Isla de los Museos de Berlín culmina su esperado edificio
13 de diciembre de 2018
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La famosa Isla de los Museos de Berlín presentó este jueves (13.12.2018) finalmente su nuevo edificio diseñado por el arquitecto estrella David Chipperfield y que servirá como centro de visitantes.
"El guardarropa más caro del mundo", como conocen los berlineses al nuevo edificio, vio por fin la luz tras interminables obras. La James Simon Gallery, que el año próximo se hará cargo de las tareas de recepción de visitantes de los cinco edificios de la Isla de los Museos, se ha convertido en una increíble tarjeta de presentación para Berlín: clara y transparente, abierta y atractiva.
La secretaria de Estado de Cultura, Monika Grütters, elogió el edificio como una "entrada arquitectónicamente contundente". Y Michael Eissenhauer, que como director general de los museos estatales de Berlín fue el encargado de recibir las llaves, habló incluso de un "regalo del cielo".
La galería, con una superficie útil de 4.600 metros cuadrados, se levanta sobre un pedestal de piedra elevado, directamente en la orilla del canal del río Spree. Una esbelta hilera de columnatas, que recoge de forma moderna la arquitectura de la isla, domina el edificio en dirección al agua. Entre este edificio y el Neues Museum, la obra maestra de Chipperfield, una amplia escalera abierta conduce al luminoso vestíbulo.
A partir de aquí, se abren varios niveles con una zona para comprar entradas y un guardarropa, cafetería y librería, una gran sala de exposiciones con techo de luz artificial y un espectacular auditorio. Se espera que un total de dos a tres millones de visitantes al año obtengan todo lo que necesitan aquí. Asimismo, existen planes futuros para poder conectar en algún momento todos los museos bajo tierra, un sueño que se cumplirá en el mejor de los casos en la década de 2030.
"La Galería James Simon amplía el espacio público en el interior de la Isla de los Museos e invita a los visitantes a dar un paseo", declaró Alexander Schwarz, socio y director de diseño del estudio de arquitectura de Chipperfield. Para hacerlo realidad, los buceadores tuvieron que clavar 1.200 pilotos en el suelo fangoso para asegurar los cimientos del edificio.
Los costes pasaron de 71 millones de euros presupuestados al principio hasta los 134 millones de euros de un proyecto con el que se puso manos a la obra Chipperfield ya en 1994, tras ganar un concurso. (dpa)
La capital alemana vista desde sus profundidades
La asociación "Berliner Unterwelten" o "Mundos subterráneos" investiga y hace accesibles los lugares escondidos, olvidados y casi secretos de la capital alemana.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Dietmar Arnold
Descubriendo otro Berlín
Tras la Segunda Guerra Mundial, la torre antiaérea Flak, en el parque público Humboldthain, fue rellenada con más de 1,5 millones de metros cúbicos de escombros. La asociación ha hecho posible que la ruina pueda visitarse. Las excursiones guiadas a lugares reabiertos son muy populares en Berlín. Con esta asociación se puede recorrer lugares que nadie ha visto durante décadas.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Holger Happel
Operando en las profundidades
Durante la Segunda Guerra Mundial se construyeron numerosos búnkers como salas de operaciones. La mayoría ha sido derribada o remodelada. El búnker del antiguo Hospital Humboldt sigue en pie. Tras una amplia restauración y reconstrucción, dicho espacio fue declarado patrimonio nacional en 2010.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Manfred Witt
Estación fantasma en Kreuzberg
En el conocido barrio berlinés está ubicada la "Estación fantasma Oranienplatz". Se construyó para una línea de Metro que nunca llegó a existir. Hasta 1980 sirvió de subestación eléctrica. En la actualidad, se puede caminar por el túnel vacío mientras se oye el ruido de los tranvías de los túneles vecinos.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Steve Underwood
Búnkers en caso de guerra nuclear
Estaba previsto que miles de berlineses pudieran encontrar refugio en búnkers antiatómicos, en caso de guerra nuclear. Estos tenían incluso su propia central abastecedora de agua. Muchos se han convertido en garajes subterráneos, estaciones de metro o almacenes; algunos siguen estando plenamente operativos, como el de la Pankstraße.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Holger Happel
Historia muy de cerca
En el búnker para madres e hijos en la Fichtestrasse, en Kreuzberg, se construyó un detallado diorama de una calle de la posguerra en Berlín. El enorme edificio sin ventanas, pero con muchas habitaciones, fue convertido en un refugio para personas sin hogar entre 1945 y 1960.
Imagen: picture-alliance/dpa
Tras la puerta verde
En el exterior, continúa la vida cotidiana en la estación de metro de Gesundbrunnen. Casi nadie sabe que detrás de la puerta verde se esconden espacios cargados de historia. Aquí la asociación "Berliner Unterwelten" o "Mundos subterráneos" ha creado un museo.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Frieder Salm
El museo bajo tierra
Este museo muestra mucho de lo que hubo y, en muchos casos, sigue existiendo en el subsuelo de la capital alemana. Además de búnkers, también hay enormes cervecerías ubicadas en sótanos o sistemas de canalización. Muchos de los hallazgos subterráneos de la época de la Segunda Guerra Mundial fueron desenterrados y están ahora expuestos.
Imagen: Berliner Unterwelten e.V./Reiner Janick
Amurallados
Aunque las visitas guiadas y el mundo subterráneo son muy interesantes, al final, la gente se alegra de volver a subir y de poder ver Berlín a cielo abierto.