Islandia: erupción volcánica, la más larga desde los sesenta
18 de septiembre de 2021
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La erupción volcánica cerca de Reikiavik se convertirá el domingo, cuando cumpla seis meses de expulsión de gases, piedras y lava, en la más larga en Islandia desde los años sesenta.
Miles de curiosos han sido cautivados por el espectáculo deslumbrante cerca del monte Fagradalsfjall -a 40 km de Reikiavik- desde el 19 de marzo, en la sexta erupción en 20 años en Islandia. "Seis meses es una erupción razonablemente larga", comentó a AFP el vulcanólogo Thorvaldur Thordarson.
Conocida actualmente como Fagradalshraun ("hermoso valle de lava"), la erupción comenzó con un flujo desde una fisura en el suelo, y hasta ahora ha expulsado casi 143 millones de metros cúbicos de lava.
Sin embargo, ese volumen es considerado relativamente pequeño y es 11 veces menos lava que otra erupción en Islandia, ocurrida entre 2014 y 2015 en Holuhraun, en el centro-este de la isla. Aunque esa erupción duró menos de seis meses, lanzó el mayor flujo de lava en 230 años en Islandia.
Pero la última erupción es "especial en el sentido de que ha mantenido un flujo relativamente constante, así que ha sido bastante fuerte", declaró Halldor Geirsson, un geofísico del Instituto de Ciencias de la Tierra. "El comportamiento usual que conocemos de los volcanes en Islandia es que comienzan muy activos lanzando lava, y luego el flujo decrece hasta detenerse", explicó.
La erupción del Surtsey, cerca de la costa sur de Islandia, duró casi cuatro años, de noviembre de 1963 a junio de 1967.
Tras bajar de intensidad nueve días, la lava del Fagradalshraun reapareció a inicios de septiembre. Acompañada de una columna de humo causada por la liberación de gases, el líquido incandescente ahora sale ocasionalmente del cráter. También se acumula debajo del suelo, creando túneles ardientes bajo capas de lava solidificada sobre el suelo. La lava se despliega entonces como una ola que golpea el litoral, maravillando a los curiosos.
Según la Junta de Turismo de Islandia, unas 300.000 personas han hecho la caminata por las colinas rugosas que dominan los valles de Geldingadalir, Meradalir y Natthagi, donde se vierte la lava. Un total de 10 fisuras se han abierto, todas ellas en el primer mes, y han formado siete pequeños cráteres, pero solo dos de ellos siguen visibles. Los otros fueron cubiertos por la lava lanzada desde el único cráter que sigue activo.
Ese cráter mide ahora 334 metros, según el Instituto de Ciencias de la Tierra, solo unas decenas de metros menos que el pico más alto del área circundante. El volcán no da muestras de que vaya a debilitarse pronto. "Parece haber suficiente magma de alguna reserva, así que podría seguir por mucho tiempo", dijo Geirsson. (AFP)
Un espectáculo geológico de alto riesgo
El volcán Taal, en Filipinas, tuvo su último período de gran actividad entre 1965 y 1977. Ahora ha vuelto a escupir lava y el estado de alerta subió del nivel 1 al 4 en una escala de 5.
Imagen: Getty Images/E. Acayan
Señales luminosas
El Taal durmió durante 43 años... Ahora el volcán filipino, ubicado a unos 65 kilómetros al sur de la capital, Manila, ha despertado. Arroja lava, columnas de ceniza a la atmósfera, de hasta 15 kilómetros de altura, y retumba en las profundidades.
Imagen: Getty Images/E. Acayan
Las partículas se alborotan
Las finas partículas de ceniza liberadas durante la erupción se friccionan fuertemente entre sí. Esto da lugar a violentas cargas estáticas en la columna de humo, que se descargan a través de relámpagos volcánicos. La ceniza también amenaza al tráfico aéreo. Por lo tanto, el aeropuerto de Manila ha sido cerrado.
Imagen: picture alliance/dpa
No es divertido
La nube de cenizas parece acercarse peligrosamente al parque de atracciones "Sky Ranch". Ahora mismo no se recomienda un paseo en la rueda de la fortuna, incluso si se tiene una vista espectacular desde el carrusel.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/B. Marquez
Evacuación masiva
Miles de habitantes del área cercana huyen del estruendoso volcán Taal, como esta familia que salió de la zona de peligro en un triciclo motorizado. La erupción del volcán, que esta madrugada comenzó a escupir lava, ha forzado la evacuación de más de 24.500 personas en los municipios cercanos.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/A. Favila
Comunicación entre lluvia de cenizas
La mezcla de cenizas y lluvia penetra en todas las grietas. Afortunadamente, la infraestructura parece estar intacta hasta ahora. Incluso la red de telefonía móvil funciona normalmente aún. Hasta ahora no se reportan heridos.
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Cuidados respiratorios
Las partículas de ceniza pueden causar problemas de salud, como dificultad para respirar, irritación de los ojos y problemas de la piel. El Ministerio de Salud de Filipinas recomienda permanecer en el interior y cerrar puertas y ventanas. Si es necesario salir se debe usar una máscara (como el policía en la foto) debido a la presencia de una capa de ceniza y humo tóxico.
Imagen: Getty Images/E. Acayan
Un volcán que permanecía dormido
El Taal en días tranquilos: debido a que el volcán está situado en un hermoso paisaje a las afueras de Manila, es un destino popular para excursiones. La zona es un parque natural y el Taal surge de un lago, que es una enorme caldera. Este cráter se formó hace más de 100.000 años debido a cuatro erupciones. El relativamente pequeño Taal hizo erupción por última vez hace 43 años.
Imagen: Imago/Hans Blossey
Espectadores desde una distancia segura
Desde Tagaytay, una ciudad situada a pocos kilómetros del Taal, se puede ver el impresionante espectáculo. Pero se aconseja precaución: el nivel de alerta 4, en una escala de 5, implica expulsiones leves de lava y que la erupción peligrosa es inminente, por lo que se recomienda la evacuación de todas las poblaciones ubicadas dentro de un radio de 14 kilómetros del volcán.