Las fuertes lluvias provocaron el desbordamiento de este río, en el municipio de Álora. Violentas inundaciones están provocando caos y desesperación en el sureste de España. Según detalló Protección Civil en un informe preliminar, al menos 62 personas murieron sólo en la región de Valencia. Decenas de personas siguen desaparecidas.

Las regiones de Andalucía, Murcia y Valencia, muy populares entre los turistas y con costas en el Mediterráneo, se han visto especialmente afectadas. En algunas zonas, los vecinos quedaron atrapados en sus casas y realizaron llamadas de emergencia a través de las redes sociales, informó el diario "El País".

Los equipos de rescate ayudan a los afectados en la provincia de Albacete, donde también hay desaparecidos. El peligro aún no ha pasado: sigue vigente la advertencia de mal tiempo para gran parte del país. Según el servicio meteorológico Aemet, la situación en España no mejorará por completo hasta el jueves 1 de noviembre, cuando se espera que las lluvias se desplacen hacia el noreste.

Las lluvias intensas amenazan el sur de la península ibérica desde hace días. En algunas zonas, según informan los medios españoles, llovió más en un solo día de lo habitual en todo un mes. Las calles se convirtieron en ríos furiosos, decenas de coches fueron arrastrados por las masas de agua y, en algunos casos, como aquí en Valencia, quedaron amontonados como pilas de escombros.

Este pato no tiene problemas con las inundaciones, pero muchas personas han necesitado ayuda de los bomberos para escapar de sus autos atrapados en el agua. Los colegios y parques de Valencia han permanecido cerrados y los servicios de trenes en la región fueron suspendidos. El presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, habló de una "situación sin precedentes".

La basura flota en Picuana, Valencia. Hubo cortes de energía y las conexiones telefónicas tampoco funcionaron por momentos. Además de intensas lluvias, se registraron granizadas y fuertes rachas de viento, según el servicio meteorológico Aemet. "Los granizos eran del tamaño de pelotas de golf", dijo a "El País" la agricultora Mercedes González. "Parecía el fin del mundo".

Un hombre mira atónito la calle inundada frente a su tienda en Llombai, Andalucía. Los 276 pasajeros de un tren de alta velocidad que descarriló en Andalucía tuvieron suerte en la desgracia: ninguno resultó herido. Los investigadores advierten que el cambio climático está intensificando fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, tormentas y lluvias intensas.