Irán vuelve a enfrentarse a duras sanciones internacionales
29 de septiembre de 2025
Irán se enfrenta una vez más a sanciones internacionales devastadoras sobre su comercio de armas, exportaciones de petróleo, banca internacional y muchos otros aspectos, en virtud del mecanismo de restablecimiento del acuerdo nuclear de 2015.
El acuerdo, celebrado entre Irán, por un lado, y Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia y China, así como la Unión Europea, por otro, proporcionaba a Teherán un alivio económico a cambio de frenar el programa nuclear iraní.
Mientras que Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo y volvió a imponer restricciones bajo el mandato de Donald Trump en 2018, los demás participantes trabajaron para salvarlo y mantener en vigor el alivio de las sanciones.
Sin embargo, en agosto de este año, el Reino Unido, Francia y Alemania activaron el mecanismo de restablecimiento de sanciones ("snapback"). Esos tres países acusan a Irán de no cumplir los términos del acuerdo al seguir produciendo demasiado uranio enriquecido, no proporcionar a los inspectores internacionales un acceso suficiente y no proseguir las "negociaciones directas e incondicionales" con Estados Unidos.
Irán se enfrenta a "un embargo total y asfixiante"
A pesar de los esfuerzos de China y Rusia por retrasar el proceso, el periodo de gracia de 30 días expiró esta semana, lo que significa que todas las sanciones que se habían levantado anteriormente sobre Irán se han restablecido automáticamente.
"No se trata solo de otra ronda de sanciones, sino del regreso de un embargo total y asfixiante al que Irán no se había enfrentado en años", explicó el analista de seguridad internacional Shahin Modarres a DW.
"Esto significa que los canales bancarios están bloqueados, las exportaciones de petróleo se ven estranguladas e incluso el comercio básico se ve envuelto en una red de restricciones. Para los ciudadanos iraníes, esto se traduce directamente en dificultades cotidianas", añadió.
Según Modarres, las medidas punitivas provocarán el colapso de la moneda iraní, lo que encarecerá dolorosamente las importaciones. Se perderán puestos de trabajo, y los que sigan trabajando verán cómo la inflación se come sus salarios.
"Los economistas tienen un término para esto: el 'índice de miseria', una combinación de desempleo e inflación, y en Irán ya es alto. El snapback garantiza que subirá mucho más".
El físico germano-iraní y experto en política nuclear Behrooz Bayat declaró a DW que la población soportará el peso de la crisis en dos frentes.
"En primer lugar, se verán directamente afectados, especialmente la clase media, que es la columna vertebral de cualquier democracia. En segundo lugar, regímenes como la República Islámica pueden negarse a ceder, y la situación podría escalar hasta convertirse en una guerra a gran escala. Aunque el régimen podría acabar colapsando, ello podría suponer la destrucción del país, un escenario en el que el pueblo iraní no ganaría nada con el resultado", añadió Bayat.
¿Qué le depara el futuro a Irán?
Ahora que Teherán se encuentra aislado una vez más, el régimen iraní parece decidido a seguir el rumbo marcado por sus partidarios de la línea dura.
Con la activación del mecanismo de restablecimiento, Irán vuelve a estar sujeto al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, una designación que enmarca a este país de más de 90 millones de habitantes como una amenaza para la paz y la seguridad internacionales.
Dentro de Irán, muchos debaten las implicaciones del artículo 41 del capítulo, que permite emplear "medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada" para "dar efecto" a las decisiones de la ONU, incluyendo el corte de las relaciones económicas y de transporte, así como de las comunicaciones y las relaciones diplomáticas.
Además, el artículo 42 del capítulo indica que el Consejo de Seguridad puede ir más allá si dichas medidas "han resultado inadecuadas" y puede tomar otras medidas, incluidas "operaciones por aire, mar o tierra de las fuerzas de los miembros de las Naciones Unidas".
"Las resoluciones y la inclusión de Irán en el capítulo VII aún no justifican la guerra", afirmó el experto germano-iraní Bayat.
"Concretamente, el artículo 41 no autoriza la acción militar. Es el artículo 42 el que permite el uso de la fuerza. Sin embargo, el mundo no siempre funciona estrictamente de acuerdo con los marcos legales", añadió.
(gg/cp)