Irán califica como crimen de guerra el incidente en Natanz
13 de abril de 2021
El ministro de Exteriores, Javad Zarif, también le advirtió a EE.UU. que las sanciones económicas deben dejar de usarse como medio de negociación.
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El ministro iraní de Exteriores, Mohammad Javad Zarif, calificó de "crimen de guerra" el reciente sabotaje a la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, del que Irán ha acusado a Israel, y aseguró que "no debe quedar impune".
"Atacar deliberadamente una instalación nuclear, con alto riesgo de liberación indiscriminada de material radiactivo, es terrorismo nuclear y un crimen de guerra", denunció Zarif en un hilo de Twitter publicado en las últimas horas.
Las autoridades iraníes han responsabilizado de lo sucedido a Israel, país que también creen estuvo detrás de un sabotaje en julio pasado y de un ataque con el virus Stuxnet en 2010, ambos contra Natanz. "Israel amenazó y ahora se jacta de tomar medidas para evitar la restauración del JCPOA (siglas en inglés del acuerdo nuclear de 2015)", subrayó Zarif en sus mensajes, que resumen una carta enviada al secretario general de la ONU, António Guterres. La misiva, publicada en la página de Exteriores, abunda en los antecedentes de Israel pero apunta que "Irán se abstiene de emitir un juicio final sobre el culpable mientras se lleva a cabo una investigación exhaustiva sobre el sabotaje".
"La República Islámica de Irán se reserva el derecho que le otorga el derecho internacional a tomar todas las medidas necesarias para proteger y defender a sus ciudadanos, sus intereses y sus instalaciones contra cualquier acto terrorista", añade el texto.
En el hilo de Twitter, Zarif también advirtió a Washington que, si "quiere evitar las consecuencias de este estúpido juego, debe dejar de considerar el terrorismo económico como palanca de negociación y eliminar todas las sanciones impuestas". Al respecto, reiteró que, "después de la verificación oportuna de la eliminación de todas las sanciones estadounidenses, Irán responderá deteniendo todas las medidas correctivas", en alusión a los incumplimientos por parte de Teherán del pacto nuclear.
El incidente de Natanz se produce pocos días después de que se reunieran en Viena representantes de Irán y del resto de países signatarios del acuerdo nuclear (Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania). En estas conversaciones, que continuarán esta semana para eliminar las sanciones estadounidenses y lograr que Irán vuelva a cumplir con todos sus compromisos, participa por primera vez desde su retirada del pacto en 2018 EE.UU., aunque de forma indirecta.
mn (EFE, AFP)
¿Guerra Fría recargada?
Con la suspensión del tratado nuclear INF, una de las principales iniciativas de desarme de los años 80 ha sido archivada. Este acuerdo fue un mérito de la diplomacia y del movimiento por la paz. Aquí una revisión.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Rearme verbal y material
EE. UU. suspendió primero su participación en el tratado nuclear INF durante seis meses, y un día después, lo hicieron los rusos. Por el momento, estas decisiones ponen fin a una fase de tres décadas de entendimiento y desarme entre las principales potencias. Los militares y los políticos participaron en este pacto, igual que la sociedad civil, que se movilizó masivamente en los años ochenta.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Zinken
Arsenal del terror
El INF fue uno de varios tratados diseñados para frenar el terrorífico arsenal atómico creado por el rearme de la Guerra Fría. Aquí hay un misil Pershing II de EE.UU. equipado con una cabeza nuclear en la base estadounidense Mutlangen, en Baden-Württemberg (Alemania).
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Brindis por el entendimiento
El avance hacia el tratado INF fue logrado por el entonces presidente de EE. UU. Ronald Reagan (izquierda) y el líder soviético Mijail Gorbachov (derecha) en diciembre de 1987. Tras su firma en Washington, ambos políticos presionaron para un nuevo comienzo en las relaciones Este-Oeste.
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Línea directa
Una de las grandes preocupaciones durante la Guerra Fría fue que las dos grandes potencias podrían declararse la guerra entre sí por un simple error de comunicación. Es por eso que los ingenieros de ambos países establecieron la llamada "línea directa" en 1963: una conexión directa entre Washington y Moscú. Esta imagen muestra un télex en el Pentágono en 1963.
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Entre dos frentes
Durante la Guerra Fría, el Telón de Acero corrió por el centro de Alemania. La República Federal de Alemania (RFA) estaba vinculada a Occidente, y la República Democrática Alemana (RDA) a la esfera de influencia oriental. En el caso de una guerra nuclear, el Gobierno federal tenía su propio búnker cerca de Ahrweiler, en su sede ubicada en Bonn.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
Gobierno subterráneo
En caso de una guerra nuclear, el Gobierno de Alemania Occidental debía continuar trabajando. Por lo tanto, el búnker estaba equipado con todo lo necesario. En el subsuelo también había una sala de reuniones con colores cálidos que supuestamente aliviaban el horror del búnker.
Imagen: DW/Maksim Nelioubin
¿Guerra nuclear? No, gracias
El temor a una posible guerra nuclear también impulsó a gran parte de la población a manifestarse. A fines de la década de 1970 surgió un movimiento por la paz que durante años exigió desarme y entendimiento. Aquí hay un pin correspondiente a una de las reuniones celebradas en Bonn, en octubre de 1981.
Imagen: HDG
Demostración histórica en el Hofgarten
El 10 de octubre de 1981, alrededor de 300 mil personas se reunieron en Bonn, entonces la capital de la República Federal, para protestar contra el armamento nuclear. La última reunión en el Hofgarten de Bonn se convirtió en una de las manifestaciones más impresionantes de la historia del movimiento alemán por la paz.
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"Reunión de los valientes..."
"...no de los temerosos". Así describió el político del SPD Erhard Eppler, uno de los actores clave en el movimiento por la paz, al mitin de Bonn. Las palabras de Eppler se referían a que justamente quienes expresaban temor a la guerra eran valientes por ello.
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Bloqueo por la paz
En septiembre de 1983, los opositores a las armas nucleares bloquearon el depósito de armas de EE.UU. en Mutlangen. Entre ellos estaban el Nobel de Literatura Heinrich Böll y su esposa, Annemarie. Böll dijo que estaba allí "porque sería muy fácil defender algo tan primordial solo desde mi escritorio. También deseo solidarizarme con todas aquellas personas que tanto se sacrifican".
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Críticas desde las Fuerzas Armadas
Uno de los opositores al rearme más famosos fue el general de división Gert Bastian. Junto con la política Petra Kelly, protestó contra el despliegue de misiles nucleares de mediano alcance en Europa. En 1983, ambos fueron de los primeros políticos del partido ecologista Los Verdes en ser electos para ingresar al Parlamento alemán.
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Objetivos comunes en Occidente y Oriente
Muchas personas también tomaron las calles en la parte oriental de Alemania. "Espadas en arados" fue el lema del movimiento por la paz allí. Fue inventado en 1980 por el joven pastor Harald Bretschneider. Desde las filas de los activistas por la paz de Alemania oriental también surgió un movimiento de protesta contra el sistema político de la RDA.
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Logro I: desarme en el Este
El tratado INF llevó el desarme masivo del potencial nuclear a ambos lados del Telón de Acero. Esta foto de 1989 muestra una serie de misiles soviéticos SS-20 destruidos.
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Logro II: desarme en Occidente
Los estadounidenses también retiraron sus armas nucleares de Europa. En 1988 abrieron el depósito de Mutlangen para la prensa internacional. Luego se llevaron los cohetes Pershing II a EE.UU., donde fueron desarmados. El peligro de que Europa pudiera convertirse en el escenario de una guerra nuclear parecía haber acabado.