Irán vuelve a desarrollar maquinaria para enriquecer uranio
5 de septiembre de 2019
"La AEAI está obligada a comenzar inmediatamente la investigación y el desarrollo sobre cualquier necesidad técnica que tenga el país", dijo el presidente iraní, Hasan Rohaní.
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Rohaní ordenó a la Agencia de Energía Atómica de Irán (AEAI) abandonar sus compromisos relativos a la investigación y el desarrollo (I+D) estipulados en el acuerdo nuclear de 2015, como el desarrollo de centrifugadoras para enriquecer uranio a un ritmo más rápido. También pidió a este organismo que expanda su I + D a "todo tipo de centrifugadoras nuevas y todo lo necesario para el enriquecimiento (de uranio)", en el marco del tercer paso que adopta Irán para reducir sus compromisos nucleares ante las sanciones estadounidenses.
"Una parte importante de las negociaciones con el G5+1 (EEUU, Rusia, China, el Reino Unido, Francia y Alemania) se centró en el I + D (...) Todos nuestros compromisos de investigación y desarrollo bajo el JCPOA (siglas en inglés del pacto nuclear) se eliminarán por completo a partir del viernes", subrayó. Rohaní reconoció que se trata de "un gran paso" pero señaló que se desarrollarán estas medidas "dentro de un marco pacífico" y bajo la supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Según el último informe del OIEA, Irán ha aumentando su grado de incumplimiento del acuerdo nuclear, pero sigue aceptando y facilitando controles de la ONU. Las autoridades iraníes empezaron el pasado julio a enriquecer uranio al 4,5 %, por encima del 3,67 % permitido en el JCPOA, y superaron en unos 60 kilos el límite de almacenamiento de este material, estipulado en 300.
Irán ha reducido sus compromisos nucleares desde mayo pasado
Esto, después de un año de la retirada del acuerdo de EEUU, que impuso además al país persa las sanciones levantadas con el pacto. Debido a estas sanciones y al fracaso del resto de firmantes en contrarrestarlas, el Gobierno de Teherán optó por dejar de cumplir algunas de sus obligaciones y ha dado una serie de ultimátums para que sus demandas sean satisfechas.
Al respecto, Rohaní insistió en que van a dar un nuevo plazo de 60 días a la Unión Europea (UE) para seguir negociando. Las autoridades persas exigen principalmente a Europa que facilite sus exportaciones petroleras, bajo sanciones de EEUU, o que le otorgue una línea de crédito.
jov (efe, wdr)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
Imagen: akairan.com
Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
Imagen: akairan.com
Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
Imagen: akairan.com
Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.