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Iniciativa forestal de la COP26; ¿más que publicidad?

Werner Eckert
3 de noviembre de 2021

La conferencia necesita historias de éxito y el anfitrión de la COP26, Boris Johnson, también. Ahora, 110 países se comprometen a detener y revertir la deforestación, fomentando la reforestación.

Deforestación masiva en el Amzonas. Aquí, en Belterra, Brasil
Deforestación masiva en el Amzonas. Aquí, en Belterra, BrasilImagen: Leo Correa/AP Photo/picture alliance

"Esto es un hito en la lucha contra el cambio climático", dice el primer ministro de Gran Bretaña Boris Johnson. La deforestación y la explotación del uso de la tierra suponen una cuarta parte de los gases de efecto invernadero del mundo, señala el político conservador. 

Los 110 países presentes en Glasgow representan el 85 por ciento de la superficie forestal del mundo. Alemania está entre ellos, junto con el Reino Unido, y países con grandes bosques como Brasil, Indonesia y la República Democrática del Congo. Doce países —entre ellos Alemania— aportarán un total de casi 20.000 millones de dólares para una iniciativa de reforestación. Los países con reserva forestal exigen una compensación por haber dejado de percibir ingresos por la venta de madera, pero también por nuevas tierras de cultivo de soja y pastos. 

Esto es crucial para el presidente ecuatoriano Guillermo Lasso Mendoza, quien ha prometido proteger, ya en 2022, el 30 por ciento de la superficie del país. "Para salvar los bosques tropicales y todos los bosques del mundo, tenemos que pagar de una vez por la preservación del medio ambiente: la protección debe garantizarse a través de la financiación verde y valorarse como una contribución en el comercio climático", afirmó el mandatario suramericano en Glasgow. 

¿Chocolate sin mala conciencia? 

Los directores generales de 30 empresas bancarias y de seguros se comprometen a dejar de dar dinero a proyectos de tala de árboles, mientras los Gobiernos de 110 países se comprometen a reducir la presión sobre los bosques, a través del comercio sostenible. 

"Como consumidores, por fin podemos comer chocolate sin mala conciencia, es decir, en términos de CO2, no de calorías. Saber que no sólo hemos hecho algo contra la deforestación, sino que hemos promovido el cultivo sostenible", dijo el británico Johnson. 

Esta decisión no es resultado de la COP26, sino de una de las muchas iniciativas voluntarias al margen. Y no es el primer intento de este tipo. La Iniciativa Forestal de Nueva York, de 2014, fracasó estrepitosamente. Su objetivo era reducir la deforestación a la mitad para 2020 y acabar con ella para 2030. 350 millones de hectáreas en todo el mundo iban a ser reforestadas. Sin embargo, según el Instituto de Recursos Mundiales, el año pasado se talaron o quemaron bosques del tamaño del Reino Unido.

Por ello, Fentje Jacobs, de WWF, es reservado a la hora de valorar la iniciativa forestal. "En general, la apoyamos y creemos que es buena. Pero ahora estamos esperando a ver cómo se aplica, porque una acción voluntaria no es suficiente", advierte.

Joche Flasbarth, del ministerio alemán para el Medio Ambiente, también acoge la iniciativa, pero la califica de "oferta". Hasta ahora, estas iniciativas han fracasado debido a la falta de voluntad de los países ricos para detener realmente la deforestación en los países que cuentan aún con grandes bosques naturales.

Por su parte, Greenpeace critica la idea de forma drástica: "Esta iniciativa da luz verde a otra década de deforestación." 

(jov/rml)

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