Investigan insultos antisemitas de los "chalecos amarillos"
24 de diciembre de 2018
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La Prefectura de la Policía anunció este domingo (23.12.2018) que investiga unos presuntos insultos antisemitas proferidos este sábado contra una anciana en el metro de París por unos hombres que supuestamente venían de participar en la marcha de los "chalecos amarillos".
"La Policía Regional de Transportes será la encargada de dirigir las investigaciones después de la agresión antisemita sucedida anoche en la línea de metro 4, a la altura de Réaumur-Sébastopol", dijo la Prefectura de la Policía, en un mensaje de Twitter.
Según denunció en las redes sociales un periodista local, un grupo de tres hombres, supuestamente "chalecos amarillos", realizaron dentro del vagón un gesto de connotación antisemita popularizado por el polémico cómico francés Dieudonné: la Quenelle.
Entonces, una anciana se levantó de su asiento y les apercibió por su actitud. La mujer se identificó como una deportada al campo de concentración nazi de Auschwitz. Los tres hombres, de unos 40 años, ignoraron la petición de la mujer y la espetaron: "vieja vete de aquí". Incluso uno de ellos afirmó que los campos de concentración no existen.
Según el testimonio del reportero, este grupo de "chalecos amarillos" siguió en el vagón del metropolitano lanzando proclamas contra el presidente francés, Emmanuel Macron, y entonando uno de los cánticos preferidos de la ultraderecha francesa ("on est chez nous", "estamos en nuestra casa").
El ministro del Interior de Francia, Christophe Castaner, calificó en Twitter este episodio como "repugnante" y pidió que "esos individuos respondan por sus actos abyectos". "Con un chaleco amarillo puesto o escondido en un pseudónimo en Twitter, el antisemitismo debe ser combatido con todas nuestras fuerzas", agregó Castaner.
El Ejecutivo francés ha alertado en los últimos días que el movimiento de los "chalecos amarillos" ha degenerado en actitudes racistas, xenófobas y homófobas. Este mismo domingo, la directora del ente público de Francia Televisiones, Delphine Ernotte, denunció que dos reporteras del canal público francés France 2 fueron agredidas este sábado en el peaje de Boulou, junto a la frontera española, por un grupo de "chalecos amarillos".
Este caso se une a otros de hostigamiento hacia los periodistas desde que el pasado 17 de noviembre comenzó el movimiento contestatario de los "chalecos amarillos". (EFE)
Protestar y bloquear: desobediencia civil alemana
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata del medioambiente.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
Desalojo de manifestantes
La desobediencia civil es parte del repertorio de la cultura de protesta de la posguerra en Alemania. Muchos alemanes buscan la confrontación con las autoridades, especialmente cuando se trata de proteger al medioambiente. En la foto, la Policía desaloja a una activista del bosque de Hambach. Este será un proceso largo, y las fuerzas de seguridad no siempre son tan cuidadosas como en esta foto.
Imagen: picture alliance/dpa/C. Gateau
La importancia del medio ambiente
Numerosos ambientalistas se han refugiado en el bosque de Hambach en casas construidas en los árboles. Allí protestan desde hace seis años contra la tala de los antiguos bosques de esa región del oeste de Alemania, que está prevista con el fin de facilitar la extracción de los yacimientos de lignito que hay en la zona.
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"¿Energía nuclear? No, gracias"
La fase más dura de la desobediencia civil comenzó en los 70 del siglo pasado. Como consecuencia de mayo del 68, el descontento con ciertas leyes se tornó cada vez más común. En febrero de 1975 hubo un punto de inflexión: en Wyhl, en el sur de Alemania, activistas ocuparon los terrenos donde se iba a construir una planta de energía nuclear. Wyhl se convirtió en un modelo de protesta.
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Encadenados a los rieles
Los movimientos antinucleares ampliaron su rango de trabajo tras el éxito de Wyhl. Una de sus acciones predilectas era la protesta contra el transporte anual de residuos nucleares en Baja Sajonia, que comenzó a realizarse en 1995. Para detener el paso de los trenes con la carga en cuestión, algunos activistas se encadenaban a las vías. El proceso de liberación tomaba largo tiempo a los policías.
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Premio Nobel contra misiles
El 1 de septiembre de 1983 un Nobel se sumó a las protestas. Con su esposa y otros artistas, el escritor Heinrich Böll apoyó el bloqueo de los depósitos nucleares de EE. UU. en Mutlangen. Fue una de las tantas acciones realizadas contra la "doble decisión" de la OTAN, que modernizó sus misiles nucleares en diciembre de 1979. Esa lucha fue una de las más importantes del movimiento pacifista alemán.
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Protesta contra la ampliación del aeropuerto
También proyectos como la pista oeste del aeropuerto de Fráncfort concitan la atención de los manifestantes. El 14 de noviembre de 1981, más de 120 mil personas expresaron su rechazo al plan de ampliar la losa. Al día siguiente, los activistas montaron barricadas e intentaron derribar el muro que rodeaba la construcción. El 12 de abril de 1984, la polémica pista igual entró en operaciones.
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El nacimiento de los "ciudadanos furiosos"
Casi tan polémica como la pista aérea ha sido la construcción de la estación de trenes subterránea de Stuttgart. Para llevar a cabo el proyecto "Stuttgart 21", varias zonas de la ciudad deberán ser reconstruidas. Primero protestaron los adultos mayores junto a sectores de izquierda, en 2009. Luego se sumaron más personas. En la prensa se hizo popular el término "Wutbürgers": "ciudadanos furiosos".