Indígenas a Santos: “¡No queremos más acuerdos. Cumplálos!”
José Ospina-Valencia
3 de noviembre de 2017
Una serie de asesinatos de líderes comunitarios, indígenas, campesinos y afrocolombianos ha puesto al descubierto que tras el fin de la guerra, la paz solo se logra cumpliendo con las alternativas ofrecidas a cocaleros.
Publicidad
La indígena embera Elvia Azucena Vargas, asesinada este 3 de noviembre, es la última víctima de una serie de crímenes contra líderes comunitarios en Colombia. "Este no fue un crimen como cualquier otro”, dice a DW la líder indígena Silsa Matilde Arias, del pueblo Kakuama, y agrega que "no solo callaron a una voz indígena, sino que eliminaron a una autoridad. Además de haber cometido un feminicidio, un crimen contra una madre con hijos”.
Nadie podía decir hasta este este momento por qué fue asesinada Elvia Azucena Vargas. Pero hay un hilo de sangre que conduce a la fuente de la guerra soterrada contra indígenas y campesinos, surgida tras el fin del conflicto: la coca.
"Pacifista Colombia” cifra en 56 el número de asesinatos de líderes comunales, desde que empezó la implementación del Acuerdo de Paz el 24 de noviembre de 2016. Silsa Matilde Arias, también asesora de comunicaciones de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), recuerda que "son ya cuatro los indígenas asesinados en un mes”.
El ELN, disidencias de FARC y carteles del narcotráfico
Otra pista de esa nueva guerra sucia contra las poblaciones más golpeadas por el conflicto armado la da el crimen contra el líder indígena Aulio Isarama Forastero, asesinado el 24 de octubre por la guerrilla del ELN, que pactó, realmente, un cese el fuego, gracias a las negociaciones de paz con el Gobierno colombiano en Quito.
Ciertos frentes del ELN, así como disidentes de las extintas FARC, quienes junto con el llamado Cartel del Golfo, tienen en sus manos los otros hilos que llevan al origen del problema: el narcotráfico y la resistencia a que las autoridades recuperen sus territorios para el estado de Derecho. Los campesinos cocaleros y los indígenas siguen en medio de los intereses de los narcotraficantes y el Estado colombiano.
"Colombia está comprometida a reducir las 100.000 hectáreas de cultivo de coca para 2018 porque estas plantaciones son una amenaza para el proceso de paz”, dijo este 3 de noviembre ante la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) en Viena, Rafael Pardo, ministro colombiano para el Postconflicto.
La identidad y actividad de las víctimas (líderes indígenas, campesinos y negros), así como las regiones de los crímenes (Chocó, César, Nariño y Catatumbo, áreas de cultivos de coca) revelan, por su parte, la geografía y el motivo de las muertes: los cultivos de coca y su fallida erradicación.
Lo pactado: destrucción voluntaria y pacífica de siembras de coca
"A pesar de que el Gobierno y las FARC se comprometieron en el Acuerdo de Paz a concertar con los campesinos la erradicación de las siembras de coca, a cambio de ofertas alternativas de cultivos para el sustento de los cultivadores, el Gobierno de Juan Manuel Santos está incumpliendo con lo pactado”, agrega Arias, asesora de la Organización Nacional Indígena de Colombia.
Lo acordado en La Habana es que los cultivadores destruyan, voluntariamente, el 50% de sus cultivos, mientras el otro 50 será erradicado, manualmente, por las Fuerzas Armadas y sin el uso de herbicidas como glifosato. "Correcto”, apunta Arias, "pero lo que está sucediendo es que, sin concertación alguna con los cocaleros, o sea sin ofrecer antes alternativas económicas, ni acordar con ellos personalmente la erradicación voluntaria, las fuerzas militares han buscado entrar a destruir los cultivos”. Choques que han terminado con campesinos e indígenas muertos y policías heridos.
Protesta colectiva de los indígenas
La situación es tan grave que desde el 30 de octubre unos 100 mil indígenas se encuentran en una "Minga por la Defensa de la Vida, el Territorio, la Paz y el Cumplimiento de los Acuerdos”. Minga es una voz quechua que significa "unir esfuerzos colectivos para un bien común”, explica Arias. Una protesta no exenta de bloqueos de carreteras y enfrentamientos con la policía.
"Le seguimos apostando a una paz completa, estable y con nosotros. Sin embargo, vemos con tristeza y preocupación que, a pesar del Acuerdo de Paz y el cese al fuego, la violencia no para. A los indígenas, campesinos, afros, y demás líderes populares nos siguen matando y la impunidad crece”, expresan en un documento difundido por la Minga Nacional Indígena.
Para Sisla Arias es claro: "La presión que ejerce la administración de Trump sobre Colombia ha llevado a que el Gobierno quiera presentar resultados de erradicación de cultivos de los coca sin respetar los compromisos con los campesinos colombianos”.
Pero no todo parece perdido: justo este 3 de noviembre la ONU y Colombia acordaron destinar 315 millones de dólares para los programas alternativos que favorecen la erradicación de cultivos de coca. Arias concluye: "Colombia tiene que contar con sus 106 pueblos indígenas. Nosotros no somos narcotraficantes, somos los guardianes naturales de los bosques”.
José Ospina-Valencia (er)
Colombia: líderes sociales asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz (06.2017)
Estos son los algunos de los 34 líderes asesinados desde la firma del Acuerdo de Paz en Colombia. Una compilación de la plataforma Pacifista.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Bernando Cuero Bravo, líder de afrodescendientes desplazados de sus tierras
La Asociación Nacional de Afrodescendientes Desplazados (Afrodes) había denunciado ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que la vida de tres de sus dirigentes, entre ellos Bernardo Cuero, estaba en grave peligro. Este 7 de junio en la noche, como estaba trágicamente anunciado, Cuero fue asesinado a tiros en su casa cuando dos personas tocaron a su puerta.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Alvaro Arturo Tenorio Cabezas: líder social, político y defensor de derechos humanos
Este líder fue muerto a balazos el 18 de mayo de 2017. Desconocidos se acercaron y le dijeron que “lo necesitaban para una reunión”. Las autoridades no se han referido al caso, a pesar de las denuncias. Según el portal Pacifista.co, es el primer asesinato de un líder social en Nariño desde que inició la implementación de los Acuerdos de Paz.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Mario Andrés Calle Correa: presidente de una asociación de campesinos
En el Valle del Cauca, encapuchados dispararon tres veces a este líder, presidente de una asociación de campesinos del departamento.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Rubiela Sánchez Vanegas: líder comunitaria
Habitantes del municipio donde fue asesinada Rubiela afirman que era una mujer campesina, luchadora, sola, y que le había tocado "batallar" para salir adelante. El alcalde denunció el hecho y las autoridades han tardado en pronunciarse.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Gerson Acosta: gobernador indígena
Según las primeras informaciones, Acosta fue asesinado por un sicario que le disparó en repetidas ocasiones. A pesar de la ayuda de la comunidad, llegó sin signos vitales al hospital. Este líder tenía escoltas oficiales.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Eliver Buitrago: presidente de Junta de Acción Comunal
El domingo 2 de abril de 2017, fue asesinado en el Meta este presidente de Junta de Acción Comunal. Desconocidos le dispararon en circunstancias aún por esclarecer. Campesinos del lugar decidieron bloquear la carretera para protestar por el homicidio del líder social.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Wilfredy Gómez Noreña: trabajador comunal
Este bogotano era desde hace tiempo el representante de una asociación comunal de Usme, al sur de la capital del país. Hacía parte de la mesa de Derechos Humanos de la ciudad y ya había recibido amenazas mediante panfletos por parte de un grupo criminal conocido como "Los Rastrojos". No contaba con medida alguna de protección.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Faiver Cerón Gómez: líder comunal
Faiver fue alcanzado por dos hombres en moto cuando regresaba de una reunión con autoridades locales y miembros de la Gobernación del departamento del Cauca. A diez minutos de la cabecera municipal, lo detuvieron y le dispararon en varias ocasiones.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Alicia López Guisao: líder agraria
En pleno centro de Medellín, hombres armados se metieron en el taxi de Alicia López Guisao y la asesinaron. Alicia pertenecía a agrupaciones agrarias y a la organización Congreso de los Pueblos, que en su cuenta en Twitter lamentó la muerte de la dirigente.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Yoryanis Isabel Bernal: defensora de derechos de las mujeres
Yoryanis se desempañaba como defensora de los derechos de las mujeres de su comunidad. Se la recuerda como alguien que se caracterizaba por buscar constantemente soluciones a las necesidades de los suyos. Asimismo, apoyaba una delegación indígena asentada en Riohacha.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
José Yimer Cartagena: líder social
La policía confirmó el 11 de enero la muerte de este líder del movimiento político Marcha Patriótica en Antioquia. Presuntos miembros de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia lo acusaron a él y a su hijo de ser colaboradores de las FARC, y los asesinaron.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Emilsen Manyoma: líder pacifista
Desde 2005, Emilsen era activista política y líder social. Denunció duramente tanto la presencia paramilitar como el tráfico de drogas en Buenaventura. Ella y su esposo se convirtieron en las dos primeras víctimas de violencia armada en esa ciudad en 2017.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Aldemar Parra García: defensor del medio ambiente
Varios líderes han sido amenazados por su labor en la defensa de derechos en el departamento del Cesar, donde hay territorios en los que existe un proceso de reubicación debido a la contaminación del medio ambiente generada por la explotación carbonífera. La Policía informó que tres de los familiares de Parra García integran un comité de concertación con las empresas carboníferas de la zona.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Anuar Álvarez: líder campesino
Álvarez era socio de la Asociación Campesina de Trabajadores de Argelia (Departamento del Cauca). Además, coordinaba procesos de asociación campesina y trabajaba con el comité cocalero de la zona.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Guillermo Veldaño: sindicalista y líder comunal
Presidente de una junta de acción comunal e integrante de un Sindicato de Trabajadores Campesinos, su muerte se produjo en una zona del país donde los habitantes protestan frecuentemente por la explotación petrolera. Allí aseguran que Veldaño era un importante defensor del agua y del medio ambiente.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Nataly Salas: estudiante y activista
Esta joven activista fue violada y asesinada según un informe de las autoridades. Más de 40 días después de la muerte no se había encontrado al responsable, por lo cual su padre pidió a la Fiscalía que acelerara la investigación.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Samir López Visbal: político y defensor de derechos LGTBI
López Visbal estaba gestionando la creación de una oficina para la atención de personas del colectivo LGTBI. Además, se dijo que habría podido ser asesinado por razones políticas ya que se oponía a políticos de su ciudad. Aún no han concluido las investigaciones.
Imagen: Pacifista Vice Colombia
Vicente Borrego Mejía: ganadero, comerciante y expolítico
Borrego Mejía fue concejal a comienzos de los años 90. Según medios locales, en la actualidad estaba dedicado al apoyo de amigos con aspiraciones políticas y también a la administración de sus fincas y bienes. Santiago Ospina García / José Ospina-Valencia, con material de Pacifista (DZC)