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Irak: aumenta tensión entre chiíes y kurdos

14 de octubre de 2017

El presunto avance de las fuerzas iraquíes hacia la ciudad de Kirkuk, disputada por chiíes y peshmergas, han llevado al primer ministro del Kurdistán a clamar porque se impida una “nueva guerra” en la atribulada región.

Irak Ölfelder in Kirkuk
En la imagen, los pozos petroleros de Kirkuk, en el norte de Irak.Imagen: Getty Images/AFP/K. Sahib

Los combatientes de la milicia chiita Multitud Popular y los peshmergas se enfrentaron este viernes (13.10.2017) al sur de la disputada ciudad de Kirkuk, ubicada en el norte de Irak. El secretario general de las fuerzas de seguridad kurdas, Yabar Yaur, aseguró que "desconocidos abrieron fuego contra las sedes del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK)” en Tuz Jormato, un pueblo donde conviven hombres y mujeres árabes, turcomanos y kurdos.

Yaur se abstuvo de atribuir responsabilidades, subrayando que, aunque no se registraron víctimas mortales, el incidente es investigado exhaustivamente. Pero, Sayed Ali al Huseini, portavoz de Multitud Popular –cuyas operaciones al sur de Kirkuk y en el norte de la provincia de Saladino son apoyadas por Irán–, aseguró que el ataque empezó cuando hombres armados "de los partidos del Gobierno kurdo abrieron fuego contra la zona de Al Huseiniya”, situada cerca del cementerio de Tuz Jormato y frente a un barrio kurdo.

Testimonios contradictorios

Los chiíes alegan que un niño de 7 años murió y otras personas resultaron heridas por "el bombardeo indiscriminado” de los kurdos. Según al Huseini, "abrieron fuego y luego lanzaron misiles RBG-7”. Sus declaraciones son refutadas por otro testigo de los sucesos, Ahmed Ibrahim, un habitante de Tuz Jormato. Él sostuvo que los choques comenzaron cuando "dos turcomanos de Multitud Popular que montaban en moto lanzaron una granada contra una de las sedes de la UPK y la guardia respondió”.

En todo caso, estas hostilidades son manifestaciones de tensiones mayores entre el Gobierno central de Irak, con sede en Bagdad, y el Gobierno regional del Kurdistán iraquí, asentado en Erbil. Los kurdos acaban de rechazar el ultimátum que les dio el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, para entregar el control de la codiciada provincia de Kirkuk. Bagdad ha anunciado su intención de administrar la extracción petrolera en su capital, del mismo nombre y rica en yacimientos de "oro negro”.

Una multitud manifiesta su respaldo a la independencia del Kurdistán.Imagen: REUTERS/A. Rasheed

Controvertido referendo

Aunque administrativamente pertenece a Bagdad, parte de la provincia está ocupada por tropas kurdas desde 2014, cuando éstas expulsaron al grupo terrorista Estado Islámico (EI) de sus confines. El primer ministro del Gobierno regional de Kurdistán, Nechervan Barzani, llamó a la comunidad internacional a prevenir una "una guerra entre Erbil y Bagdad”, enfatizando que ese conflicto propiciaría el fortalecimiento de Estados Islámico en la región. Las fricciones se acentuaron el 25 de septiembre de 2017.

Fue entonces cuando la región autónoma del norte de Irak celebró el referendo en el que un 92 por ciento votó a favor de su independencia. Después del plebiscito, Bagdad impuso una prohibición de vuelos e instó a los países vecinos a cortar sus relaciones económicas con el Kurdistán. Además, Al Abadi se negó una y otra vez a dialogar con Erbil hasta que no se anularan los resultados de la consulta popular. La crisis podría agravarse si se confirman las informaciones filtradas por un alto oficial del Ejército, bajo condición de anonimato.

Al Abadi: "no se usará la fuerza”

Según el militar, tropas iraquíes habían avanzado sobre zonas controladas por las fuerzas kurdas cerca de Kirkuk. Se supone que no se produjeron enfrentamientos porque los combatientes kurdos abandonaron sus posiciones la noche anterior, agregó el infidente. El Ejército iraquí desmintió al oficial, insistiendo en que sus tropas sólo estaban llevando a cabo "operaciones de registro y de limpieza de las zonas” que fueron recuperadas de manos de Estado Islámico este mes. 

Al Abadi reiteró este viernes (13.10.2017) que no usará la fuerza contra el Kurdistán. "Nuestras Fuerzas Armadas no pueden atacar a nuestros ciudadanos y no lo harán, sean árabes o kurdos. Las noticias falsas difundidas esconden una deplorable agenda”, escribió el primer ministro iraquí en la red social Twitter. Al mismo tiempo, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Jim Mattis, declaraba que Washington hacía diligencias para reducir las tensiones entre el Gobierno federal de Irak y las autoridades kurdas con miras a garantizar que sus recursos se concentraran en la lucha contra Estado Islámico.

ERC ( EFE / dpa / AFP / AP )

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