Este viernes (25.12.2015), las fuerzas iraquíes consiguieron recuperar la mitad del barrio administrativo de la ciudad de Ramadi, en el cuarto día de ofensiva para arrebatar esa urbe al grupo yihadista Estado Islámico.
Publicidad
Este viernes (25.12.2015), las fuerzas iraquíes consiguieron recuperar la mitad del barrio administrativo de la ciudad de Ramadi, en el cuarto día de ofensiva para arrebatar esa urbe al grupo yihadista Estado Islámico. Las tropas, que cuentan también con el apoyo de la policía de Ramadi y de la aviación militar iraquí, están cerca de los edificios gubernamentales entre los que se encuentra la sede del Gobierno provincial de Al Anbar.
El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, prometió que sus fuerzas continuarían su avance hacia la ciudad de Mosul, feudo del autoproclamado Estado Islámico, tras recuperar la ciudad occidental de Ramadi del control de la milicia terrorista. “La liberación de Mosul se realizará gracias a la cooperación y unidad de todos los iraquíes tras la inminente victoria en Ramadi”, dijo Al Abadi en un comunicado difundido por la televisora estatal Al Iraqiya.
A comienzos de esta semana, las tropas iraquíes, respaldadas por ataques aéreos de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, iniciaron una ofensiva de gran envergadura para expulsar al EI de Ramadi, situada a unos 100 kilómetros al oeste de la capital, Bagdad. Ramadi cayó en manos de los radicales sunitas en mayo en lo que supuso un fuerte golpe para el gobierno de mayoría chiita en Bagdad.
La ciudad es la capital de la provincia de Al Anbar, de mayoría sunita, que se extiende desde las afueras de Bagdad hasta la frontera con Siria y Jordania. El miércoles (23.12.2015), el jefe del Estado Mayor, Othman al Ghanmy, dijo que Ramadi sería reconquistada “en unos días”. Sin embargo, otros oficiales señalaron que el avance está siendo lento porque los yihadistas sembraron de trampas las áreas urbanas.
El EI controla Mosul, la segunda ciudad de Irak, desde mediados de 2014, cuando el grupo aumentó sus conquistas en el norte y oeste del país y en Siria, y autoproclamó el califato precisamente desde Mosul. Desde que llegó al poder el año pasado, Al Abadi, un chiita, ha intentado atraer el apoyo de la comunidad sunita iraquí en la lucha para expulsar al EI del país.
ERC ( dpa / EFE )
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.