El psicoterapeuta y experto en comunicación Paul Watzlawick escribió alguna vez: “No nos es posible no comunicar”. Eso es válido también para políticos como el presidente ruso, Vladimir Putin, y la canciller alemana, Angela Merkel. Y sus gestos faciales son muy reveladores...

La jefa del Gobierno alemán no usa mucho el espacio a su alrededor; su postura es compacta y evita el contacto corporal. Hace todo lo contrario de su homólogo estadounidense, Barack Obama. Cuando Merkel sonríe, casi no muestra sus dientes. Ella es la encarnación de la seriedad y conserva la distancia, en nombre del cargo que ocupa.

Peer Steinbrück, el candidato de los socialdemócratas a la jefatura del Gobierno alemán, es tan serio como Merkel. Después de hablar, sus labios permanecen firmemente cerrados, explica el experto en lenguaje corporal Stefan Verra. ¿Un mecanismo de protección? "Cuando una persona cierra sus sentidos, siempre hay una orden del cerebro involucrada: 'yo no quiero recibir información del exterior'".

En cambio, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, busca el contacto visual y físico. Él casi nunca lee sus discursos y con frecuencia abraza a la gente a su alrededor. Sus gestos son muy diversos y su lenguaje corporal contribuye enormemente a que siga siendo popular en muchos países, a pesar de haber roto varias promesas electorales, dice el experto Stefan Verra.

No obstante, el mandatario estadounidense procura mantener un balance entre su sencillez y su elegancia. Su espalda siempre está derecha y la cadencia de su caminar sólo acentúa ese equilibrio que lo caracteriza: cercano y con estilo.

En América Latina, los políticos tienden a mostrarse bastante informales. Algunos tienen un verdadero don para el drama. La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (derecha) pide que la tuteen y se dirige a los ciudadanos llamándolos “amigos”. Su homóloga argentina (izquierda) tiene un talante más teatral...

El líder cubano Fidel Castro no sólo se hizo famoso por sus prolongados discursos, sino también por sus gestos contudentes: por los movimientos de sus brazos, por la altivez de su cabeza. Según el experto Stefan Verra, las sociedades que atraviesan momentos difíciles responden positivamente a políticos con lenguaje corporal impetuoso.

El presidente ruso, Vladimir Putin, organiza sesiones de fotos en las que se deja capturar en poses ultra viriles, con frecuencia sin camisa. El experto Stefan Serra señala que, como Putin es bajo de estatura, el líder busca expresar su poder mediante otros recursos: mostrándose con la frente en alto y exhibiendo gestos entre orgullosos y maliciosos.

Al político italiano Silvio Berlusconi le quedan pocos cabellos verdaderos. De ahí, quizás, que él prefiera expresar su vigor mediante sus gestos, a medio camino entre una elegancia exagerada, impostada, y una informalidad apabullante. La impresión que da de no tomarse demasiado en serio causó gracia durante mucho tiempo. Hasta que estalló la crisis europea...