La debilidad económica, el encarecimiento generalizado, producto de la puesta en circulación del euro y la falta de nuevos bestsellers son la causa del difícil momento por el que atraviesa la industria del libro alemana. Tan sólo en los primeros cuatro meses del año se ha registrado un descenso en las ventas de casi un cuatro por ciento, una caída que afecta a los grandes y pequeños libreros por igual. Con el fin de enfrentar su situación muchos están pensando en aplicar medidas para recortar los costos.

Menos trabajo en las librerías

Así por ejemplo la empresa Hugendubel, la segunda cadena de libros más importante de Alemania, planea la introducción de jornadas reducidas de trabajo. Ante el esceptisismo que impera sobre el futuro de esta industria - los menos pesimistas esperan que sea hasta el 2003 cuando recién empiece a estabilizarse la situación - las jornadas reducidas de trabajo podrían convertirse en una solución generalizada en el sector.

Hugendubel ya ha dado a conocer que el posible recorte de las horas de trabajo afectaría a todos sus 1100 trabajadores, en sus 28 filiales en toda Alemania.

Fuerte caída en las ventas

" En este momento no sabemos si la situación mejorará " indicó recientemente a la prensa Dieter Schormann, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Libro.

Aun cuando la crisis es generalizada y sean pocos los sectores económicos en Alemania que no atraviesan un periodo difícil, la asociacón de la industria del libro habla de " la peor crisis en décadas " y espera que el número de ventas retroceda en el 2002 hasta en un 7 por ciento frente al nivel logrado el año previo, cuando se vendieron libros por un total de 9.500 millones de euros. Aún así, a decir de Dieter Schormann, no se espera que se registre una ola de quiebras todavía. Y quien sabe, tal vez se publique aún un libro como el de Harry Potter, tan mágico que se vendía por si solo.