Indígenas exigen a Lula celeridad en demarcación de tierras
26 de abril de 2024
Varios miles de manifestantes marcharon al ritmo de tambores en Brasilia para protestar contra la desprotección de sus tierras ancestrales.
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Miles de indígenas marcharon este jueves (25.04.2024) por Brasilia hacia la sede del Gobierno, donde el presidente Luiz Inácio Lula da Silva recibió a una delegación que le reclamó una mayor celeridad en la regularización de las tierras que ocupan desde hace siglos en Brasil.
Esas y otras reivindicaciones fueron volcadas en un documento entregado por unos cuarenta líderes de los pueblos originarios, que fueron recibidos por Lula y la ministra de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, junto a otros miembros del gabinete en el Palacio presidencial de Planalto.
"Tengo el deber moral y el compromiso de por vida de hacer todo lo posible, e incluso lo imposible, para minimizar el sufrimiento de los pueblos indígenas y garantizar sus derechos", afirmó Lula en sus redes sociales tras el encuentro.
El texto también le pide al Gobierno "un mayor empeño político" frente a la mayoría conservadora del Parlamento, a la que acusa de promover una "agenda" contraria a los indígenas y a la protección de la Amazonía y otros biomas habitados por los pueblos originarios.
La Articulación de los Pueblos Indígenas (Apib) calculó que en la marcha, que transcurrió pacíficamente, participaron cerca de 9.000 indígenas que salieron del Campamento Tierra Libre, a unos dos kilómetros del palacio presidencial y que reúne esta semana a representantes de unas doscientas etnias.
Mientras duró la reunión con Lula, los manifestantes permanecieron a las puertas de la sede del Gobierno en medio de rituales indígenas y en un clima de fiesta pero también combativo, en defensa de sus territorios.
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Demarcaciones retomadas, pero no del todo
Según datos oficiales, los indígenas ocupan cerca del 14 % del territorio nacional, representado por unas 600 áreas ya delimitadas, a las que se pueden sumar otras 120 que aún son analizadas.
La demarcación de tierras indígenas, una obligación del Estado según la Constitución, estuvo suspendida entre 2019 y 2022, durante la gestión del entonces presidente ultraderechista Jair Bolsonaro, y fue retomada el año pasado por el Gobierno de Lula.
Sin embargo, de los catorce territorios listos para demarcación, el Gobierno hasta ahora ha regularizado diez y los otros cuatro están pendientes de una negociación, pues actualmente están ocupados por hacendados que, en el pasado, expulsaron a los indígenas.
Lula señaló en su mensaje en X que no fue "fácil reconstruir la política indígena" tras el mandato de Bolsonaro, aunque se mostró "satisfecho con lo realizado hasta ahora" y garantizó que su Gobierno trabajará "aún más duro" por los pueblos originarios.
El Campamento Tierra Libre concluirá este viernes, cuando una delegación de indígenas será recibida por magistrados de la Corte Suprema.
jc (efe, reuters)
Brasil: minería ilegal amenaza a indígenas amazónicos
Buscadores de oro fuertemente armados destruyen el medio ambiente y llevan violencia, hambre y enfermedades a la tierra de los yanomami, en la Amazonía brasileña.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Cráteres en la selva
Las minas de oro ilegales abren grandes cráteres en la selva tropical. Bajo la presidencia de Lula da Silva, el Gobierno brasileño ha intentado proteger la región, pero algunos mineros han regresado en busca de oro a la reserva de los yanomani... y destruyen los bosques y contaminan los ríos.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Ríos envenenados
La tierra de los yanomami, en el noroeste de Brasil, abarca unos 96 mil kilómetros cuadrados. Cerca de 30.000 indígenas viven en una reserva, en parte aislados por completo. Los residuos vertidos por las minas ilegales envenenan los ríos y tiñen sus aguas. El Gobierno brasileño se comprometió recientemente a entregar ayuda a la región por un monto de 245 millones de dólares.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
La fiebre del oro
En la década de 1970, se descubrió oro y uranio en el territorio de los yanomami. Eso trajo consigo años de saqueo y violencia. Solo en 1992 se fundó el Parque Yanomami, y mejoró la situación de los grupos indígenas. Pero, alrededor de 2021, volvió a ponerse candente el conflicto con los buscadores ilegales de oro. En la foto: oro confiscado a una mina ilegal.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Lucha contra la minería ilegal
Miembros del Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA) dirigen la lucha contra la minería ilegal en la región del Amazonas. Sobrevuelan la zona con helicópteros, detienen a los buscadores ilegales de metales, destruyen las minas e incendian equipamiento. "Sin un mayor respaldo militar, perderemos este año", dice Hugo Loss, coordinador de la operación.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Mortalidad infantil
De acuerdo con las autoridades de Brasil, 308 miembros de la comunidad yanomami murieron en 2023 como consecuencia de enfermedades, violencia y mala nutrición. Un 50 por ciento de ellos eran niños menores de cuatro años. El número de muertes por malaria se duplicó con respecto al año anterior.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Esperando ayuda
A comienzos de 2023, el Gobierno brasileño declaró emergencia sanitaria en territorio yanomami. Intimidados por empleados armados de las minas, los indígenas cultivan y cazan menos. En los suelos destruidos se forman pozas que atraen a los mosquitos, que a su vez transmiten la malaria. En la foto: una mujer indígena se asoma entre los tablones de un centro médico de la región de Auaris.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Detenidos... y vueltos a liberar
Los buscadores ilegales de oro también refuerzan a los grupos criminales que trafican con madera o drogas a través del Amazonas. Los trabajadores de las minas suelen ser apresados por fuerzas especiales y expulsados de la región, pero, por lo general, se les deja después en libertad. La policía explica que busca a los especuladores que financian esta minería ilícita.
Imagen: Ueslei Marcelino/REUTERS
Problemas candentes
Desde mediados de 2023, los militares respaldan cada vez menos la lucha contra los buscadores de oro en la región amazónica, aunque de tanto en tanto se prenda fuego a una avioneta (como en la foto). Sydney Possuelo, experto en pueblos originarios, demanda más apoyo del Gobierno. "El IBAMA y la Policía no disponen de suficiente personal allí como para poder librarse de los mineros ilegales", dice.