Incendios en Amazonía brasileña baten récord tras 20 años
2 de julio de 2024
La zona más afectada es el Pantanal, uno de los los mayores humedales del mundo, que tiene casi 13.500 focos, un récord desde que comenzaron los registros en 1999.
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Brasil registró 13.489 focos de incendios en la Amazonía en el primer semestre, la peor cifra en dos décadas y un incremento de 61% con respecto al año pasado, según datos satelitales divulgados el lunes (01.07.2024).
Desde que estos datos comenzaron a ser compilados en 1998 por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE), la mayor selva tropical del mundo sufrió en el primer semestre más incendios solo en 2003 y 2004.
El total de incendios ocurridos en el primer semestre está muy por encima que el mismo período del año pasado (8.344).
Se trata de una mala noticia para el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que debe hacer frente a este incremento de incendios mientras la deforestación continúa disminuyendo en la Amazonía.
Un humedal en llamas
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Según los datos del INPE, del 1 de enero al 21 de junio (última fecha disponible) fueron deforestados 1.525 kilómetros cuadrados, en comparación con 2.649 km2 en el primer semestre de 2023, una reducción del 42%. El año pasado, la deforestación ya se había reducido a la mitad con respecto a 2022.
Lula prometió poner fin a la deforestación ilegal en la Amazonía para 2030, que había aumentado durante el gobierno de su predecesor Jair Bolsonaro (2019-2022).
Según Romulo Batista, portavoz de Greenpeace Brasil, "el cambio climático contribuye" a este aumento de incendios forestales, causados particularmente por una sequía excepcional que afectó a la Amazonía el año pasado.
"Lamentablemente, buena parte de los biomas brasileños se encuentran bajo estrés hídrico por falta de lluvias", explicó a la agencia AFP. "El ambiente se vuelve más seco, y la vegetación más seca favorece más los incendios", dijo.
El experto estimó, sin embargo, que "la mayoría de estos incendios no estallan de forma espontánea o por la caída de rayos", sino por "la acción humana", sobre todo para despeje de tierras con el fin de expandir las actividades agrícolas.
gs (afp, dpa)
Flora y fauna arrasadas en los incendios del Pantanal, en Brasil
Árboles en llamas, animales muertos y habitantes amenazados: en el mayor territorio de humedales de la Tierra, feroces incendios acaban con todo lo vivo. El cambio climático y el fenómeno de El Niño agravan la situación.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Un frente de incendios que devoran todo
Los incendios en el humedal de la región natural brasileña del Pantanal, en Mato Grosso do Sul, devoran todo lo que hallan a su paso. En los últimos diez días, en ese lugar del oeste de Brasil las llamas destruyeron un área equivalente a 59.000 campos de fútbol, según medios.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Fuego devastador
Ya desde enero, un terreno de más de 3.400 kilómetros cuadrados del Pantanal está en llamas, informa la Universidad de Río de Janeiro basándose en imágenes satelitales. Estos incendios son los peores de los últimos 15 años. Solo en 2020 la situación fue aún más grave: casi un tercio de toda el área fue afectada por el fuego.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Un paraíso en peligro
Con 250.000 kilómetros cuadrados, el Pantanal es la zona pantanosa tropical más grande del mundo. Aunque el biotopo de humedales rico en especies fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2000, sufre bajo la deforestación ilegal y el avance de la agricultura industrial. Las autoridades también sospechan que la causa de los incendios actuales es la agricultura de tala y quema.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
El fuego rompe el equilibrio ecológico
En realidad, los incendios no son nada inusual en el Pantanal. Son parte del ciclo de lluvias masivas y estaciones secas, durante el que algunas zonas arden. Sin embargo, este ciclo ha estado desequilibrado durante años. Los incendios han causado preocupación entre los investigadores, porque la temporada de incendios comienza con el período seco en julio.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Escapando de las llamas
A caballo, Cleiton José y otros granjeros ahuyentan a sus vacas de las llamas. Los incendios no sólo amenazan la naturaleza, sino también los medios de vida de las personas que aquí habitan. Devastan la flora y la fauna de la región, lo que no sólo perjudica a cazadores y agricultores, sino que también afecta a los residentes que se ganan la vida con el ecoturismo.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Animales indefensos ante el fuego
Este pequeño mono no tuvo tiempo de escapar de las llamas, y no es la única víctima. El Panatal es conocido por su biodiversidad. Es el hogar, entre otras cosas, de la especie de jaguar más grande del mundo, el tapir, en peligro de extinción, y el oso hormiguero gigante. Todos ellos están amenazados por los feroces incendios. Los devastadores incendios de 2020 mataron a 17 millones de vertebrados.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
"Antes el cielo siempre era azul"
Fátima Brandao está entre sus gallinas, en medio de una nube de humo procedente de los incendios. Brandao, que nació y creció en el Pantanal, dijo a la agencia de noticias Reuters que nunca había visto incendios tan devastadores como este año: "Nunca antes había humo aquí. El sol brillaba claro y el cielo siempre estaba azul".
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
El Niño acelera los fuegos
Según el ambientalista Delcio Rodrigues, las condiciones actuales, influenciadas por el calentamiento global, favorecen los incendios: la región es excepcionalmente seca y los ríos sólo tienen bajos niveles de agua. Según los expertos, la sequía, que existe desde finales de 2023, se verá agravada todavía más este año por el fenómeno meteorológico de El Niño, que trae consigo altas temperaturas.