Irán da facilidades al OIEA para vigilar programa nuclear
12 de septiembre de 2021
Los inspectores podrán acceder a las grabaciones de ciertas cámaras de vigilancia instaladas en los emplazamientos nucleares iraníes. Teherán se comprometió a seguir negociando.
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El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo jefe, el argentino Rafael Grossi, se encuentra en Teherán, anunció este domingo (12.09.2021) haber alcanzado un acuerdo con el gobierno de Irán sobre el material de vigilancia del programa nuclear, días después de haber denunciado una falta de cooperación por parte de los iraníes.
Según un comunicado de la agencia de Naciones Unidades, Teherán permitirá a los inspectores que operen ciertas cámaras de vigilancia en emplazamientos nucleares iraníes. Los términos del acuerdo, que apela al "espíritu de cooperación y confianza mutua", fueron comunicados en un documento conjunto por parte de las autoridades iraníes y el OIEA.
"Los inspectores del OIEA pueden operar el equipo identificado y reemplazar sus medios de almacenamiento, que se mantendrán bajo los sellos conjuntos del OIEA y la AEOI (la agencia nuclear iraní)", señala el texto. Grossi se reunió en Teherán por primera vez con el nuevo jefe de la agencia nuclear iraní, Mohamad Eslami, en un viaje que se produce poco antes de una importante reunión del OIEA la próxima semana.
Compromisos mutuos
Eslami explicó en rueda de prensa que "se decidió que los expertos del organismo vengan a Irán para reemplazar las tarjetas de memoria de las cámaras de vigilancia y tomar las medidas técnicas necesarias para las cámaras". Grossi afirmó, por su parte, que "la continuidad de las operaciones de los equipos de la agencia aquí (en Irán) es indispensable para ofrecer las necesarias garantías y la información al OIEA y el mundo de que todo está en orden".
Irán limitó este año las inspecciones internacionales y decidió registrar -pero no entregar- los datos grabados en las citadas cámaras de vigilancia al OIEA hasta que no se llegara a un acuerdo para levantar las sanciones estadounidenses contra el país. Este cambio de actitud augura la posibilidad de mejorar las relaciones, y de hecho tanto el OIEA y como las autoridades iraníes indicaron que seguirán reuniéndose para "mejorar la cooperación".
Eslami adelantó que asistirá a la conferencia general del OIEA para "continuar las negociaciones" y que Grossi volverá a viajar a Teherán en un futuro próximo. Grossi expresó su alegría de que Eslami encabece la delegación iraní a la citada conferencia y confirmó que después regresará a Irán para "mantener conversaciones de alto nivel con las autoridades iraníes".
DZC (EFE, AFP)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.