ACNUR advierte de efectos de la pandemia en niños refugiados
3 de septiembre de 2020
Un informe de ACNUR advierte sobre las catastróficas consecuencias de la pandemia en la educación de los niños refugiados. Preocupa especialmente la situación de las niñas.
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Según advirtió el jueves (3.9.2020) el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR), la mitad de los niños refugiados del mundo no están escolarizados, una situación que puede agravarse con la pandemia del nuevo coronavirus. En un informe, ACNUR predijo que, si no se adoptan inmediatamente medidas para contrarrestar los efectos catastróficos de la crisis del coronavirus en la educación de los refugiados, el potencial de millones de jóvenes que viven en comunidades vulnerables estará un poco más en peligro.
"Después de todo lo que han sufrido, no podemos robarles su futuro negándoles una educación", declaró el comisionado del ACNUR, Filippo Grandi, en un comunicado. La organización teme que, tras la pandemia, haya niños que no puedan retomar sus estudios porque sus escuelas están cerradas, porque sus familias ya no tienen los medios económicos de asumir este gasto o porque necesitan trabajar para ayudar en casa. La ONU está particularmente preocupada por las niñas refugiadas, que ya iban menos a la escuela que los niños y corren un mayor riesgo de suspender sus estudios tras la pandemia.
Según ACNUR, en países donde el porcentaje de escolarización de las niñas refugiadas en la enseñanza secundaria ya era inferior al 10 por ciento, se corre el riesgo de que todas dejen los estudios de forma definitiva. El informe en que se basa ACNUR recoge datos de 12 países que albergan a la mitad de los refugiados del mundo. Entre estos, el porcentaje de escolarización en primaria es del 77 por ciento, pero se reduce al 31 por ciento en secundaria y solo un 3 por ciento llega a cursar estudios superiores.
MS (afp/dpa)
El trabajo infantil disminuye, pero muy lentamente
Abolir el trabajo infantil para 2025: ese es el objetivo que se ha propuesto la ONU. El trabajo infantil está disminuyendo constantemente, pero con 152 millones de niños que trabajan, esa meta será difícil de alcanzar.
Imagen: Getty Images/AFP//S. Mehra
Casi uno de cada 10 niños trabaja
Según Unicef, alrededor de 152 millones de niños de todo el mundo todavía tienen que trabajar para ayudar a sus familias a sobrevivir. La mayoría de ellos viven en África y Asia. En parámetros generales, el trabajo infantil ha disminuido en todo el mundo: 246 millones de niños eran víctimas en 2000. Pero el descenso de esa cifra se está ralentizando.
Unicef define el trabajo infantil como "actividades para las que los niños son demasiado pequeños, o son peligrosas, los explotan, perjudican su desarrollo mental o entorpecen su educación”. Esto es lo que dice la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.
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Aumento en África subsahariana
El trabajo infantil ha disminuido notablemente en Asia y en la región del Pacífico, y está descendiendo en América Latina. En África subsahariana, por otra parte, el trabajo infantil parece haber aumentado en los últimos años. El Fondo de las Naciones Unidas para la infancia cita el lento desarrollo económico, el creciente número de conflictos armados y los desastres naturales como las razones.
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Trabajar durante la huida
También hay un aumento del trabajo infantil entre los refugiados. Cuanto más tiempo dure la huida, mayor será la probabilidad de que los niños tengan que trabajar. Tienen que buscar nuevas formas de sobrevivir, ya que sus familias han perdido todo durante la huida.
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Trabajo pesado
Por ejemplo: en 2017 cientos de miles de rohinyás huyeron de Myanmar a Bangladés, escapando de la persecución y la exclusión, y han estado viviendo en refugios desde entonces. Allí, los niños tienen que apoyar a sus familias, a veces con trabajos físicamente agotadores.
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Coser en lugar de aprender
También muchos niños refugiados sirios tienen que trabajar, como lo hace este niño en una fábrica textil en Turquía. Muchos menores sirios trabajan allí por más de diez horas al día. Unicef quiere tomar medidas contra el trabajo infantil de los refugiados con programas educativos en las zonas de conflicto.
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¿Qué hacer con el trabajo infantil?
Para poner fin al trabajo infantil, las organizaciones humanitarias piensan que los gobiernos deben dar el próximo paso. Tienen que hacer cumplir la escolaridad obligatoria y también regular legalmente la edad mínima para trabajar. Las autoridades estatales deben que ser reforzadas y los empleados que explotan a los niños deben ser castigados: eso exige “Terre des Hommes”.
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La educación como punto clave
"Para proteger eficazmente a los niños contra la explotación, las condiciones de vida de los niños afectados deben cambiar ", afirma Christian Schneider, director general de Unicef Alemania. Por lo tanto, Unicef pide que se invierta más en educación, así como en los sistemas de salud y seguridad social.
Imagen: Imago/epd
Reforzar la lucha contra el trabajo infantil
Si la disminución del trabajo infantil continúa al ritmo actual, Unicef estima que 121 millones de niños seguirán siendo víctimas del trabajo infantil en 2025. El objetivo de las Naciones Unidas de abolir el trabajo infantil para 2025 es poco probable que se haga realidad.