Veinticinco inmigrantes, incluyendo dos adolescentes, fueron detenidos el lunes (01.01.2019) durante un intento masivo de cruce ilegal en la frontera entre Tijuana (México) y San Diego (California), informaron autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza CBP estadounidense. El incidente será investigado por la Oficina de Responsabilidad Profesional, como en todos los que esta institución recurre al uso de la fuerza.

Poco antes de la medianoche, integrantes de un grupo de 150 personas escalaron la barda que divide ambos países, pero, ante la presencia de agentes fronterizos estadounidenses, cerca de un tercio de ellos regresó hacia suelo mexicano. Pero de las personas que ingresaron a Estados Unidos, 25 fueron detenidas, dijo CBP en un comunicado.

Tras regresar a suelo mexicano, algunos de los que permanecieron en el sitio arrojaron piedras contra los agentes. Estos afirman que, en medio del incidente, algunas personas intentaron cruzar niños por encima de la valla, que recientemente fue reforzada con una alambrada de púas, por lo que los menores corrían riesgo de lastimarse.

En respuesta a la agresión en contra de oficiales que "puso en riesgo la seguridad de inmigrantes que se encontraban ya del lado estadounidense", y en su intento por disuadir a la multitud se procedió al uso de gas lacrimógeno, humo y gas pimienta, justificaron autoridades. Un fotógrafo de Associated Press, sin embargo, declaró haber visto al menos tres granadas de gas lanzadas al lado mexicano de la frontera que, al contrario de lo que sostienen los agentes, afectó a mujeres y niños, así como a los periodistas. El testigo vio cómo lanzaban piedras a los agentes solo después de que estos usaran el gas lacrimógeno.

CBP argumentó que no se desplegaron estas medidas de forma directa contra los inmigrantes que intentaron cruzar de forma ilegal hacia Estados Unidos, sino a las personas que arrojaban las piedras desde el lado mexicano, y que debido al uso del gas huyeron del lugar.

Esta es la segunda vez en los últimos meses que agentes federales recurren al uso de gas lacrimógeno para dispersar a inmigrantes que intentan cruzar por la fuerza hacia Estados Unidos. En noviembre pasado, se recurrió a esta práctica cuando integrantes de la caravana de centroamericanos hicieron lo propio cerca de la garita internacional de San Ysidro.

lgc (efe/ap)

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