El campamento de prisioneros de Guantánamo y la prisión iraquí de Abu Ghraib se han convertido en "símbolo de lo que ha quedado fuera de control en la lucha contra el terrorismo". Así lo indicó Heiner Bielefeldt, el director del Instituto Alemán de Derechos Humanos, que presentó en Berlín un nuevo estudio sobre el tema. Su autor, Wolfgang Heinz, puntualizó que en las operaciones realizadas hasta ahora en Irak y Afganistán se han producido violaciones sistemáticas de los derechos fundamentales, lo cual lo lleva a formular una serie de recomendaciones.

Exhortación a Alemania

En primer lugar, el informe previene al gobierno de Alemania de tomar parte en acciones militares bajo comando estadounidense, sin que las respalde un claro mandato de la ONU. Igualmente exhorta a cerciorarse de que dicho mandato incluya un claro compromiso de respetar los derechos humanos y el derecho internacional. Junto con proponer que los soldados germano que sean enviados a cumplir misiones en el extranjero reciban una formación especial en cuanto al trato de prisioneros, el Instituto demanda que se establezca la obligación de dar parte de cualquier irregularidad.

Pese a que en enero del 2003 se aprobó la resolución 1456 de la ONU, instando a conciliar la lucha contra el terrorismo con el respeto de los derechos humanos, no faltan casos que evidencian que el objetivo no se ha cumplido. El autor del informe lamentó que las Naciones Unidas no cuenten con un sistema amplio de observación en la materia. De ahí la necesidad de impulsos de parte de los países miembros.

"Desprecio al Derecho"

El informe alemán también plantea objeciones a la visión que subyace a la estrategia estadounidense contra el terrorismo. De acuerdo con el autor, Alemania no debería acoger el concepto de que se trata de una guerra, sino entender esta lucha en el marco de un combate policial contra el crimen a nivel internacional.

El director del Instituto Alemán de Derechos Humanos (un organismo financiado por el Estado pero políticamente independiente) formuló además serias críticas al proceder estadounidense, en una entrevista. Reprochó, por ejemplo, el "outsourcing" de interrogatorio de prisioneros y la utilización de prácticas que a todas luces no constituyen métodos duros, sino tortura. En general lamentó el ambiente de desprecio al Derecho. Algo que, a su juicio, es promovido desde muy arriba", razón por la cual estima que "sería signo de cultura política que también en las altas esferas se asumiera la responsabilidad, presentando una renuncia". En este contexto mencionó, en concreto, el nombre del secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld.