprana. Con sus performances radicales, la joven nacida en 1946 se rebelaba contra la estética meramente decorativa de su entorno: “Yo llegué al punto de creer que el arte debía ser apabullante, articular preguntas y orientar hacia el futuro”, dijo una vez.
Tras conocer al alemán Ulay (Frank Uwe Laysiepen), la vida y el trabajo de Abramović tomó otro rumbo: se volvieron inseparables como amantes y artistas. Su primer performance juntos –la colisión de sus cuerpos desnudos, una y otra vez, durante 58 minutos– tuvo lugar en la Bienal de Venecia.
Imagen: Ulay/Marina Abramović/Moderna Museet
1978: Fusión creativa
Abramović y Ulay vivieron y trabajaron juntos durante doce años; cuatro de ellos lo pasaron en un pequeño coche de Citröen, sin mayores ataduras, viajando de un lugar a otro, adonde quiera que los invitaran a presentar sus performances.
La separación de la pareja inspiró un último performance juntos en 1988. El acto de caminar el uno hacia el otro, a lo largo de la Gran Muralla china, fue concebido originalmente como una declaración de amor; el objetivo era casarse cuando se encontraran cara a cara. Pero el amor compartido fue perdiendo fuerza; Abramović y Ulay terminaron separándose tras una caminata de tres meses.
Su separación de Ulay no interrumpió la labor creativa de Marina Abramović. Al contrario: en 1997 fue invitada a presentarse en la sección internacional del pabellón italiano de la Bienal de Venecia. Su performance consistió en limpiar huesos de reses durante siete horas consecutivas a lo largo de cuatro días. Su alusión a las guerras de los Balcanes fue premiada con un León de Oro.
Su interacción con la montaña de huesos en Venecia trajo a la memoria un performance previo titulado “Limpiando el espejo” y conservado en video. En la década de los noventa, Marina Abramović dedicó mucho tiempo a la docencia; sus estudiantes salieron de sus cursos armados con lo que se conoce como el “método Abramović”.
Tras mudarse a Nueva York en 2000, Abramović trabajó intensamente. Poco a poco, el público estadounidense comenzó a digerir su propuesta artística. En “House with an ocean view” (“Casa con vista al océano”), Abramović pasó doce días ininterrumpidos habitando tres pequeñas habitaciones a la vista de quien quisiera contemplarla con el fin de alterar el campo energético entre ella y los espectadores.
En la retrospectiva “La artista está presente”, organizada por el Museo de Arte Moderno de Nueva York, Abramović repitió por primera vez los performances más conocidos de su carrera. Ella misma estuvo en el museo durante tres meses; los visitantes podían encontrarse con ella sin mayor intermediación. La cobertura mediática del evento permitió que nuevas audiencias conocieran su trabajo.