Irán: un riesgo a mediano plazo
4 de agosto de 2005Europa mostró una dureza no acostumbrada que seguramente habrá gustado a Washington. Gran Bretaña, Francia y Alemania, amenazaron a Irán con romper las negociaciones en caso de que el nuevo gobierno iraní echara a andar, como había anunciado, su planta de Isfahan para el enriquecimiento de uranio. El jefe de la diplomacia francesa, Philippe Douste-Blazy, dijo que Europa no tendría ningún reparo en llevar el asunto ante el Consejo de Seguridad de la ONU. Irán anunció en el último minuto, que pospondría el inicio del programa.
Aislamiento indeseado
"No es en interés de Irán aislarse internacionalmente. El nuevo presidente, Mahmud Ahmadineyad, no querrá inmediatamente tras asumir el cargo, que el asunto llegue hasta el Consejo de Seguridad. También las declaraciones del líder religioso, Ali Jamenei, durante la toma de posesión de Ahmadineyad, sobre acciones precipitadas en política exterior, indican que Irán continuará las negociaciones con los europeos", dice el experto Oliver Thränert, a DW-WORLD. "En todo caso Irán seguirá intentado ejercer presión sobre Europa, pero esto no es ninguna novedad", dice.
Ahmadineyad: una interrogante
El nuevo presidente fundamentalista y ex -alcalde de Teherán es una interrogante para la comunidad internacional. "Es una página en blanco en política exterior e interior. De lo que se desprende de sus primeras declaraciones, no tiene ningún interés en normalizar las relaciones con Estados Unidos. En esto se diferencia de su rival en la campaña electoral, el ex-presidente Rafsanyani, quien habló sobre la perspectiva de reestablecer las relaciones con Washington. Esto no interesa al nuevo presidente. Por otra parte, para cumplir con sus promesas de campaña, tales como mejorar la situación económica, es imprescindible que Irán esté integrado a la comunidad internacional y no que caiga en el aislamiento", señala el experto alemán.
Europa aguarda al nuevo gobierno
Irán recriminó a los europeos no cumplir con su palabra por la dilación en presentar un prometido programa de cooperación y los acusó de utilizar tácticas para posiblemente ponerse de acuerdo con su acérrimo enemigo, Estados Unidos. "Dado que el nuevo presidente tiene que formar un nuevo gobierno, los europeos aguardan para presentar su programa a un gobierno en funciones", señala Thränert.
Esta vez parece que los estadounidenses han aprendido la lección tras el desastre de Irak, y hacen efusivas muestras de apoyo a los esfuerzos diplomáticos europeos. El subsecretario de Estado para asuntos políticos, Nicholas Burns, dijo la víspera que Washington apoya las negociaciones de la tríada europea. "Europa se ha mostrado resuelta a evitar una proliferación de armamento, ha actuado de manera conjunta utilizando la vía diplomática para resolver esta crisis pacíficamente. Los europeos han logrado frenar el desarrollo del programa iraní, mientras que la Administración Bush se ha mostrado pasiva", afirma.
Programa de misiles activo
Irán representa un riesgo a mediano plazo y si llegara a producir armas atómicas se produciría un escenario muy peligroso. "No hay que olvidar que el país tiene ya un programa de misiles muy fuerte, advierte Thränert. "Cuenta con la tecnología para fabricar proyectiles de un alcance de hasta 1,500 kilómetros. De desarrollar Irán la bomba atómica, provocaría una carrera armamentística en toda la región lo que significaría una desestabilización de todo el Medio Oriente", dice. Un panorama semejante afectaría a Europa dada la proximidad con la región y por ello tratará de evitar a toda costa.
Oliver Thränert es Director de Investigación en Política de Seguridad, de la Fundación Ciencia y Política, con sede en Berlín.