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Toromiro regresa a Isla de Pascua

Victoria Dannemann11 de noviembre de 2013

Hace 50 años se extinguió el último toromiro de Isla de Pascua. Sólo unos pocos ejemplares sobrevivieron fuera de su hábitat natural, como el del Jardín Botánico de Bonn. Un nuevo proyecto lo lleva de vuelta a la isla.

El toromiro es una especie emblemática de la flora nativa de Isla de Pascua y la cultura Rapa Nui.Imagen: Jaime Espejo

La sorpresa fue mayor cuando en 1988 se descubrió un ejemplar de Sophora toromiro en el jardín botánico de Bonn. Este arbusto originario de Isla de Pascua estaba extinto hace décadas en su hábitat natural y sobrevivieron sólo unas pocas plantas a miles de kilómetros de su hogar, gracias a algunas semillas que exploradores trajeron a Europa.

“El origen de esta planta no está completamente claro, tal vez proviene del Jardín Botánico de Gotemburgo, Suecia. La cultivamos desde hace por lo menos 40 años”, cuenta el Dr. Wolfram Lobin, del Jardín Botánico de Bonn.

El toromiro es un representante emblemático de la flora nativa de Isla de Pascua y tiene una gran importancia para la cultura Rapa Nui. Su madera fue usada históricamente para tallar figuras simbólicas, pero ni las tradiciones pudieron contra la explotación ganadera. Desde fines del siglo XIX la voracidad de las ovejas provocó un serio daño al ecosistema de esta isla chilena, famosa por sus moais o estatuas gigantes de piedra.

Imagen: Sonia Haoa

El último árbol de toromiro en estado silvestre fue visto al interior del cráter del volcán Rano Kao. “Algunas personas cuentan que entre 1960 y 1965 la gente fue sacando madera para tallar e inclusive llegaron a sacar raíces, y así terminaron penosamente con la última planta”, relata la arqueóloga de Isla de Pascua Sonia Haoa.

En 1998 se hizo un primer intento de reintroducción de esta especie, por iniciativa de la Agrupación para el Manejo del Toromiro, formado por organismos chilenos e internacionales. En la ocasión, Wolfram Lobin viajó a la isla llevando unas 160 plantas reproducidas en el Jardín Botánico de Gotemburgo y otras 20 de Bonn: “Las plantas debían estar en una estación de cuarentena por dos años, era muy húmeda y no contaba con buena ventilación, por lo que se infectaron con hongos y murieron”.

Nuevo semillero


A pesar del fracaso, Lobin cree posible reintroducir el toromiro en Isla de Pascua, especialmente si las plantas son criadas en tierra chilena, lo que evita la cuarentena. Es lo que está intentando un proyecto conjunto de la Corporación Nacional Forestal de Chile (CONAF), Forestal Mininco, la Universidad Católica y la ONG local "Mata ki te rangi" (ojos que miran al cielo).

Jaime Espejo junto a una de las plantas de toromiro del proyecto de CONAF y Forestal Mininco.Imagen: Jaime Espejo

“La existencia de pocos ejemplares, provenientes al parecer de una única planta redundaría en un estrecho perfil genético y fracasos en la mayoría de los ensayos de reintroducción realizados hasta hoy”, explica Jaime Espejo, coordinador del proyecto.

Por esto, un equipo de expertos trabaja en viveros en el continente con técnicas de horticultura, injertos, cultivo y generación de semillas, con muy buenos resultados: “De seis ejemplares provenientes del último toromiro de isla de Pascua, hoy llegamos a mil plantas”, dice orgulloso Espejo.

El cultivo en la isla no es fácil. “Probablemente antes crecían bajo un bosque de palmeras y en sus estadios iniciales de desarrollo tenían así proteccion tanto de radiación como del viento”, explica el experto. Con la actual deforestación y degradación de los suelos, hay que extremar los cuidados.

Bien lo sabe Sonia Haoa, quien tiene bajo su cuidado el primer grupo de toromiros en la isla. “No es una planta dificil de germinar, pero cuesta mantenerla porque necesita permanente atención... los suelos ya no son como antes. Actualmente tengo dos plantas madre y varios pequeños, algunos listos para florecer”.

El futuro del toromiro

Poco a poco, la comunidad va recuperando una especie emblemática de su paisaje y tradiciones. “Estoy muy feliz porque ahora estoy reproduciendo las plantas con semillas que se dan en Isla de Pascua”, indica Sonia Haoa.

En los viveros se reproducen las plantas y se trabaja en la generación de semillas.Imagen: Jaime Espejo

“La idea es que estos injertos vía polinizacion controlada o polinizacion abierta generen semillas para que las comunidades y organismos competentes puedan establecer la especie con éxito –agrega Jaime Espejo-. Nuestra propuesta es que cada casa o familia en Rapa Nui tenga un toromiro en su casa y en lo posible ir reforestando pequeños sectores de la Isla con estos ejemplares”.

El regreso del toromiro es un sueño largamente anhelado por los habitantes de Isla de Pascua. El desarrollo de este proyecto es observado también con gran interés por la comunidad científica, para el cual esta aislada cultura es un atractivo e inagotable campo de investigación.

Para tratar este y otros temas, expertos internacionales de diferentes disciplinas se reunirán en junio del 2015 en Berlín, en la próxima Conferencia Internacional sobre Isla de Pascua y el Pacífico, que organizan el Instituto Alemán de Arqueología, la Universidad Christian Albrechts de Kiel y la ciudad de Hamburgo.

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