El gasoducto llamado "Flujo Azul", corre a una profundidad de 2.150 metros en el Mar Negro conectando a Turquía con los yacimientos de gas rusos. Se trata del mayor proyecto ruso de exportación de gas que cuenta con una capacidad para transportar 16.000 millones de metros cúbicos de combustible. Fue construido conjuntamente por Rusia (Gasprom), Italia (ENI) y Turquía (Botas), con un costo de 3.200 millones de dólares.

Durante la ceremonia de inauguración en el puerto de Samsun, el primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan, el presidente Ruso Vladimir Putin y el primer ministro italiano Silvio Berlusconi subrayaron su interés por fortalecer la cooperación económica y en el ámbito energético. Erdogan enfatizó el papel de Turquía como corredor de energía con el que hará una importante contribución en la promoción de la paz en la región.

Fortalecen la cooperación

Según palabras del presidente Putin, Rusia aumentará sus suministros de gas a Turquía. El año pasado Moscú vendió a Ankara 3.200 millones de metros cúbicos de gas con lo que fue cubierta un 60 por ciento de la demanda. Rusia también cubrió un 20 por ciento de la demanda de petróleo, convirtiéndose en el segundo socio comercial de Turquía después de Alemania. Hay planes de extender el gasoducto hasta el Mediterráneo con lo que Rusia podría suministrar de combustible a Israel.

Por su parte Italia, que se ha convertido en el tercer socio comercial de Turquía en los últimos años tiene previsto unirse a la red de distribución turca de gas el próximo año gracias a un nuevo gasoducto cuya construcción vía Grecia comenzó en julio pasado. También hay planes para unir la red de gasoductos de Grecia con Italia mediante el tendido de un gasoducto en el fondo del mar Adriático, cuestión que según corresponsales, negociarían todavía Erdogan y Berlusconi en Samsun.

Redes energéticas

Adicionalmente la empresa petrolera italiana ENI muestra un gran interés en la construcción de un oleoducto en Turquía con el que se podría transportar crudo proveniente de Kazajstán vía Rusia hacia el Mediterráneo, un proyecto que por supuesto es de gran interés de Turquía.

Hace unos meses el gobierno alemán y el ruso firmaron un acuerdo para la construcción de un gasoducto que unirá a Rusia y Alemania a través del Mar Báltico. El proyecto también conectará a Europa occidental con las reservas de gas natural rusas, pues después de Alemania el gasoducto irá a Holanda y por último al Reino Unido.