La propuesta del secretario general de la Organización de Estados Americanos de activar el artículo 20 de la Carta Democrática por la situación en Venezuela, lo que podría acabar suponiendo su expulsión de la institución, ha provocado reacciones de norte a sur del continente. El último en expresarse y, prácticamente, el único en mostrar un inequívoco apoyo al presidente venezolano Nicolás Maduro fue el presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien señaló que su gobierno no está de acuerdo con el llamado que formuló el secretario general de la OEA, Luis Almagro, a fin de que el Consejo Permanente del organismo regional se reúna para tratar la situación de Venezuela.

Además atacó la forma en que se ha desarrollado el pedido, ya que la OEA debe atender, dijo, las solicitudes del poder ejecutivo de los Estados miembros, y no las del legislativo, como en este caso. Correa consideró que "el gravísimo problema venezolano se solucionará con el diálogo" y destacó la tarea mediadora que realizan varios ex presidentes de la región y uno europeo.

En Estados Unidos la noticia ha sido bien acogida tanto por congresistas republicanos como por demócratas. Eliot Engel, el demócrata de mayor rango del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara baja, aplaudió la decisión de Almagro y consideró que la OEA actúa como debe "cuando pide responsabilidades a sus Estados miembros respeto a todos los líderes de las Américas por las instituciones democráticas". "El presidente Maduro ha tomado medidas antidemocráticas para bloquear la Asamblea Nacional y la voluntad del pueblo venezolano a cada paso", reiteró el legislador, que destacó la "abrumadora mayoría" de la oposición en las últimas elecciones legislativas.

Más prudente se mostró el Gobierno de Colombia, al indicar que estudiará el informe de la OEA antes de revelar su posición sobre el tema. La canciller, María Ángela Holguín, reiteró que desde su gobierno han "hecho mucho énfasis en que sean los venezolanos los que encuentren sus propias soluciones". "Creemos en el diálogo entre venezolanos y entre los instrumentos que la constitución venezolana tiene, como es en el caso del referendo revocatorio (al presidente Nicolás Maduro)", detalló.

Petición de diálogo

Chile, Argentina y Uruguay se adhirieron a esta postura y sus cancilleres firmaron, junto con el de Colombia una declaración conjunta relativa a la crisis en Venezuela en la que manifiestan su apoyo "a los procedimientos constitucionales, tal como el relativo al referéndum revocatorio", para encontrar una salida a la crisis. "En estos momentos de profunda preocupación por la democracia y los derechos humanos y por el futuro político, económico y social en Venezuela, manifestamos nuestro apoyo (...) a los procedimientos constitucionales, tal como el relativo al referéndum revocatorio", señala la nota, en la que se muestran dispuestos a apoyar cualquier iniciativa que promueva el diálogo entre el gobierno y la oposición venezolanos.

La misión argentina en la OEA someterá mañana a votación del Consejo Permanente un proyecto de declaración que propone actuar en la crisis de Venezuela de manera alternativa y más conciliadora que la activación de la Carta Democrática propuesta por el secretario general, Luis Almagro. "El Consejo Permanente declara su fraternal ofrecimiento a la hermana República Bolivariana de Venezuela a fin de identificar, de común acuerdo, algún curso de acción que coadyuve, mediante un dialogo abierto e incluyente con todos los actores políticos y sociales, a la búsqueda de soluciones frente a la difícil situación que atraviesa dicho país", reza la breve declaración, publicada hoy en la web de la OEA.

El Gobierno de Paraguay, por su parte, pidió una reunión de Mercosur para debatir la situación en Venezuela. La Cancillería emitió una declaración en la que señala que "aguarda con expectativa y firmeza que la presidencia pro témpore del Mercosur, ejercida por Uruguay, realice la convocatoria".

LGC (dpa / EFE)