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Irak: ¿se interpone entre España y Latinoamérica?

7 de marzo de 2003

La adhesión española a la política iraquí de la Casa Blanca, estaría dañanado sus relaciones con América Latina. Los críticos advierten que Madrid descuida un eje tradicional de su política exterior.

Aznar: ¿abrazando a EE.UU. y dando la espalda a Latinoamérica?Imagen: AP

Según el socialista Manuel Marín, director de relaciones internacionales del principal partido de oposición del gobernante Partido Popular (PP) de Aznar, "el presidente ha decidido romper los ejes directores de nuestra política exterior subordinando la Unión Europea, Latinoamérica y la Cuenca Mediterránea a un único eje director que sería las relaciones con Estados Unidos".

El ejemplo mexicano

El reciente viaje de José María Aznar a México, previo a un encuentro con el Presidente George W. Bush, ejemplifica para muchos la fractura que se estaría produciendo en las relaciones políticas bilaterales. México, que junto a Chile y España es uno de los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, se ha pronunciado por el fortalecimiento del multilateralismo para resolver la crisis por la vía pacífica.

Los mexicanos creyeron que Aznar pretendía suavizar la postura de Vicente Fox frente a la crisis iraquí.Imagen: AP

Por lo tanto, en México se tuvo la impresión de que Aznar pretendía suavizar la postura del presidente Vicente Fox, ignorando no sólo a la oposición de la opinon pública española a una guerra, sino la postura hasta ahora asumida por México, sin mencionar la sensibilidad mexicana frente a seguir lo que Washington dicte en materia política.

El peso de España

Los críticos apuntan que el gobierno en Madrid debería cobrar conciencia de que España sólo es un país mediano, en lo económico y militar, y que por lo tanto tiene limitaciones objetivas a su peso en la política mundial.

De cara a las relaciones con América Latina, fortalecidas en los últimos años por las inversiones españolas en la región, Aznar estaría poniendo en peligro los lazos políticos dentro de la comunidad iberoamericana.

El gobierno de Aznar se defiende y sostiene que el mundo no ha comprendido sus intenciones. Gustavo de Arístegui, portavoz de exteriores del gobernante PP, explica que "estamos haciendo una política que sobre todo beneficia a la región (del Golfo Pérsisco), a los países árabes y a los países musulmanes no árabes".

El factor europeo

En los últimos años, España asumió el papel de "abogado" de los intereses latinoamericanos frente a la Unión Europea (UE), especialmente de cara a las negociaciones de acuerdos de libre comercio, como los suscritos con México y Chile, dentro de los cuales el diálogo político y la cooperación institucional juegan papeles destacados.

Al mismo tiempo, algunos expertos señalan que en los últimos años, con excepción de España y en menor medida de Italia y Portugal, el interés europeo por América Latina habría descendido. En cambio, la ampliación de la UE hacia el este de Europa ocuparía un rango mucho más prominente en la agenda externa de numerosos miembros de la UE.

Esto podría explicar por qué el gobierno de José María Aznar arriesga el descontento político de los gobiernos latinoamericanos. La región sigue en el tunel oscuro de la crisis e incertidumbre económica, y España parece ser uno de los pocos países dispuestos a prestarle oído a la región, aunque sólo sea para proteger los intereses de sus inversores en el continente.