Según el diario holandés "de Volkskrant", el Irak del futuro estará entre "el federalismo y la centralización". Y considera más adelante que "la seguridad es una condición para que en Irak se pueda desarrollar una democracia. Las bases para ello deben ser puestas por una nueva constitución y las elecciones resultantes. La presión ejercida por Estados Unidos es problemática por el deseo de favorecer a líderes moderados que comulguen con Washington. Hay que lograr un equilibrio entre federación y centralismo. Cada gran mayoría reclama un Estado propio: los kurdos, asirios y turkmenos. En una federación también se puede vivir. Los sunitas, por su parte, quisieran un Irak centralista. Si a este panorama se le suman los intereses de Estados Unidos, el futuro político y social de Irak sigue aún siendo indescifrable."

Aprender a reconocer errores

Sobre el destino de Irak, el rotativo suizo Tages-Anzeiger, de Ginebra, reconoce que "por lo menos, la Casa Blanca ha entendido que la reconstrucción de Irak no progresará si sólo se hace bajo el mandato del Pentágono. La presión sobre George W. Bush crece, tanto entre la población como en el Congreso. Bush ordenó la formación de un Grupo de Estabilización de Irak que estará bajo el control de la asesora de seguridad Rice y no del ministro de Defensa Rumsfeld. Un hecho que ha enfurecido al ministro. Para que el Grupo de Estabilización de Irak tenga éxito tendrá que aprender algo que las cabezas del Pentágono hasta ahora no han podido: reconocer errores. En bien de la reconstrucción de ese agobiado país, Estados Unidos tendrá además que reconocerle a Naciones Unidas su respectivo y valioso papel", advierte el diario suizo.

La lección de Rumsfeld: intervenir e intervenir

Por otro lado, el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort del Meno, considera que en la Conferencia de la OTAN en Colorado Springs "el Ministro estadounidense de Defensa le dio cátedra a sus socios aliados sobre cómo funciona la nueva política de seguridad. La pequeña maniobra demostrativa que Rumsfeld había preparado para sus invitados tenía como objeto demostrarles que Washington ha enterrado definitivamente los conceptos militaristas de la Guerra Fría. Intervención y no defensa del territorio nacional es la nueva estrategia de la vieja alianza. Intervención en lejanas tierras del planeta en la lucha contra el terrorismo y el uso - por terceros - de armas de exterminio masivo. Y los europeos asintieron muy disciplinados la nueva tarea impartida".

Soñar no cuesta nada

Pero la unidad demostrada por los europeos ante Rumsfeld se diluye cuando se trata de lograr una representación única en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. En ese contexto, Der Tagesspiegel, de Berlín, cita a Javier Solana, Alto Comisionado de la UE para Seguridad y Política Exterior, quien considera que, "por ahora, una silla de la Unión Europea en el Consejo de Seguridad es pura teoría. Desde luego que la idea de estar representados con voz y voto en el Consejo de Seguridad es interesante, pero aún ilusoria. Nosotros tenemos que trabajar con las estructuras actuales. Tenemos que sincronizar y defender, lo mejor posible, nuestras posiciones europeas," concluyó Solana.