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Informe critica a Blair por llevar a Reino Unido a la guerra

6 de julio de 2016

Una investigación liderada por John Chilcot determinó que “hubo una base legal para la intervención militar (en Irak) que estuvo lejos de ser satisfactoria”.

Imagen: Reuters/J. J. Michell

El esperado “informe Chilcot” sobre la intervención de Reino Unido en la guerra de Irak finalmente fue entregado este miércoles (06.07.2016), asegurando que no existían bases legales sólidas para justificar la presencia de tropas británicas en ese país y que las consecuencias de esa decisión se pagan hasta ahora, debido a la propagación del extremismo en Medio Oriente y en otras regiones del planeta.

Sin embargo, y contrariamente a lo que muchos esperaban, el reporte no calificó de “ilegal” la intervención. “Hemos concluido que, en las circunstancias en las que se tomaron las decisiones, hubo una base legal para la intervención militar que estuvo lejos de ser satisfactoria”, dijo John Chilcot, el jefe de la indagación, en un discurso para dar a conocer los resultados del informe.

El reporte concluyó que no había una amenaza inminente de Saddam Hussein en marzo de 2003 y que el caos en Irak y en la región que se produjo tras su remoción debió haberse previsto. Asimismo, denunció que no se agotaron las alternativas pacíficas y se subestimaron las consecuencias de participar en una guerra cuya planificación, además, fue inadecuada. Para el 2009, la invasión y la posterior inestabilidad surgida en Irak había provocado la muerte de al menos 150.000 iraquíes, en su mayoría civiles.

Blair asume responsabilidad

“Está claro ahora que la política sobre Irak se hizo sobre la base de una (información de) inteligencia defectuosa (...) Ésta no se cuestionó y debió haberse cuestionado”, explicó Chilcot, que recordó que “más de 200 ciudadanos británicos murieron como resultado del conflicto en Irak. Muchos más resultaron heridos. Esto ha supuesto una profunda angustia para muchas familias”.

Una vez conocido el informe, Tony Blair reaccionó, señalando que tomó la decisión de llevar al país al conflicto en Irak “de buena fe”, que todavía considera que era necesario remover del poder a Saddam Hussein y que no cree que sus acciones fueran una de las causas que han provocado una propagación del extremismo en el último tiempo. Sin embargo, aseguró que asume “toda la responsabilidad” por cualquier error cometido en la guerra de Irak, “sin excepción ni excusas”.

Por su parte, el premier David Cameron aseguró que todos los partidos que apoyaron la guerra, incluido el suyo, deben asumir su responsabilidad e hizo un llamado a aprender “las lecciones para el futuro”.

DZC (EFE, dpa, Reuters)


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