A apenas tres meses para la boda real del príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, en Londres se intenta desalojar a los pacifistas que desde años acampan cerca de la abadía de Westminster, escenario del enlace, para protestar por la participación de Reino Unido en la guerra de Irak y Afganistán. El alcalde de Londres, Boris Johnson, busca ahora una resolución de los tribunales para poder desalojar a los manifestantes antes de que se celebre la boda. De lo contrario, la comitiva pasará por delante del campamento de los manifestantes ofreciendo así a los activistas una plataforma mediática, bienvenida para la difusión de sus tesis. De acuerdo con informaciones que publica hoy el diario sensacionalista "The Sun", los activistas ya han emprendido contramedias. Quieren -de acuerdo con la infomación- entremezclarse con los fans entusiastas de la pareja y torpedear el recorrido que hará el matrimonio con bombas de humo y bloqueos. El objetivo es difamar a la monarquía, asegura el diario remitiéndose a un presunto correo electrónico del activista Chris Knight que va dirigido a sus seguidores. Quieren logar que la boda no se celebre en la abadía de Westminster y que sea desplazada a la catedral de San Pablo. No obstante, se consideran nulas las posibilidades de los activistas frente al masivo despliegue policial. DPA