Aunque en Chile siguen ardiendo más de un centenar de incendios forestales, este lunes (30.1.2017) el principal foco de atención de las autoridades era la provincia de Ñuble, ubicada 400 kilómetros al sur de Santiago, donde cientos de personas en la comuna de Portezuelo debieron ser evacuadas debido al avance de las llamas. Mientras tanto, la Justicia local investiga a sospechosos de haber provocado los fuegos y el Gobierno de Michelle Bachelet insiste en que ayudará a los afectados.

En La Moneda, tras reunirse con el fiscal nacional, Jorge Abbott, y el presidente de la Corte Suprema, Hugo Dolmestch, Bachelet anunció que la identificación y persecución de los pirómanos es uno de los objetivos más importantes para el Ejecutivo. "Aplicar todo el rigor de la ley a quienes resulten responsables de estos hechos repudiables es una tarea prioritaria en estos momentos”, precisó la mandataria, indicando que, hasta ahora, las pesquisas habían derivado en la detención preventiva de diez sospechosos.

El Gobierno descarta un ataque terrorista

Otros están siendo sometidos a medidas cautelares de distinta índole. El domingo (29.1.2017), Bachelet había hablado de 43 arrestos ligados a los incendios, cuyo saldo de víctimas mortales es de 11 personas hasta ahora. Sin embargo, la presidenta matizó sus declaraciones recordando que los incendios no naturales pueden ser intencionales o provocados por actitudes imprudentes. Abbott, por su parte, aseguró que hasta ahora no hay razón para afirmar que los incendios constituyen un "ataque terrorista”.

Algunos grupos políticos se apresuraron a describir los fuegos como actos de extremismo político. El estado de excepción constitucional de catástrofe fue levantado en la Región de Valparaíso y las fuerzas militares han sido reasignadas a las regiones afectadas en el sur, informó el Ejecutivo. Consultada sobre las ayudas previstas para las víctimas de los incendios, Bachelet explicó que se podría recurrir al llamado "dos por ciento constitucional” del presupuesto, una partida reservada para tareas de reconstrucción urgentes.

Ayuda gubernamental y apoyo internacional

También hay otras fuentes de financiamiento, como los bonos soberanos, acotó la "mujer fuerte” de Santiago. En todo caso, señaló, "no hay problemas de recursos en este momento. Tenemos los recursos, los vamos a usar y eso es lo más importante”. Según el más reciente informe de la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI), este lunes (30.1.2017) había 124 incendios a nivel nacional: 58 están en fase de combate, 55 bajo control y 11 se consideraban extinguidos, con una superficie afectada de 366.519,7 hectáreas.

Se han contabilizado, además, 3.782 damnificados, 1.108 personas albergadas, 1.012 viviendas destruidas y un total de 11 muertos. Los incendios son combatidos por unos 7.000 bomberos, brigadistas de CONAF, efectivos militares, policías, personal municipal y contingentes de empresas privadas, apoyados por 39 aeronaves, entre aviones y helicópteros. Este 30 de enero se unieron a esa tarea dos aviones Hércules brasileños destinados a la región de Biobío y un Ilyushin-76 ruso con capacidad para más de 42.000 litros de agua.

A los combatientes chilenos se han sumado desde el fin de semana 112 brigadistas argentinos desplegados en la región Metropolitana de Santiago; 65 bomberos franceses enviados a la región de O'Higgins, 51 portugueses y 60 peruanos trabajan en el Maule y en Biobío combaten el fuego 35 brigadistas colombianos y 59 españoles, y 80 venezolanos. En La Araucanía, en tanto, trabajan 58 brigadistas mexicanos, añadieron las autoridades.

ERC ( EFE / AFP )