Informe: las ciudades más violentas están en América Latina
Matthias von Hein (EL/)6 de mayo de 2016
A nivel mundial murieron 170.000 personas en 2015 como consecuencia de conflictos bélicos, según el informe “Armed Conflict Survey”, del Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales (IISS). Hablamos con su editora.
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DW: ¿Cuáles son los principales fenómenos bélicos en el mundo, según las cifras contenidas en el informe “Armed Conflict Survey”?
Anastasia Voronkova: En la primera edición de este informe habíamos observado una disminución en el número de conflictos en el mundo, y al mismo tiempo, un incremento en el número de víctimas mortales. Este año observamos que se interrumpió este aumento del saldo mortal: de cerca de 180.000 en 2014 pasamos a 167.000 el año pasado. Pero hay un indicador importante: la mitad de las víctimas corresponde a conflictos en Oriente Medio, Oriente Próximo y África del Norte. Tan solo el conflicto en Siria dejó un tercio de las víctimas mortales globales por conflictos. También en Turquía subió el número de muertos, lo mismo que en Yemen y Egipto. En cuanto al Oriente Próximo, desgraciadamente vemos que la solución no aparece por ninguna parte, y en algunos casos, la perspectiva de lograr la paz ha empeorado.
En cuanto al llamado Estado Islámico (EI), hemos observado un desplazamiento. La milicia ha perdido territorio en Siria e Irak, pero lo ha ganado y consolidado en Libia, a pesar de que allí no puede sacar provecho de una división de tipo religioso, y de que sus integrantes son vistos como intrusos. El éxito del EI al conquistar territorio y fortalecer su presencia –por ejemplo, en Sirte- es una prueba de su firmeza de propósitos y de su estabilidad.
El informe anterior incluía un total de 42 conflictos armados en todo el mundo. El de este año contempla 37. A partir de esta cifra, ¿puede decirse que vivimos en un mundo más pacífico?
Realmente no. Los conflictos en África del Norte y en el Oriente Próximo están muy lejos de una solución. La situación en México y en América Central representa un panorama especialmente sombrío. En ambos casos, las cifras de muertos crecieron en comparación con las de 2014. Una de las contadas esperanzas está quizá en Colombia. El conflicto entre el gobierno, las FARC y el ELN presenta una distensión notable. Hubo grandes avances en la solución de estos conflictos. Pero para una verdadera paz en Colombia hay aún un camino muy largo, lleno de retos.
Si analizamos la situación a largo plazo: en noviembre pasado se firmó un acuerdo climático global en París. El cambio climático fuerza a muchas personas a abandonar sus lugares de origen. En los próximos 10 ó 15 años, la cifra de desplazados por el clima se incrementará masivamente, y quizá llegará a 10 millones. ¿Qué significa esto para la seguridad internacional?
El desplazamiento de personas a causa de conflictos armados o catástrofes de todo tipo es un reto de dimensiones globales. Si uno toma en cuenta a los refugiados y a aquellos que han tenido que abandonar sus lugares de origen, llegamos a una cifra global de 60 millones de personas, según nuestros conteos para 2015. Este número se ha incrementado dramáticamente, y sigue creciendo. En combinación con los efectos de los conflictos no resueltos, las catástrofes globales repercutirán grandemente en la población mundial. Intentaremos seguir observando estos fenómenos.
En el nuevo informe se hace énfasis en el papel que juegan las ciudades en los conflictos armados. ¿Qué hay detrás de todo esto?
Investigamos en qué medida los conflictos armados se desplazan con mayor frecuencia a las ciudades. Las megaurbes, por ejemplo, sirven cada vez más como centro de grupos terroristas. También se ha incrementado notablemente la cifra de refugiados en las ciudades, en comparación con las áreas rurales. En muchas partes del mundo, las batallas se han desplazado hacia las ciudades, en especial en Turquía y Ucrania.
¿En dónde están las ciudades más afectadas por esta violencia?
La gran mayoría de las ciudades azotadas por la violencia están en América Latina. Esta región sufre masivamente por los efectos de la criminalidad organizada y los conflictos permanentes.
Anastasia Voronkova es investigadora de conflictos armados. Es la editora responsable del informe Armed Conflict Survey, elaborado por el Instituto de Estudios Estratégicos Internacionales, con sede en Londres.
Entrevista de Matthias von Hein.
Los peores atentados de las FARC
Tras una historia de medio siglo marcada por la guerra, el conflicto entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) deja tras de sí miles de víctimas, entre asesinatos secuestros y atentados.
Imagen: picture-alliance/dpa/EFE/C. Escobar Mora
Atentados en masa
A lo largo de los 90 las FARC intensifican su actividad con un historial especialmente sangriento. Por ejemplo, con los ataques a la base de Las Delicias, con 27 militares muertos, 20 heridos y sesenta secuestrados. O la emboscada en El Billar, donde fallecieron 60 militares, hubo 47 heridos y 43 más secuestrados. En la foto, uno de los ataques a la etnia atwá en Nariño.
Imagen: picture-alliance/dpa/El Colombiano
El origen de las FARC
El 27 de mayo de 1964 fue el primer combate con el Ejército colombiano, en Marquetalia. Según las FARC, este combate fue el que marcó la fecha de su fundación. Al frente de la milicia estaba ya su histórico dirigente Pedro Antonio Marín, alias "Tirofijo".
Imagen: picture-alliance/dpa
La política en el punto de mira
A principios de los 2000, la actividad de las FARC destacó por una intensa actividad asesinando y secuestrando a personajes públicos. Entre ellos, varios atentados contra el presidente Álvaro Uribe, ex ministros, diputados y senadores. En 2002, la candidata presidencial Ingrid Betancourt y la aspirante a la vicepresidencia, Clara Rojas, fueron secuestradas.
Imagen: AP
La cara más dura de la violencia
Las imágenes de la violencia de las FARC hablan por sí solas. En la foto, los habitantes inspeccionan los efectos de una bomba en la ciudad de Granada en diciembre de 2000. La onda expansiva destruyó parte de la comisaría de policía, un hospital local y muchas casas, además de 11 muertos y 14 heridos.
Imagen: picture-alliance/dpa/D. Munoz
Masacre en el Club Nogal
El 7 de febrero de 2003, las FARC cometieron uno de sus atentados más brutales y recordados, atacando el Club El Nogal de Bogotá y dejando 36 muertos y más de 170 heridos.
Imagen: Getty Images/C. Villalon
Secuestros eternos
Entre los secuestros a políticos, destacan el del exministro Fernando Aráujo, que consiguió huir de sus captores tras seis años des secuestro. También el de Ingrid Betancourt, que hasta 2008 no fue rescatada de su cautiverio. Otros de los diputados fueron asesinados durante sus secuestros.
Imagen: AP
Ataques a la iglesia
Como víctimas de las FARC, también hay decenas de sacerdotes, religiosas y algunos obispos. Uno de los casos más conocidos fue el secuestro en 2002 del presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) y arzobispo de Zipaquirá, monseñor Jorge Jiménez Carvajal. Después de que el Papa lanzara un vigoroso llamamiento, el prelado fue liberado en una operación militar del Ejército colombiano.
Imagen: picture-alliance/dpa/AFP
Masacre de Bojayá
Uno de los atentados más sangrientos fue la Masacre de Bojayá, en el departamento del Chocó, una explosión en el interior de una iglesia que se cobró la vida de más de 100 civiles por la explosión de un “cilindro bomba”. El ataque se perpetró contra la población civil que tuvo que escapar guiada por los sacerdotes.
Imagen: Getty Images/L. Acosta
Fuego cruzado para los pueblos índigenas
Otro de los grupos en conflicto con las FARC son los pueblos indígenas, muchos de ellos víctimas de atentados y desplazamientos, y aún a la espera de cómo influirán los acuerdos de las negociaciones en sus comunidades. En la foto, manifestación en Bogotá en recuerdo del asesinato en 2009 de 17 personas de la etnia awá.
Imagen: Getty Images/AFP
Sin identificar
Durante más de cincuenta años de historia, el conflicto con las FARC arrastra millones de víctimas entre desplazados, asesinados, secuestrados…. Muchas de ellas no identificadas, como estos 464 cuerpos enterrados en fosas comunes sin nombre en el cementerio de La Macarena, en el departamento de El Meta.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/F. Vergara
Minas antipersonas
Entre las consecuencias de un conflicto tan largo, la población civil colombiana sufre por el gran número de minas antipersonales colocadas por ambos bandos. El ejército dejó de hacerlo hace tiempo de acuerdo con la Conferencia de Otawa, pero las FARC seguían defendiendo su uso hasta hace poco. Entre las víctimas hay muchos civiles y niños.
Imagen: Fuerzas Militares de de Colombia
Atentados contra infraestructuras
Otra de las estrategias de las FARC son los ataques a infraestructuras. En especial, recientemente, a muchas que tienen que ver con la extracción y transporte de petróleo. Una estrategia de gran visibilidad a bajo costo que provoca grandes daños colaterales. Además de provocar cortes en los suministros a la población civil, también suponen grandes desastres ecológicos.