Instalación de Ai Weiwei en Berlín homenajea a refugiados
14 de febrero de 2016
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Cientos de los chalecos salvavidas naranjas usados por los refugiados para alcanzar las costas europeas cubren desde el sábado (13.02.2016) las columnas del Konzerthaus de Berlín, como parte de una instalación del artista y activista chino Ai Weiwei. Es su homenaje y recuerdo a millones de personas que huyen de la guerra. La obra, en la céntrica plaza de Gendarmenmarkt, recibirá el lunes (15.02.2016) a los invitados a la gala de "Cinema for Peace", iniciativa que, coincidiendo con la Berlinale, entregará un año más sus premios a una selección de películas de contenido social, crítico o humanitario.
Según avanzó la organización, la actriz Charlize Theron será la encargada de entregar el galardón principal a la película elegida por el jurado, que en esta edición ha tenido al artista chino como presidente de honor. Ai Weiwei se encuentra enfrascado en un nuevo proyecto centrado en los refugiados en la isla griega de Lesbos y estará presente en la gala del lunes a través de su instalación, en la que ha incluido un bote salvavidas junto a los chalecos.
Ai Weiwei en Berlín
El destino de quienes se ven obligados a abandonar su hogar se ha convertido en los últimos meses en una constante en el trabajo de Ai Weiwei, que a principios de mes cubrió en Praga su obra "Cabezas del Zodiaco" con mantas térmicas doradas para protestar por el sufrimiento de los refugiados en su camino a Europa. En enero decidió cerrar una exposición en Copenhague y retirar una obra suya del museo de Aros, en el oeste de Dinamarca, en protesta por las nuevas leyes de asilo danesas.
Las autoridades chinas devolvieron el pasado julio su pasaporte al artista, autorizándolo a salir del país por primera vez en cuatro años. Desde entonces, Ai Weiwei, conocido por sus críticas al régimen comunista chino, es un habitual de Berlín, donde ejerce como profesor invitado de la Universidad de las Artes. (efe)
Ai Weiwei, el artista como expresión política
Mientras fuera de China es celebrado por sus obras con mensajes políticos, en su país es criminalizado. Berlín abrió la mayor muestra individual jamás realizada por Ai Weiwei.
Imagen: Johannes Eisele/AFP/Getty Images
Vanguardista del Reino del Centro
"Esta exposición de Ai Weiwei es considerada, con justa razón, como el acontecimento artístico del año", dijo la secretaria de Cultura de Alemania, Monika Grütters y concluyó que "por la elección de su material artístico y la relevancia política de su obra, Ai Weiwei es el artista más actual y moderno de nuestro tiempo".
Imagen: picture-alliance/dpa
"Pruebas" es más que el título de la exposición
“Evidence", como se llama la muestra, estará abierta del 3 de abril al 7 de julio en el museo Martin-Gropius Bau de Berlín. La exposición ofrece 3.000 metros cuadrados de instalaciones, piezas de videoarte, esculturas y fotografías que reflejan la mirada irónica y la mordacidad política de Ai Weiwei. Parte de las obras fueron diseñadas especialmente por el artista para la muestra.
Imagen: Johannes Eisele/AFP/Getty Images
"Ai Weiwei podría ser un orgullo cultural para China..."
"...Pero en lugar de eso es detenido, interrogado, humillado", lamentó Grütters en tono inusualmente duro. "Alemania sacó una lección de dos dictaduras: el arte y el conocimiento son libres", dijo sobre el nazismo y el régimen de la Alemania comunista.
Imagen: Mathias Völzke
81 días
La presentación estuvo marcada por las críticas al Estado chino, que en 2011 mantuvo encerrado durante 81 días a Ai Weiwei sin cargos claros en medio de una ola de críticas internacionales y que desde entonces lo mantiene vigilado y sin pasaporte, lo que no permitió al artista viajar a Berlín.
Imagen: Johannes Eisele/AFP/Getty Images
Un artista asediado
17 cámaras de la policía vigilan los alrededores de su taller de Pekín. Esta cámara es una réplica en mármol de una de las tantas que observan sus movimientos, día y noche. Agresión convertida en expresión artística.
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"Recuerdos de Shanghai"
Cuando el régimen quiso sacar partido de su popularidad le encargó construir una ciudadela de artistas en Shanghai. Pero cuando a Pekín no le gustaron sus críticas, mandó arrasar los talleres ya construidos. He aquí una "evidencia" de esa conducta.
Imagen: Getty Images
Fiesta del cangrejo versus armonía
Como protesta a la destrucción de sus talleres Weiwei invitó a una fiesta para comer cangrejo de río, algo que en chino se diría "Héxiè shèngyàn", palabra fonéticamente similar al término armonía o "Héxié". Otra genial crítica dirigida al régimen que ha impuesto la armonía como "ideal de la sociedad china". Así que en Berlín presenta cangrejos de porcelana. ¿Quién más disiente de forma tan fina?
Imagen: Johannes Eisele/AFP/Getty Images
Una bicicleta iluminada
Ciento cincuenta marcos de bicis componen esta instalación. Weiwei no solo recuerda aquí la relegación de las bicis por los autos sino que rememora uno de los juicios más injustos de los últimos años: un joven fue torturado y luego condenado a muerte por llevar una bicicleta que no estaba registrada por la policía.
Imagen: Getty Images
Saludo desde Pekín, a través de video
Días antes de su detención el 3 de abril de 2011, el artista había anunciado que tenía previsto instalar su estudio en Berlín. Ai Weiwei tiene además un puesto de profesor visitante en la Universidad de las Artes de Berlín y fue incorporado como señal de solidaridad a la Academia de las Artes de Berlín. Hasta ahora no pudo asumir ninguno de esos cargos porque no tiene autorizado abandonar China.