El grupo radical Abu Sayyaf mató a un jubilado de 68 años. Otras tres personas siguen secuestradas. Canadá calificó la noticia como “asesinato a sangre fría”.
Publicidad
La Policía de Filipinas confirmó este lunes (25.04.2016) el hallazgo de la cabeza del canadiense John Ridsdel, quien había sido secuestrado junto a otros dos extranjeros y una filipina en septiembre de 2015 por el grupo islamista Abu Sayyaf. El crimen del hombre de 68 años se ejecutó luego de que venciera el plazo otorgado por los radicales separatistas filipinos para el pago del rescate que exigían por la vida del canadiense.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, calificó el hecho como un “asesinato a sangre fría” y dijo sentirse “escandalizado por la noticia” del crimen. “Canadá condena sin reservas la brutalidad de los secuestradores y esta muerte innecesaria. Ha sido un asesinato a sangre fría y la responsabilidad recae exclusivamente con el grupo terrorista que lo secuestró”, añadió Trudeau.
El primer ministro canadiense dijo, durante una visita a Kananaskis, provincia de Alberta, que Canadá trabajará con el Gobierno filipino y otras entidades “para perseguir a los responsables de este odioso acto y llevarlos ante la justicia”. Ridsdel fue capturado el 21 de septiembre de 2015 junto con otros tres turistas (otro canadiense, un noruego y una mujer filipina) en la isla Samai del archipiélago filipino, donde se encontraba de vacaciones.
Pedían 6 millones de euros
La cabeza de John Ridsdel, un ejecutivo del sector minero, fue hallada dentro de una bolsa plástica en la isla de Joló, 1.000 kilómetros al sur de Manila, cuatro horas después que venciera el ultimátum de los secuestradores. Estos dijeron el pasado 15 de abril que decapitarían a uno de los secuestrados si no se les pagaban unos 6 millones de euros por cada uno de los rehenes antes de este lunes. Los otros secuestrados son el canadiense Robert Hall, su novia Filipina Marites Flor y el noruego Kjartan Sekkingstad.
La suma había sido rebajada, ya que en un primer momento exigieron 1.000 millones de dólares por cada uno. “Es duro, muy duro”, dijo a la emisora canadiense CBC Bob Rae, exmiembro liberal del Parlamento y amigo de Ridsdel. "Estuve en el entretelón durante los últimos seis meses, intentando hallar una solución, y ha sido muy doloroso”, aseguró. Según la policía, “unos 400 miembros de Abu Sayyaf y seguidores están involucrados” en los hechos.
Abu Sayyaf, que se ha declarado seguidor del grupo terrorista Estado Islámico, fue creado en 1991 por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética y se le atribuyen algunos de los atentados más sangrientos de los últimos años en Filipinas. Su objetivo es crear una región islámica en la mayoritariamente católica Filipinas.
DZC (EFE, dpa, AFP)
El terrorismo, un cáncer global (03.2016)
En Pakistán, en Afganistán, en Siria y en París, los atentados terroristas causan dolor y angustia. Los últimos datos hablan de un aumento del 80 por ciento en las muertes causadas por estas acciones.
Imagen: Reuters
Europa, una víctima entre tantas
La prensa suele dar amplia cobertura a los atentados perpetrados en Europa. Pero distan de ser los únicos. Los países más afectados por el terrorismo están lejos del Viejo Continente (Irak, Afganistán, Nigeria, Pakistán y Siria, en ese orden según un informe del Instituto para la Economía y la Paz). Acá les mostramos algunos casos. Y nos faltan: Uganda, Mali, Camerún, China, Yemen, Egipto...
Imagen: Getty Images/AFP/E.Dunand
Irak, donde sunitas y chiitas se odian
No pasa una semana sin que las bombas exploten en ciudades de Irak, afectando principalmente a civiles. Las disputas religiosas entre sunitas y chiitas suelen estar detrás de estas acciones, realizadas por milicianos del Estado Islámico, aunque también por miembros de Al Qaeda y otros grupos. El más reciente ocurrió en el estadio de Iskandariya, el 25 de marzo de 2016, donde 41 personas murieron.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/K. Kadim
Pakistán, víctima del horror talibán
El último atentado en Lahore, donde un grupo talibán atacó un parque lleno de cristianos el domingo 27 de marzo, matando a 72 personas, es solo uno más en la larga lista de actos de terror cometidos en ese país. El más tristemente célebre de los ataques de los últimos años es el de la escuela de Peshawar, en diciembre de 2014, cuando seis hombres armados talibanes asesinaron a 145 estudiantes.
Imagen: picture alliance/dpa/R. Dar
Nigeria, a la sombra de Boko Haram
El grupo islamista Boko Haram, que busca crear un califato en el norte de Nigeria, tiene mala fama. Y justificada. Junto a Estado Islámico, son responsables del 51 por ciento de las muertes causadas en el mundo por acciones terroristas. Boko Haram actúa con brutalidad, atacando poblados, saqueando y quemando a la población civil, entre otras barbaridades. Desde 2009 ha matado a 14 mil personas.
Imagen: Getty Images/AFP/Stringer
Siria, una guerra de todos contra todos
Los rebeldes, el Ejército, el Estado Islámico, el Frente Al Nusra, facciones que no responden a grandes grupos... La situación en Siria es tan delicada en términos de seguridad como cabría esperar de un país en guerra con múltiples grupos combatiendo por sus propios intereses. El ranking del Instituto para la Economía y la Paz ubica a Siria como el quinto país del mundo más afectado por el terror.
Imagen: Getty Images/AFP/L. Beshara
Afganistán y las ofensivas talibanes
Famosas son las ofensivas de verano de los grupos talibanes, que en el invierno se refugian en las regiones montañosas de Afganistán y Pakistán. Sus ataques poco a poco han derivado de operaciones contra las fuerzas de seguridad a centrarse en la población civil. Afganistán es, tras Irak, el segundo país con mayor incidencia terrorista del mundo. En 2014 hubo 4.505 muertos por esta causa.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Kenia y Somalia, donde Al Shabaab quiere dominar
Al Shabaab desea imponer un estado islámico en Somalia. Controló Mogadiscio hasta que fue expulsado por las fuerzas somalíes, apoyadas por tropas de la Unión Africana. Si bien está en retirada, cuenta con al menos 7.000 hombres y ha perpetrado atentados también en Kenia, que apoya al Ejército somalí, y en Uganda. En septiembre de 2013 atacaron un centro comercial keniano, matando a 72 personas.