En Islandia, una placa recordará en el futuro al Okjokull, primer glaciar de la isla que dejó de existir como tal, devorado por el calentamiento global. Científicos alertan sobre las consecuencias del cambio climático.
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Una placa conmemorativa, con leyendas en islandés y en inglés, recordará para los tiempos venideros al antiguo Okjokull (literalmente "glaciar Ok"), en el oeste de Islandia. Cymene Howe, profesora de Antropología de la Universidad Rice de Estados Unidos, que lanzó el proyecto, lhabló en julio del "primer monumento en honor a un glaciar desaparecido a raíz de los cambios climáticos en el mundo".
"Una carta para el futuro" es el título de la placa con que los investigadores esperan concienciar a la población ante el declive de los glaciares y los efectos del cambio climático. También lleva la mención "415 ppm CO2", en referencia al nivel récord de concentración de partes por millón de dióxido de carbono registrado en la atmósfera en mayo pasado.
"Recordando a un glaciar perdido, queremos poner el acento en lo que está desapareciendo -o muriendo- en el mundo entero, y llamar la atención sobre el hecho de que se trata de algo 'logrado' por los hombres, a pesar de que no deberíamos estar orgullosos de ello", explicó Howe, citada en un comunicado.
La muerte de un glaciar
Según la investigadora y su colega Dominic Boyer, Islandia pierde unas once mil millones de toneladas de hielo por año. Los científicos temen la desaparición de los cerca de 400 glaciares con los que cuenta la isla subártica en los próximos 200 años. El hielo de Okjokull, que cubría aún 16 km2 de superficie en 1890, ya no ocupaba más de 0,7 km2 en 2012, según un informe de la universidad de Islandia en 2017.
En 2014, "tomamos la decisión de que ya no se trataba de un glaciar, era solo hielo muerto que no se movía más", cuenta a AFP el geólogo Oddur Sigurdsson, que estudió al Okjokull. Entonces el glaciar fue degradado, una primicia en Islandia. Para tener el rango de glaciar la masa de hielo y de nieve "debe ser lo bastante espesa para poder desplazarse gracias a su propio peso", es decir de 40 a 50 metros de espesor para producir una presión suficiente que vuelva al hielo maleable, explica.
Cerca de la mitad de los sitios del patrimonio mundial podrían perder sus glaciares de aquí a 2100 si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan con su ritmo actual, según un estudio de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicado en abril.
ct/er (afp, cnn)
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Los últimos glaciares sudamericanos
¿Cuánto hielo han perdido en los últimos años? Un estudio de investigadores alemanes y latinoamericanos da cuenta de la gravedad del proceso, que se comprueba en un recorrido por algunos glaciares de la región.
Imagen: FAU/David Farías
Sobreviviendo al cambio climático
El hielo se derrite y el agua se acumula en la superficie del glaciar. La imagen del Perito Moreno, en Argentina, se repite en otros glaciares sudamericanos. Altas temperaturas y bajas precipitaciones, entre otros factores, han acelerado el retroceso. Un estudio de glaciólogos alemanes y latinoamericanos determinó cuánta masa han perdido en los últimos años.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Glaciares bajo la lupa
En la Patagonia argentina, las grietas llenas de agua en el glaciar Upsala, el tercero más grande de Sudamérica, dan cuenta de la situación. Para calcular el balance de masa, esto es cuánto perdió o ganó el glaciar en determinado período, los investigadores compararon imágenes generadas por satélites de radar entre 2010-2015 de todas las masas de hielo, desde Venezuela a Tierra del Fuego.
Imagen: FAU/Pedro Skvarca
Campos de Hielo, Patagonia
La mayor pérdida de masa de glaciares sudamericanos se registró en las más grandes extensiones heladas, en la Patagonia: Campo de Hielo Norte, de 4.000 kilómetros cuadrados de superficie, y Campo de Hielo Sur, de 13.000. En el período analizado, la masa se redujo alrededor de 19,3 kilómetros cúbicos de hielo por año. El monte Fitz Roy, en el límite entre Argentina y Chile, es testigo.
Imagen: FAU/Christian Sommer
Perito Moreno, Argentina
El majestuoso glaciar Perito Moreno es uno de los mayores atractivos turísticos de la Patagonia, en Campos de Hielo Sur. La pérdida media de los glaciares de esta zona así como de Campos de Hielo Norte, en el período analizado, equivale a un adelgazamiento glaciar promedio de 85 centímetros por año.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Glaciar Grey, Chile
La causa de la gran pérdida de hielo en la Patagonia no sólo se debe a factores climáticos, sino también a adaptaciones dinámicas de posición. El glaciar Grey, en Campos de Hielo Sur, alimenta el lago del mismo nombre, en el parque Torres del Paine.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Agonizantes en los Andes tropicales
Si bien los glaciares del norte de Sudamérica se encuentran seriamente amenazados y varios ya han desaparecido, el estudio mostró que en el período analizado han perdido algo menos de masa de lo que se pronosticaba. Con todo, en las cumbres de la Sierra de Mérida en Venezuela (foto), el último glaciar del país desaparecerá dentro de los próximos años.
Imagen: public domain
Cotopaxi, Ecuador
El Cotopaxi, ubicado en el volcán del mismo nombre, es uno de los glaciares tropicales que todavía sobreviven. El estudio dirigido por Matthias Braun, de la Universidad de Erlangen-Núremberg, mostró que en el período evaluado los hielos de los Andes tropicales tuvieron un adelgazamiento glaciar promedio de 40 centímetros por año, esto es menos de lo que se había pensado.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Cordillera Blanca, Perú
En Perú, la Cordillera Blanca se vio menos afectada que otras zonas, como la Cordillera Real en Bolivia. Al ser realizado con la misma metodología, el estudio de balance de masa de todos los glaciares sudamericanos permite análisis más consistentes. Para los científicos es importante conocer estos valores, no sólo la superficie del glaciar, que es algo más fácil de medir.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Tocllaraju, Perú
Similar es el análisis para el glaciar Tocllaraju, de 6000 metros de altura, en la Cordillera Blanca de los Andes, en Perú. Aunque menos de los esperado, el estudio confirma el retroceso que vienen sufriendo los glaciares tropicales en forma continua. Datos preocupantes si se considera el aporte que representan en riego y agua potable para los poblados vecinos.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Volcanes vecinos
En primer plano, el volcán chileno Parinacota, de 6300 metros de altura, y más atrás, el Sajama, de 6500, en Bolivia. Glaciólogos pronostican que los hielos ubicados a grandes alturas, si bien seguirán perdiendo masa, debieran mantenerse por lo menos durante los próximos cien años.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Coropuna, Perú
A pesar de su altura por sobre los 6300 metros, los nevados en torno al volcán Coropuna, en la región de Arequipa, siguen disminuyendo. Sobre todo en períodos secos, los glaciares son una fuente de irrigación fundamental para las comunidades vecinas. Si desaparecen, también se acaba esta reserva de agua.
Imagen: FAU/Matthias Braun
Andes centrales
Esta perspectiva aérea de los Andes centrales, zona fronteriza de Chile y Argentina, muestra un complejo panorama. El estudio mostró un adelgazamiento glaciar promedio en los Andes centrales de 10 centímetros por año. Aunque el valor no es muy alto, en comparación con otras regiones, confirma la preocupante tendencia. Entre las consecuencias está, además, el riesgo de aluviones.
Imagen: FAU/Matthias Braun
El Morado, Chile
Junto al glaciar El Morado, cercano a Santiago de Chile, la laguna proglaciar se incrementó en un cien por ciento durante el último período seco, de 2010 a 2015, debido al derretimiento del hielo. Los glaciares son sensibles indicadores del cambio climático y sus consecuencias.
Imagen: FAU/David Farías
Glaciar Mocho, Chile
Más al sur, en las masas de hielo ubicadas entre la zona central de los Andes y la Patagonia, como el glaciar Mocho, en la región de Los Ríos, se registraron menos cambios en el período medido. Algo similar ocurrió en Tierra del Fuego, donde incluso algunos hielos mostraron avances.