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Irán: todos los caminos llevan a la ONU

DW-WORLD18 de enero de 2006

Aumenta la presión por plantear el caso de Irán y su programa nuclear ante el Consejo de Seguridad de la ONU. En los comentarios de la prensa europea se lo considera prácticamente inevitable.

Disidentes iraníes protestan contra el programa nuclear de Teherán, en Berlín, el 12 de enero.Imagen: AP

El periódico alemán Rheinpfalz opina: "Abandonando el tan criticado unilateralismo y los ruidos de sable, Estados Unidos quería seguir intentando fraguar un consenso lo más amplio posible en el tema de Irán. Llevar el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU no significa el término de los esfuerzos diplomáticos, sino sólo su traslado a otro nivel. El gobierno de Bush presiona por acudir a la ONU, porque cualquier dilación sería aprovechada por Irán. Tras el apuro se esconde el temor a que el régimen de Teherán pudiera lograr dividir a la comunidad internacional, mientras Washington y los negociadores europeos de Alemania, Francia y Gran Bretaña se esmeran por conseguir una posición coordinada."

Puntos básicos

El Corriere della Sera, de Milán, comenta: "Se perfilan complicaciones en la reacción al caso del programa nuclear iraní. No obstante, al margen de consideraciones tácticas, se puede determinar algunos puntos. Primero: no sólo Estados Unidos y Europa, sino también Rusia y China, están convencidos de que el tema de Irán debe acabar planteándose en la ONU. Segundo: hay divergencias en cuanto al plazo y la forma en que se debería acudir al Consejo de Seguridad. Para rusos y chinos, Irán es un socio comercial cada vez más importante (petróleo e infraestructura). De ahí la cautela de Pekín y Moscú. (...) Tercer punto: cualquiera sea el acuerdo al que se llegue en cuanto a la respuesta a Irán, ésta no debe incluir la demanda de sanciones automáticas."

Rumbo a la crisis

El rotativo danés Jyllands Posten apunta: "La decisión iraní de reanudar su programa atómico es señal de que pronto existirá una nueva potencia nuclear. Las negociaciones realizadas hasta ahora han resultado inútiles. Europa lo intentó durante tres años. Pero, a todas luces, la diplomacia no es el camino adecuado. La línea belicosa seguida por Irán se basa en el supuesto de que el conflicto con Estados Unidos resulta inevitable. Por eso, la fabricación de armas atómicas se ve como la única salida. (...) Que el caso sea presentado ante el Consejo de Seguridad de la ONU, con miras a posibles represalias para detener el delirio atómico, no impresionará mayormente a los iraníes. A menos que China y Rusia pusieran todo su peso en la balanza, lo cual parece dudoso. (...) La consecuencia lógica de la situación actual es que Irán enfila hacia una nueva crisis de seguridad que el mundo no necesita en absoluto."

Otra solución

Der Standard, de Viena, plantea: "Se debería meditar acerca de si no hay otras soluciones, por poco atrayentes que parezcan a primera vista. Por la vía de las negociaciones se podría intentar ofrecer a Irán garantías de seguridad contra ataques, por lo pronto sin poner condiciones. Es decir, sin poner como requisito que renuncie a la opción nuclear. Y ¿qué pasaría si la bomba estuviera en manos de los mullahs? ¿La han utilizado acaso India y Pakistán? Por último cabe preguntar si disponemos de una moral superior y del derecho a despojar a otros de su soberanía y por qué. Quizá también a nosotros se nos ocurriría armarnos si nos sintiéramos intensamente amenazados. Como Israel. Y quizás sólo se pueda esperar una actitud pacífica si disminuye la preocupación por la propia seguridad. ¿No valdría la pena hacer el intento?"