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Irak: un conflicto sin salida

Eva Usi28 de junio de 2005

La violencia en Irak se va convirtiendo en una guerra civil encubierta que presiona políticamente a Bush. Pese al creciente descontento de los estadounidenses con la guerra, no puede haber un repliegue de tropas.

Atentados suicidas: el pan de todos los días.Imagen: AP

Hace exactamente un año que las fuerzas de la coalición traspasaron el poder a una administración civil en Irak. En este lapso han tenido lugar las primeras elecciones democráticas, sin embargo pese a los primeros avances en el proceso de democratización, la constante violencia que se ha extendido como un cáncer a todo el país podría transformarse rápidamente en una guerra civil. Los ataques se suceden sin interrupción contra las fuerzas de ocupación pero también contra fuerzas de seguridad iraquíes y la población civil, dejando un saldo de miles de muertos e incontables heridos. El país vive uno de los momentos más sangrientos de su historia.

Algunas regiones de Irak se encuentran ya sumergidas en una guerra civil encubierta que estallaría en cuanto se retiren las tropas estadounidenses. Apenas si han atraído la atención internacional los ataques sunitas perpetrados contra civiles chiítas en el cinturón sunita alrededor de Bagdad. Dichos ataques tienen el claro objetivo de limpiar étnica y religiosamente la zona y de paso consolidar el dominio militar sunita.

Peregrinos chiítas en Bagdad.Imagen: AP

Balance devastador

No hay todavía una Constitución y tampoco se ha decidido si adoptar un sistema federal o uno centralizado, si forjar un Estado laico o uno religioso. El fortalecimiento de las instituciones se ve frenado por la inseguridad imperante y cuestiones como la discusión de los derechos de la mujer y el papel de los sindicatos, son puntos que ante esta situación, parecen superfluos.

El primer ministro de Irak, Ibrahim al Jaafari, cifró en dos años el lapso necesario para establecer la seguridad en su país, una tarea que según dijo, realizaría el gobierno iraquí con sus propios recursos. Las declaraciones de al Jaafari son una maniobra política para infundir confianza, un favor a Washington. El secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfeld, pintó un panorama más pesimista al admitir que la lucha armada podría durar unos 12 años. Rumsfeld dijo que no sería tarea de las tropas de la coalición apagar la resistencia sino que éstas podrían, a lo sumo, crear las condiciones para que las fuerzas de seguridad iraquíes lo hagan.

Voluntarios árabes llegan a Irak como combatientes.Imagen: AP

Reclutamiento de terroristas

La CIA misma reconoce que Irak se ha convertido en lugar ideal para la reclutamiento y entrenamiento de terroristas. Según un informe de inteligencia la mayoría de ellos proviene de Arabia Saudita, el aliado más estrecho de EEUU en la región. En Londres, los servicios secretos británicos detuvieron a un argelino con pasaporte francés que condujo a la captura de una red para el reclutamiento de terroristas suicidas a través de internet. Según Scotland Yard, muchos de los voluntarios provienen de Europa, como lo confirman detenciones en meses pasados en Francia, España y Alemania.

Gasoducto en flamas en Irak.Imagen: AP

Población civil

El representante de la Cámara alemana de Industria y Comercio en Bagdad, Halim Alhijjaj, trabaja en la capital iraquí como contacto para las empresas alemanas. En entrevista con DW-WORLD, el empresario iraquí dijo que hace un año había más optimismo entre la población civil. "Ahora hay una actitud de indiferencia, de apatía. La gente no puede acercarse a los convois de las tropas aliadas, hay que mantener una distancia de cien metros o arriesgarse a morir".

La capital vive como en estado de excepción, con permanente escasez de agua e interrupciones constantes de luz. "Los suministros de víveres han sido racionados y desde hace unos tres, cuatro meses, ya no son distribuidos entre la población, lo que para los más pobres es tremendo", dice.

Un manequí mira a través de las rejas de una tienda en Bagdad.Imagen: AP

Sin paz no hay empresarios

El empresario iraquí se muestra sumamente cauteloso al hablar de las empresas alemanas en la región y afirma que serán necesarios muchos años para que en Irak vuelva a haber paz y estabilidad. Pese a que Alemania tenía una relación privilegiada con Irak en el pasado, diez años de embargo borraron muchos contactos. Muchos iraquíes no se resignarán a la constante presencia de tropas de ocupación. Sin embargo, Alhijjaj, señala que será necesario que se queden durante mucho tiempo. "Sólo con el tiempo podremos construir una economía fuerte y soberana", dice.

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