Las fuertes lluvias que han afectado a Europa Central ya no solo se conforman con desbordar ríos e inundar carreteras, sino que han causado problemas en ciudades como Praga, cuyo famoso casco histórico está siendo amenazado por el desborde de los cauces. El Ejército de República Checa sacó a sus soldados a la calle para apilar sacos de arena y barreras de metal que protejan a la zona más antigua de la ciudad de las inundaciones. Las autoridades además limitaron el transporte público y cerraron estaciones de Metro, debido a que las aguas del río Moldava ya estaban anegando zonas bajas de la capital checa. “Dada la actual situación, he declarado el estado de peligro”, dijo el alcalde Tomas Hudecek. Las inundaciones han dejado al menos una persona muerta. (Agencias)