Tras los dos ataques frustrados en Londres y el golpe incendiario sin mayores consecuencias contra el aeropuerto escocés, se encuentran bajo custodia siete hombres -dos de ellos médicos- y una mujer, relacionados al parecer con la red terrorista Al Qaeda. La familia de uno de los doctores, de origen palestino, defiende sin embargo su inocencia desde Jordania.

Los sospechosos son extranjeros y proceden de Cercano Oriente, según los medios de comunicación locales. Ese hecho desde ya provocó cierto alivio en la comunidad islámica británica, dado que los responsables de los atentados de hace 2 años provenían de ese ámbito. La policía advierte sin embargo que aún hay posiblemente miembros de la célula prófugos y que el hecho marca la transición de un "terrorismo local" a la "importación de tácticas terroristas" como las de Irak y Afganistán.

Se mantiene alerta terrorista

La búsqueda continúa, según portavoces policiales. El arresto de los dos últimos sospechosos en la localidad de Paisley, cerca de Glasgow, fue resultado de "operaciones policiales intensivas", declaró John Malcolm, vicepresidente de la policía en la región escocesa occidental de Strathclyde. Se trata de dos hombres de 25 y 28 años, a quienes se acusa de haber ayudado a los atacantes de Glasgow. "Es una investigación que avanza rápido", indicó Malcolm, quien agradeció la ayuda de la población e instó a los ciudadanos a seguir alertas.

La ministra del Interior, Jacqui Smith, agradeció a la policía durante una sesión en la Cámara de los Comunes y elogió igualmente el apoyo recibido por parte de la población. Afirmó, además, que mientras no hayan concluido las investigaciones no se podrá reducir la alerta terrorista, actualmente en su nivel máximo, señaló.

"Médicos de la muerte"

De acuerdo con informaciones de prensa, los investigadores creen que los detenidos forman parte de una célula vinculada con Al Qaeda. El cerebro del grupo sería un médico de 26 años de Jordania que recibió formación, entre otros lugares, en Birmingham y que trabajaba en Inglaterra. La policía lo identificó como Mohammed Asha. Por el contrario, sus amigos y su familia, de origen palestino, defienden su inocencia y afirman que es una persona honesta y que nunca tuvo nada que ver con círculos terroristas. Ashab fue arrestado el sábado junto con una mujer -probablemente su esposa de 27 años- en una autopista en el condado de Cheshire. Con ellos iba su hijo de dos años.

Las pesquisas continuaban en tanto en el Hospital Royal Alexandra en Paisley, cerca de Glasgow, donde trabajaba el otro médico sospechoso. Este hombre era uno de los dos ocupantes del coche con explosivos del ataque contra el aeropuerto de Glasgow. El médico procede al parecer de Irak, según una agencia de prensa que cita fuentes policiales. Al registrar sus habitaciones en la clínica, los agentes volvieron a hacer una explosión controlada hoy. Ya el domingo habían hecho explotar un objeto sospechoso dentro de un coche en el estacionamiento del centro médico. En una nota titulada "los doctores de la muerte", el periódico sensacionalista The Sun citó a un policía comentando que resulta "chocante que precisamente un médico haya querido matar y mutilar a cientos de personas".