Que el agua puede causar una destrucción catastrófica es indiscutible. Pero, ¿cómo desarrolla este elemento, a menudo tan pacífico, este inmenso poder?
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Como si se tratara de casas de naipes y coches de juguete, arrastrados por torrentes de agua marrón. Contenedores a la deriva como cajas de cartón, sótanos que se convierten en trampas mortales en cuestión de minutos. Una y otra vez, la naturaleza nos demuestra quién tiene la sartén por el mango.
Pero, ¿cómo puede el agua desarrollar tal poder? El Dr. Michael Dietze, de la Sección de Geomorfología del Centro Helmholtz (GFZ) de Potsdam, responde a esta pregunta en entrevista con DW.
Para ello, primero es importante saber que un metro cúbico de agua pesa una tonelada. "Eso significa que el agua puede acumular una enorme presión cuando choca directamente con un obstáculo. Al ponerse en movimiento, se producen enormes fuerzas que pueden actuar sobre los coches o los contenedores y simplemente empujarlos hacia delante si no están muy bien anclados", cuenta Dietze. "Luego está el fenómeno de la erosión, que puede destruir superficies supuestamente estables: La superficie (de la Tierra) es erosionada por el agua que fluye con rapidez".
El GFZ de Potsdam investiga, entre otras cosas, cómo moviliza el agua los sedimentos, cómo se mueven las mareas y con qué fuerza se abren paso en el paisaje.
"Las fuertes lluvias aportan tal cantidad de agua a los suelos, que a menudo ya están saturados por las precipitaciones anteriores, que ya no puede filtrarse", explica Dietze.
Diferentes tipos de suelos
Hay muchas composiciones de suelo diferentes. En este caso es muy importante la retención de agua del suelo, es decir, cuán bien puede absorber y almacenar el agua. El tamaño de los poros de las partículas del suelo o los llamados coloides del suelo tienen una importancia decisiva para la absorción del agua. Los coloides están presentes cuando hay partículas con un diámetro de < 2 micrómetros (0,002 mm) en el suelo.
Los suelos arcillosos, por ejemplo, pueden absorber y drenar mucha menos agua que los suelos arenosos.
El agua fluye entonces de forma superficial: se abre paso en los arroyos y ríos. Una vez en estos canales, puede alcanzar velocidades muy altas (en los ríos ya del orden de un metro por segundo en condiciones normales).
Cuanto mayor sea la velocidad, cuanto mayor sea la pendiente y cuanto más profundo sea el río, mayor será la fuerza que el agua puede desarrollar sobre el terreno: donde fluye, arrastra con la fuerza de un peso de varios kilogramos. Esto es suficiente para barrer la arena, las piedras e incluso los escombros.
Más que solo el agua: una mezcla fatal
No es solo el agua en sí la que tiene efecto, sino también estas partículas arrastradas. Chocan contra el suelo, las carreteras y las paredes de las casas, desatando una enorme fuerza erosiva. Una vez que algunas partes están afectadas, el material subyacente puede ser arrastrado con mucha más facilidad. La socavación se produce porque las carreteras y las casas se construyen a menudo sobre un terreno no consolidado, y el material adicional puede derrumbarse fácilmente. Esta interacción entre el material transportado y el poder de arrastrar simplemente más material da al agua que fluye a gran velocidad el poder de causar un daño tan enorme en poco tiempo.
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¿Existe alguna forma de alertar sobre este tipo de eventos?
Hay dos enfoques al respecto. "Las advertencias pueden derivarse de las previsiones meteorológicas, explica Dietze. "Por ejemplo, las previsiones meteorológicas pueden introducirse en los modelos hidrológicos para hacer predicciones sobre la ocurrencia y probabilidad de las inundaciones".
Los procesos de erosión son siempre problemáticos. Es difícil predecirlos, sobre todo porque estos acontecimientos se producen muy rápidamente y su intensidad es difícil de estimar con precisión, según el cientifico alemán. Con la ayuda de imágenes de satélite y, sobre todo, de sismómetros, los investigadores llevan algunos años intentando seguir estos fenómenos de inundación casi en tiempo real y calcular su intensidad. La investigación al respecto está todavía en sus inicios, pero tiene un inmenso potencial para advertir a la población de inundaciones lo antes posible, no solo en Alemania, sino en muchas zonas amenazadas de todo el mundo.
(gg)
Tormenta sin precedentes en Alemania y Europa Central
Fuertes tormentas provocaron un caos inusitado en Alemania y varios países vecinos, cobrándose docenas de vidas. Hay cientos de personas desaparecidas. En muchas regiones saltaron las alarmas de emergencia.
Imagen: Abdulhamid Hosbas/AA/picture alliance
Muchas personas siguen aún sin energía ni gas
Como resultado de la tormenta, al menos 165.000 personas están sin energía eléctrica. Muchos de ellos tendrán que esperar "semanas o meses" antes de que los suministros de energía y gas vuelvan a funcionar. "La tubería de gas está completamente rota", dijo Marcelo Peerenboom, portavoz de Mittelrhein, un proveedor de gas del distrito de Ahrweiler en Renania-Palatinado.
Imagen: Abdulhamid Hosbas/AA/picture alliance
Continúan los trabajos de rescate y de limpieza
Los bomberos y personal de rescate inspeccionan cuidadosamente las edificaciones destruidas por las inundaciones. Es de esperar que las autoridades sigan encontrando más fallecidos entre los escombros o en los sótanos de sus casas. La esperanza de encontrar gente con vida sigue intacta, pero la situación sigue siendo muy dramática. El número de personas desaparecidas aún no está claro.
Imagen: Bernd Lauter/AFP/Getty Images
En rescate de mascotas y otros animales
En medio de la catástrofe, los animales naturalmente también se vieron afectados. Los animales que habitan en establos, zoológicos o bosques estuvieron en peligro por posible ahogamiento. Por ejemplo, en Solingen, en un refugio de animales, varios de ellos tuvieron que ser evacuados. Otras mascotas, como el perro de la foto, también fueron puestas a salvo.
Imagen: Ian Johnson/DW
La ayuda viene literalmente desde el cielo
Muchas personas que fueron víctimas de las inundaciones tuvieron que subirse a los techos de sus casas para poder estar a salvo. Sin conexión a internet, sin energía eléctrica y sin teléfono, su única esperanza son los servicios de emergencia en helicóptero. Otras regiones y países europeos han enviado más helicópteros para colaborar con los rescates.
Imagen: Marius Becker/dpa/picture alliance
Lo que el agua se llevó, y lo que dejó
A medida que los equipos de rescate y limpieza empiezan a drenar las calles, comienzan a ser visibles los restos que dejaron las grandes inundaciones. Por ejemplo, en Hagen, en la región de Renania de Norte-Westfalia, fue posible encontrar a varios peces muertos en las calles, luego de que el río Volme se desbordara e inundara las avenidas de la ciudad.
Imagen: Sascha Schuermann/Getty Images
Kyll, el río que mata
En tiempos normales, el Kyll es un pequeño afluente del Mosela. Fluye desde la región belga de Valonia hasta los estados alemanes de Renania del Norte-Westfalia y Renania-Palatinado. En el distrito de Eifel a la altura de Bitburg-Prüm, especialmente afectado por la tormenta, el Kyll se desbordó cerca de Erdorf e inundó partes del pueblo.
Imagen: Harald Tittel/dpa/picture alliance
En la región de Colonia habría 20 muertos
Colonia, la cuarta ciudad más grande de Alemania, con cerca de un millón de habitantes, también se ha visto afectada por la catástrofe de las inundaciones, como en este paso bajo nivel en el que solo el techo de un auto sigue sobresaliendo del agua. La Policía de Colonia ha reportado 20 muertos en su distrito.
Imagen: Marius Becker/picture alliance/dpa
Schuld, uno de los pueblos devastados
En el pequeño pueblo de Schuld, en el Eifel, a unos 50 kilómetros al sur de Colonia, casas enteras han sido arrastradas por las masas de agua. Las carreteras han sido devastadas. La imagen del dron muestra la extensión de la destrucción.
Imagen: Christoph Reichwein/TNN/dpa/picture alliance
Histórica inundación en las riberas del Ahr
En el valle del Ahr, las lluvias provocaron la inundación del siglo. Cuando el miércoles por la noche falló el medidor de nivel de agua, el Ahr ya estaba dos metros por encima del antiguo récord. Las calles de Esch (distrito de Ahrweiler) se han convertido en furiosos torrentes. Numerosos pueblos y ciudades de la región están completamente inundados.
Imagen: Thomas Frey/dpa/picture alliance
Bomberos muertos, y casi 100 civiles desaparecidos
La primera víctima mortal de la tormenta se registró en la región de Sauerland. Un bombero cayó al agua en Altena, después de una misión de socorro mientras volvía a entrar en el vehículo de emergencia y fue arrastrado por las aguas. La pequeña ciudad está en gran parte inundada. También ha habido desprendimientos de tierra.
Imagen: Markus Klümper/dpa/picture alliance
No es patrullaje, es ayuda: el Ejército alemán acude al rescate de civiles
En muchas regiones del oeste de Alemania se ha declarado el estado de catástrofe. Esto facilita la coordinación entre las autoridades y la cooperación con la Bundeswehr. Con un tanque de recuperación y equipo pesado de limpieza, los soldados se desplazan para reparar los daños causados por la crecida del Nahma en la ciudad de Hagen.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Evacuación de barrios completos en varias ciudades
En Leichlingen, los residentes se ayudaron a sí mismos ante la inundación causada por el deborde del Wupper. Debido a las fuertes lluvias, el nivel del río había subido tanto que hubo que evacuar partes de la ciudad. Especialmente afectada se vio la zona por debajo de la represa de Diepental, que estuvo a punto de reventar.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Daños millonarios
Un coche cubierto de escombros por la crecida del río Nahma en Hagen la noche anterior. Las fuertes lluvias convirtieron el pequeño río de la ribera del Ruhr en un torrente impetuoso.
Imagen: Roberto Pfeil/dpa/picture alliance
Barreras de madera a última hora
El miércoles, los bomberos de la zona siniestrada trataron de evitar lo peor. Un muro de madera debía proteger a Mayschoss, en el valle del Ahr, de las masas de agua. Al final, muchos esfuerzos fueron en vano: las fuerzas de la naturaleza se abrieron paso.
Imagen: Thomas Frey/dpa/picture alliance
Vías de transporte interrumpidas
Un tren parado en la estación de Kordel, en el distrito de Tréveris-Saarburg, en Renania-Palatinado. Parte de la ciudad fue inundada por las aguas del río Kyll. El tráfico local y de larga distancia está interrumpido en amplias zonas del oeste de Alemania; el suministro eléctrico también está interrumpido en varias zonas especialmente afectadas.
Imagen: Harald Tittel/dpa/picture alliance
Las fuertes lluvias también causaron muertes en Bélgica
Dos personas murieron en Bélgica por las fuertes lluvias en la provincia de Lieja. Muchos lugares de las Ardenas se vieron especialmente afectados. La ciudad de Spa está a unos 35 kilómetros de la frontera alemana. El centro quedó parcialmente inundado por las persistentes y fuertes lluvias.
Imagen: Bruno Fahy/dpa/BELGA/picture alliance
Carreteras destruidas
El trabajo de limpieza también llevará mucho tiempo en Bélgica. Las fuertes lluvias han provocado daños masivos en las infraestructuras de las zonas afectadas. Aquí, un coche fue arrastrado a través de una valla por las masas de agua en una carretera inundada.
Imagen: Valentin Bianchi/AP/dpa/picture-alliance
Miedo a la inundación del siglo en Suiza
La navegación se ha suspendido en muchos lugares. Se informa de inundaciones, desprendimientos de tierra y flujos de escombros en varias regiones. Esta vista aérea muestra el río Allaine, que se ha desbordado tras las fuertes lluvias de los últimos días.