Irán descarta negociaciones bilaterales con Estados Unidos
3 de septiembre de 2019
Teherán y tres países europeos –Francia, Alemania y Reino Unido– intentan salvar el acuerdo de 2015 para limitar el programa nuclear iraní.
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El presidente iraní Hasan Rohaní (foto) descartó este martes (03.09.2019) negociaciones bilaterales con Estados Unidos y advirtió que su país reducirá sus compromisos en materia nuclear a menos de que haya avances con los europeos en los próximos dos días.
"Lo hemos dicho una y otra vez, y lo repetimos: no tenemos intención de mantener conversaciones bilaterales con Estados Unidos. Nunca lo hicimos y nunca lo haremos", subrayó en un discurso televisado ante el Parlamento iraní.
Rohaní indicó que "nunca" respondieron a los llamamientos a estas negociaciones, echando por tierra de forma clara lo anunciado por el presidente francés, Emmanuel Macron, recientemente sobre un posible encuentro entre los mandatarios de Irán y EE. UU., Donald Trump.
Sanciones contra Irán
Al respecto, Rohaní matizó que, si EE. UU. levanta "todas sus sanciones" contra Irán, "es posible que forme parte de las negociaciones del 5+1", en alusión al nombre dado al grupo de potencias que firmó con Irán el acuerdo nuclear en 2015 (EE. UU., Rusia, China, Francia y el Reino Unido más Alemania). Desde mayo de 2018, cuando Trump retiró a EE. UU. del pacto, las conversaciones se han desarrollado entre Irán y los otros cinco países, el llamado 4+1.
Debido a las sanciones estadounidenses y al fracaso del resto de firmantes en contrarrestarlas, Irán ha dejado de cumplir algunos de sus compromisos nucleares, como son los límites al almacenamiento de uranio y a su nivel de enriquecimiento.
Las autoridades persas tienen la intención de dar nuevos pasos en esta línea el próximo viernes, cuando termina su segundo ultimátum, según recordó en su discurso de hoy Rohaní. "Si los signatarios restantes del acuerdo nuclear pueden cumplir con una parte de sus compromisos, podemos reconsiderar la reducción de nuestros compromisos pero, si no dan un paso sólido, definitivamente daremos el tercer paso en unos días", advirtió.
Aunque den ese tercer paso, Rohaní señaló que "las conversaciones continuarán" y que las medidas adoptadas por Irán de reducción de compromisos nucleares están diseñadas para poder ser revertidas cuando lo consideren apropiado.
FEW (AFP, EFE)
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Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
Imagen: Getty Images/Afp/Gabriel Duval
El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.