Intersexualidad: Alemania aprueba el tercer género
16 de agosto de 2018
Los padres de los recién nacidos cuyo sexo no se pueda identificar podrán marcar la casilla de "diverso", en lugar de únicamente las tradicionales de "masculino" y "femenino".
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Siguiendo el mandato del Tribunal Constitucional, el Gobierno alemán aprobó este miércoles (15.08.2018) en Consejo de Ministros la introducción de un tercer género en el registro civil, pensado para personas cuyo sexo no está definido en el momento en el que nacen.
Tras la aprobación se espera que el proyecto de ley entre rápidamente en el trámite parlamentario, indicó el portavoz del Gobierno, Stefen Seibert, de manera que para principios de 2019 podría entrar en vigor.
De esta forma, junto a las tradicionales casillas de "masculino" y "femenino", los formularios incorporarán la opción "diverso", que podrán marcar los padres de aquellos recién nacidos cuyo sexo no se puede determinar. Esta tercera opción deberá ser implementada antes de que termine el presente año.
Ni masculino ni femenino, sino diverso
Con la medida aprobada este miércoles, el Gobierno de coalición alemán que dirige la canciller Angela Merkel cumple con la sentencia dictada el año pasado por el alto tribunal germano, que conminaba al Ejecutivo a introducir una tercera opción en sus documentos oficiales, alegando que aquellas personas que no se consideran ni hombre ni mujer serían discriminadas si la ley las obliga de forma permanente a registrarse con uno de los géneros.
La ministra de Justicia de Alemania, la socialdemócrata Katarina Barley, admitió que la "modernización" del registro civil se producía con "retraso".
Bajo la nomenclatura de "diverso" se incluirán aquellas personas que no se identifican con el sexo masculino o femenino. Más adelante, el Gobierno alemán prevé reformar su legislación para que ésta sea más inclusiva y moderna. En concreto, se quiere que las nuevas leyes reconozcan la diversidad sexual y las diferentes identidades de género, entre ellas, la de las personas transexuales y transgénero.
Alemania, pionera en derechos de intersexuales
En 2013, Alemania se convirtió en el primer país europeo que permitía a los padres dejar en blanco la casilla que indica el sexo de un bebé en su partida de nacimiento, reconociendo así en la práctica un "tercer género" ni masculino ni femenino. La ley fue diseñada para los niños cuyo sexo es difícil de determinar porque nacen con órganos masculinos y femeninos. En muchos países, incluida Alemania, según denunció recientemente Amnistía Internacional, estas personas intersexuales son aún sometidas a las llamadas cirugías de "normalización", consideradas por multitud de organismos de derechos humanos como una forma de mutilación genital.
Se estima que en Alemania hay aproximadamente 80.000 intersexuales, algo menos del uno por ciento de la población.
EAL/VT (dpa, efe)
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Las muxes de Tehuantepec
La comunidad muxe se reúne para celebrar la vela o festividad muxe de Asunción Ixtalpec, Oaxaca, México. No son trangénero, no son travestis, no son homosexuales, no son hombres ni mujeres: son muxe, el tercer género.
Imagen: DW/O. Pizano
El "tercer género"
En el istmo de Tehuantepec, en México, viven aproximadamente 5 mil muxes. Son personas nacidas con sexo masculino pero se visten como mujeres y trabajan en oficios típicamente femeninos. No se sienten ni como hombres ni como mujeres, por lo que se identifican como el "tercer género”.
Imagen: DW/O. Pizano
Dayana Gallegos
Entre los 11 y 12 años de edad, los varones deciden convertirse en muxes. El rol social de las muxes está prefijado desde el tiempo de los zapotecas: cuidar a los ancianos de la familia, engalanar las fiestas, o dedicarse a los oficios tradicionales. Aquí, Dayana Gallegos está en el Ayuntamiento de Santiano Niltepec, en el Estado de Oaxaca.
Imagen: DW/O. Pizano
La vela muxe de Asunción Ixtalpec, Oaxaca
Las “velas” son fiestas prehispánicas en Oaxaca, en honor a San Marcial, el santo patrono de la ciudad. Entretanto, las comunidades muxes festejan también sus velas, en las que celebran su identidad junto con los habitantes de la región.
Imagen: DW/O. Pizano
Discriminación en la escuela
Las muxes son aceptadas por la sociedad y respetadas desde hace cientos de años, y los zapotecas los reconocen desde la época precolombina. Sin embargo, sufren discriminación. Por ejemplo, no pueden ir a la escuela secundaria siendo varones vestidos de mujeres. La deserción escolar es alta por este motivo.
Imagen: DW/O. Pizano
Cambio de identidad
La muxe Daiyana Gallegos se maquilla para asistir a la Vela Muxe de Asunción Ixtalpec. Las muxes quieren ser reconocidas como el “tercer sexo”. O al menos, poder cambiar su identidad, de varón a mujer, con un trámite legal que no sea tan lento y costoso.
Imagen: DW/O. Pizano
Una misa antes de la vela muxe
En la región del Istmo de Tehuantepec, como en todo México, la religión que tiene mayor fuerza es la católica, aunque muchas veces, se hace presente a través el sincretismo religioso, es decir, la integración al catolicismo de elementos, figuras y símbolos de los pueblos indígenas.
Imagen: DW/O. Pizano
La procesión previa a la fiesta
Los habitantes de la región hacen una procesión religiosa previa a la vela, la calenda, donde la gente baila y celebra. En los festejos reina un ambiente de hermandad y solidaridad para que la comunidad muxe se sienta respetada por la sociedad.
Imagen: DW/O. Pizano
La reina muxe
En las velas de Asunción Ixtalpec se elige a una reina muxe. La corona se le entrega a la muxe que lleve el atuendo más colorido y original, y el mejor maquillaje.
Imagen: DW/O. Pizano
Los preparativos
La reina muxe se prepara para dar comienzo a la vela de este año. Al día siguiente se adornan los salones y se colocan puestos de comida típica, atendidos por muxes.
Imagen: DW/O. Pizano
Bailes tradicionales
Las muxes ayudan a mantener vivas las tradiciones y los bailes típicos de Oaxaca. Es por eso que durante las fiestas muxes hay bandas tradicionales que tocan en vivo y los vestidos son coloridos y chillones.
Imagen: DW/O. Pizano
Luchando por sus derechos
Si bien son respetadas por la sociedad, muchas muxes quieren tener la libertad de ejercer otros oficios y acceder a una educación superior. Para ello, se han unido a la organización “Las Auténticas Intrépidas Buscadoras de Peligros”, en donde luchan para poder obtener más derechos.