Invierno con inspiración alemana en Chile
11 de junio de 2016Chocolates, vino caliente con especias, salchichas, productos de belleza, juguetes de madera, artículos para la cocina y el hogar... un sinfín de productos de origen alemán o vinculados con este país ofrece este fin de semana el Wintermarkt –Feria de Invierno- en la ciudad de Santiago.
Inspirándose en los típicos mercadillos que se realizan en ciudades y pueblos alemanes previo a la Navidad, la Cámara Chileno-Alemana de Comercio e Industria (CAMCHAL) convoca a productores y empresas con el lema “Un cuento de invierno – Ein Wintermärchen”. Pero en lugar de hacerlo en diciembre, cuando en el hemisferio sur -con más de 30 grados de temperatura- no hay el ambiente ideal para encender velas y hornear galletitas, lo hace en el invierno santiaguino.
Esta cuarta versión coincide con el aniversario de un siglo de vida de esta cámara de comercio. “Bajo el concepto de "100 años – Uniendo lo mejor de dos Mundos", el proyecto Wintermarkt da la posibilidad de encontrar lo mejor de Alemania y Chile en una feria de comercio y gastronomía típica, con venta directa al público y con un entretenido programa de actividades para disfrutar en familia”, destaca Karin Rautenberg, de CAMCHAL.
Este año se reúnen más de 70 expositores y se esperan unos doce mil visitantes en el espacio ambientado como las tradicionales ferias, en el Club Deportivo Manquehue, sede de la colonia alemana en Santiago.
Belleza y chocolates
La feria reúne a la gran mayoría de las marcas alemanas del comercio y gastronomía presentes en Chile, más algunos productores locales, algunos tradicionales y también nuevas apuestas. “Esta plataforma es vista como una oportunidad de prospección de mercado por parte de empresas alemanas, quienes participan como expositores para dar a conocer sus productos y luego buscar un socio comercial en Chile a través de CAMCHAL”, explica Karin Rautenberg.
La firma Weleda, de productos naturales de belleza, se presenta por primera vez, con la idea de acercar la marca y dar a conocer sus productos. “Creemos que existe un valor agregado en el público cuando una marca, servicio o producto específico tiene origen alemán. Automáticamente se asume por el consumidor una expertise importante tras la marca, además de la confianza y seriedad que da la fabricación alemana”, indica Paula Orozco, a cargo de la presentación de la empresa en la feria.
También por primera vez está el chocolatero Hans Andresen, experto en el trabajo artesanal del chocolate y creador de piezas únicas. Nacido en Chile, pero alemán por herencia, también tiene un vínculo personal para estar en esta feria: “Me interesó el carácter de evento personalizado y a escala humana, y como homenaje a mi abuelo alemán, que no lo conocí y murió acá en Chile, me pareció bueno como para recordarlo. El era pastelero y se vino a los 15 años de Alemania a Latinoamerica sin nada, solo a este mundo”, cuenta Andresen.
Un cuento de hadas
Muchos expositores comparten la herencia e inspiración de antiguos colonos alemanes. “Me encantan los oficios o trabajos como se hacían antes o como se trabaja en algunas partes de Europa”, destaca Andresen. Es también el estilo de fabricantes de juguetes de madera, cecinas o pasteles, al tiempo que la feria reúne también la modernidad y la tecnología, propios también de la industria alemana.
Más allá del comercio, el Wintermarkt invita a una serie de actividades inspiradas en la cultura alemana, en la que el frío no es impedimento para salir al aire libre y disfrutar en familia, como un bosque encantado con los personajes de los cuentos de hadas y una pista de patinaje en hielo.
Por las tardes, los niños recrean la Laternefest, caminando con farolitos encendidos en memoria de San Martin o disfrutan de la lectura de cuentos en alemán. Mientras en Alemania se anuncia el verano, una esquina del sur del mundo revive por un fin de semana el encanto de los mercadillos de invierno.