Indígenas de Perú celebran renuncia de GeoPark a sus tierras
18 de julio de 2020
El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís calificó de "victoria indígena" la retirada de la empresa GeoPark.
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Los indígenas wampís y achuar del norte de la Amazonía peruana celebraron este viernes (17.07.2020) el anuncio de la compañía GeoPark -con base en Chile- de renunciar a la explotación del yacimiento petrolífero Lote 64 tras una férrea oposición de los pueblos nativos a la actividad extractiva en sus tierras.
El Gobierno Territorial Autónomo de la Nación Wampís calificó de "victoria indígena" la retirada de la empresa y consideró que tanto su población como la achuar "han sentado públicamente sus compromisos por la conservación de los territorios de vida y el respeto a la dignidad humana".
La "decisión irrevocable" de GeoPark a retirarse el Lote 64 se debe a "razones de fuerza mayor" que están contempladas en el contrato de concesión que en 2016 firmó con la petrolera estatal de Petroperú para asumir la participación del 75 por ciento de este yacimiento, según informó en su último reporte de operaciones. Petroperú confirmó la salida de GeoPark el mismo jueves en un comunicado y detalló que "la razón de fuerza mayor” se debe a que no se ha aprobado aún ningún Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para operar en la zona.
En junio de 2019, GeoPark desistió ante las presiones de las organizaciones indígenas de seguir adelante con la propuesta del EIA, que era evaluada por las autoridades nacionales de Perú. Dicho estudio había sido observado en marzo por el Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (SENACE) por no precisar los pasivos ambientales ni la delimitación de las áreas de influencia directa e indirecta del proyecto, así como la situación cultural actual de las comunidades nativas de la zona.
La renuncia de GeoPark llega pocos días después de que la población wampís denunciase a la empresa penalmente por considerar que puso en riesgo a varias comunidades al movilizar dentro de sus territorios -y sin su permiso- a trabajadores durante el periodo de confinamiento nacional decretado por el COVID-19. Ahora, Petroperú se ha quedado sola en el Lote 64, por lo que advirtió que en los próximos días anunciará sus nuevos planes, cuyas opciones son buscar un nuevo socio que se encargue de la explotación, asumirla ella íntegramente o bien desistir por el momento de este yacimiento.
"No importa cuánto tiempo insistan para entrar a nuestro territorio. Nunca vamos a permitir el ingreso a empresas petroleras. Ya tenemos experiencias previas (en otras zonas de la Amazonía) donde ríos y animales han sido contaminados", dijo Nelton Yankur, presidente de la Federación de la Nacionalidad Achuar del Perú (FENAP).
El Lote 64 se encuentra en la frontera de Perú con Ecuador y abarca una extensión de unas 770.000 hectáreas sobre las que discurren un conjunto de ríos afluentes con el Ucayali, que a su vez forma el río Amazonas, el más largo y caudaloso del mundo.
ama (efe, Reuters)
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Defensa del territorio
El fotoperiodista mexicano Heriberto Paredes Coronel lleva diez años documentando la resistencia de la comunidad indígena nahua de Santa María Ostula, que libra una lucha constante por la defensa de sus territorios.
Imagen: DW/E. Usi
¿Por qué vivimos en el paraíso?
El fotoperiodista mexicano Heriberto Paredes retrató a la comunidad nahua de Santa María Ostula, en Michoacán. Se encuentra en la zona costera del Pacífico mexicano, y es posiblemente una de las regiones más ricas en recursos naturales de la entidad. La comunidad lleva décadas en pie de lucha por la defensa de sus territorios, de unas 1.250 hectáreas,
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Defensa del territorio
Apolinar Santos sostiene la fotografía de su hijo asesinado, Teódulo Santos, uno de los mayores impulsores de la lucha por la recuperación de tierras. El maestro de primaria fue secuestrado y asesinado en 2012. Fue una época de terror y muerte para la comunidad, muchos de sus pobladores decidieron huir, pero se reorganizaron y volvieron en 2014.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Violencia en México
México es considerado uno de los países más violentos del mundo y símbolo de ello es esta cacha de pistola, en donde se ve el emblema nacional, él águila y la serpiente. Los pobladores de Santa María Ostula han vivido años de violencia acosados por fuertes intereses que buscan despojarlos de sus tierras, entre ellos, proyectos extractivos, crimen organizado y políticos corruptos.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Guardia comunal
Santa María Ostula conformó su guardia comunal en 2009, sustentándose en el acuerdo 169 de la OIT, que otorga a las comunidades indígenas el derecho a establecer sus propios mecanismos de seguridad. La guardia comunal fue fracturada por el poderoso cártel de los Caballeros Templarios, pero se reorganizó con la ayuda de grupos de autodefensa de comunidades vecinas y recuperó el control en 2014.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Unidos somos más fuertes
En 2015, un gran movimiento de autodefensas, policías y guardias comunales logró en meses lo que nunca había podido la policía municipal en décadas: erradicar la violencia y dotar a la población de una certidumbre de seguridad. Para los pobladores la defensa del territorio supone preservar su identidad y su medio de subsistencia, que es la agricultura.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Bloqueo de vías
Una de las estrategias de la comunidad para defender su territorio es el bloqueo de la carretera federal 200 que serpentea por la costa del Pacífico mexicano y cruza la comunidad. Se trata del paso de millones de camiones de carga entre el puerto de Manzanillo, Colima, y el más importante del país, el puerto de Lázaro Cárdenas, en Michoacán.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Las mujeres de Ostula
A principios de 2015 hubo un proceso de reparto agrario, un largo anhelo de la comunidad tras la lucha por la recuperación de la tierra. Las mujeres lideraron el proceso que culminó con la asignación de tierras a 52 familias. Cada una recibió 2 hectáreas. Las primeras 25 representantes fueron mujeres que prometieron cultivar la tierra y no enajenarla, rentarla o venderla.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Socorro, siempre con una sonrisa
Socorro es ejemplo de las mujeres que han permanecido firmes en la lucha. Ha asumido importantes cargos en la organización de la comunidad. "El día que le tomé esta fotografía me dijo: 'Compañero, cómo ve, a ver si nos ayuda a traer materiales para empezar a discutir la autonomía en la comunidad, para que no se pierda la idea'", recuerda el fotógrafo Heriberto Paredes.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Yolanda, hermana de Teódulo
Yolanda y su familia resistieron el asesinato de su hermano Teódulo y las amenazas de los Caballeros Templarios. Les arrebataron las cabañas turísticas y un restaurante que era su fuente de ingresos. Pero ella sigue en la comunidad. Se levanta temprano y ahora atiende un restaurante recuperado. Cuando es temporada, pesca gardumos, pequeños peces que salen del mar en la boca del río Ostula.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Fiesta de quince años
Sara es hija de Teódulo, el maestro que enarboló la lucha por la recuperación del territorio y fue asesinado por los Caballeros Templarios. En esta imagen, cuando cumplió quince años, sus amigas le ayudaron en la celebración de la fiesta. Ahora Sara ya tiene 18 y quiere estudiar, pero no quiere irse de su comunidad.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Cosmovisión
La asignación de cargos religiosos al interior de la comunidad es una tradición que se guarda con celo. Las celebraciones religiosas son una mezcla de tradiciones de más de 500 años de antigüedad y conforman cantos y bailes en los que participan distintas comunidades de la región.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
El xayacate, el guerrero
El xayacate es el guerrero que lucha por que la comunidad se mantenga unida y fuerte para enfrentar cualquier desafío. La comunidad que habita el amplio territorio de Ostula ha ido construyendo una cosmogonía que difiere de la visión entre bien y mal de Occidente. Los xayacates, o indios rebeldes no aceptan la dicotomía entre lo bueno y lo malo y luchan contra esa simplista visión.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Papel de los xayacates
Los xayacates juegan un papel importante en el concepto de Justicia de la comunidad que no está basado únicamente en el bien y el mal. Esto hace posible una reconciliación en la comunidad entre aquellos que fueron víctimas de los Caballeros Templarios y aquellos que colaboraron con el sanguinario cártel. En la imagen, niños vestidos de xayacates, lanzando limones.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Sueño del paraíso
El fotógrafo alude con esta imagen a un sueño que tuvo Yolanda, una pobladora de Santa María Ostula. "Bajé siguiendo el río Ostula, cientos de palmeras me precedieron y antes de llegar al mar en donde el agua dulce se confundía con la salada, vi pelícanos y garzas que cruzaban el aire". Heriberto Paredes invitó a visitar la región que ahora goza de paz y tranquilidad.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Tierra fértil
Luis es un joven campesino que tiene la inquietud de estudiar. Los jóvenes son necesarios en la comunidad, cuya economía está basada en la agricultura. Produce toneladas de papaya, tamarindo, jamaica, ajonjolí, melón, tomates, maíz, cocos. Incluso en los años de violencia, las familias siguieron cultivando sus parcelas. Se sienten bendecidos por tener el río Ostula y tierras fértiles.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
El legado de Zapata
El México indígena ha vivido los últimos 100 años con el legado de Emiliano Zapata: "Es mejor morir de pie que vivir de rodillas". La comunidad de Ostula vive en un territorio inmenso con sierra y costa, y lo ha defendido exitosamente de poderosas organizaciones criminales, de intereses políticos, y sin abandonar sus propias tradiciones. Un ejemplo a seguir para otras comunidades indígenas.
Imagen: Heriberto Paredes Coronel
Ostula es un lugar muy tranquilo
El fotoperiodista Heriberto Paredes afirma que pese a todo lo que se dice de Michoacán, Ostula es un lugar muy tranquilo gracias al control de la comunidad sobre su territorio. En la comunidad nahua se habla náhuatl, una de las lenguas indígenas más habladas en México. En Santa María Ostula las escuelas son bilingues, lo que está ayudando a que se recupere la lengua.