Irán a Trump: “No hay diálogo sin retorno a Acuerdo Nuclear”
31 de julio de 2018
Las autoridades iraníes respondieron al presidente estadounidense, Donald Trump, que cualquier opción de diálogo entre ambos países pasa por el regreso de Washington al Acuerdo Nuclear multilateral de 2015.
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"El respeto a la gran nación iraní, la reducción de las hostilidades y el regreso de Estados Unidos al Acuerdo Nuclear (JCPOA) allanaría el actual camino de obstáculos", escribió en Twitter Hamid Abutalebí, asesor del presidente iraní, Hasan Rohaní.
Trump aseguró este 30 de julio que estaría dispuesto a reunirse con su homólogo iraní "sin condiciones previas", porque, según argumentó, "no hay nada de malo en reunirse", aunque consideró que Teherán no está preparado.
El mandatario estadounidense retiró el pasado mayo a su país del acuerdo nuclear con Irán, firmado también por Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania, y decidió volver a imponer sanciones económicas a Teherán. Al respecto, Abutalebí recordó que el JCPOA se logró mediante el diálogo: "Hay que respetarlo", subrayó.
También indicó que la conversación telefónica que mantuvieron Rohaní y el anterior presidente estadounidense, Barack Obama, en septiembre de 2013 se basó en que mediante el diálogo "se pueden dar pasos para crear confianza". "Los que ven el diálogo como un método para resolver las diferencias también deben respetar sus herramientas", agregó.
Amenazas y ofertas de diálogo
En la misma línea, el portavoz de Exteriores, Bahram Qasemí, dijo ayer que "después de la retirada ilegal de EEUU del JCPOA y sus políticas hostiles y sus presiones económicamente a la nación iraní", el diálogo no se contempla en la agenda política de Irán.
Hace una semana, Trump afirmó asimismo que está dispuesto a alcanzar "un acuerdo real" con Irán, no como el Acuerdo Nuclear de 2015 firmado por la anterior administración, que volvió a calificar de "desastre". Washington ha exigido a Irán limitar su programa atómico durante una duración superior a la estipulada en el JCPOA, y poner fin a sus misiles balísticos y a su influencia regional.
Las declaraciones de Trump sobre posibles conversaciones con Rohaní contrastan con el cruce de amenazas protagonizado por Irán y EEUU en las últimas semanas.
JOV (efe, ntv)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.