Indonesia: Gobierno eleva a 1.763 los muertos por terremoto
7 de octubre de 2018
También cifró en cinco mil desaparecidos en Palu, la zona más afectada tras la tragedia en ese país.
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Hasta este domingo 7 de octubre, las autoridades indonesias situaban el número de desaparecidos en centenares, aunque varias organizaciones que trabajan en la zona afectada ya alertaron que podría haber más de un millar de desaparecidos en Petobo y Balaroa, barrio de Palu, la zona más afectada por el terremoto y tsunami que afecto a Indonesia hace nueve días.
Del mismo modo, se dio a conocer la cifra de cinco mil personas desaparecidas que corresponderían a habitantes del barrio de Petobo, en Palu. Así lo señalo el portavoz de la agencia de Prevención de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, al indicar que en esta capital provincial unas 2.050 casas quedaron engullidas por el barro.
Petobo sufrió una licuefacción del suelo, fenómeno que ocurre cuando un fuerte movimiento telúrico golpea un área de tierra poco sólida y con grandes bolsas de agua, lo que provoca el hundimiento del terreno y libera una gran cantidad de barro que arrastra los edificios.
Sutopo indicó que Palu, principal ciudad y centro económico de la región, concentra el grueso de víctimas del terremoto con un total de 1.519. También situó en 2.632 el número de heridos graves a causa del desastre, que ha dejado al menos a 62 mil personas desplazadas que se encuentran actualmente en unos 147 albergues temporales.
MN (efe, dpa)
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El tsunami que devastó Indonesia en 2018
Indonesia lidió en 2018 con la destrucción generalizada causada por un fuerte terremoto y un tsunami en la isla turística de Sulawesi. La ola destructora alcanzó los seis metros de altura en la ciudad de Palu.
Imagen: BNPB
Puente arrasado
Una ola gigantesca, provocada por el terremoto de magnitud 7.5 grados Richter, mató a cientos de personas en la ciudad indonesia de Palu después de cubrir la estrecha bahía de la isla de Sulawesi. Hasta el momento, las víctimas mortales se cifran en más de 1.200. El impacto arrasó el puente de doble arco de 300 metros de Palu, hundiendo lo que encontró a su paso.
Imagen: BNPB
Mezquita inundada
La ola que golpeó a Palu el viernes (29.09.2018) llegó a la ciudad durante la noche, mientras los fieles musulmanes se reunían para orar en las mezquitas locales. Las autoridades informaron que muchas otras personas fueron atrapadas en la playa mientras preparaban un festival que comenzaría más tarde ese mismo día.
Imagen: BNPB
Hospitales colapsados
Cientos de heridos en los hospitales locales han hecho colapsar los centros hospitalarios, los médicos se han visto obligados a tratar a los heridos en el exterior. Komang Adi Sujendra, director de un hospital de Palu, pidió ayuda. "Necesitamos toda la ayuda que podamos obtener", dijo. "Necesitamos hospitales de campaña, trabajadores médicos, medicamentos y mantas".
Imagen: Getty Images/AFP/M. Rifki
Atrapados debajo de los escombros
El tsunami arrastró tierra, barro y escombros. Las carreteras fueron bloqueadas y las comunicaciones con otras ciudades interrumpidas. Los rescatistas temen que miles de perosnas puedan estar muertas.
Imagen: Reuters/Antara Foto
Presidente Widodo, comprometido a reconstruir
Los especialistas indonesios lograron abrir el aeropuerto local un día después del tsunami, lo que permitió que las autoridades de Indonesia comenzaran a prestar ayuda rapidamente. El presidente del país, Joko Widodo, visitó la isla más afectada y se comprometió a reconstruir la ciudad.
Imagen: Biro Pers Setpers
Saqueadores arriesgan la vida
Los medios de comunicación de Indonesia han mostrado imágenes de sobrevivientes que ingresan a los centros comerciales y supermercados muy dañados para saquear suministros, a pesar del evidente riesgo de colapso de la construcción. Por otro lado, algunos residentes de Palu comenzaron a regresar a sus hogares para rescatar artículos utilizables.
Imagen: Reuters/DRONE PILOT TEZAR KODONGAN
Haciendo fila para conseguir combustible
El terremoto y el tsunami dejaron sin electricidad a la isla además de afectar a muchos residentes sin acceso a agua potable y suministros médicos. Muchos de los damnificados descendieron a estaciones de servicio para bombear combustible a mano para sus generadores.