Israelíes y palestinos: ¿divididos para siempre?
3 de octubre de 2025
La imagen que ofrecen las encuestras es cada vez más clara: la mayoría de israelíes y palestinos perdió la confianza mutua, y con ello también la esperanza de que el conflicto pueda resolverse algún día de manera pacífica.
Esto se hizo especialmente evidente en una encuesta publicada en agosto de 2025 por la Universidad Hebrea de Jerusalén: 62 por ciento de los israelíes encuestados estuvo de acuerdo con la afirmación "no hay inocentes en Gaza". Si se consideran solo los israelíes judíos, este valor alcanzó 76 por ciento.
"Me conmociona la poca humanidad que hay. Mi mayor preocupación con respecto a Israel es la falta de empatía", dice a DW Corey Gil-Shuster, que dirige el programa de maestría en Resolución de Conflictos y Mediación en la Universidad de Tel Aviv. "La gente ni siquiera siente empatía por niños, ancianos o enfermos, como los pacientes de cáncer".
Desde 2012, Gil-Shuster aborda regularmente temas controversiales en su serie de videos web The Ask Project, pide a sus espectadores que formulen preguntas, que después dirige directamente a ambas poblaciones en encuestas callejeras. En un video preguntó a palestinos si apoyarían más acciones como el ataque terrorista contra Israel del 7 de octubre de 2023. En otro clip pregunta a israelíes si se sienten felices por el sufrimiento de las personas en Gaza.
Recientemente, una mujer en el norte de Israel encogió los hombros cuando se le inquirió sobre la empatía hacia ancianos, enfermos y niños, cuenta Gil-Shuster tristemente. "Ni siquiera pienso en lo que el mundo piensa de nosotros, ese es otro tema. Me conmueve la poca humanidad que hay en este tema", señala. Desde el 7 de octubre de 2023, hay "casi una completa deshumanización".
Khalil Shikaki también identifica un punto absolutamente bajo en la relación entre ambas partes. El politólogo dirige el Centro Palestino de Investigación en Política y Opinión (Pcpsr) en Ramala. "En los últimos dos años ha habido una deshumanización casi total. Ambas sociedades han llegado a un punto en el que no están dispuestas a reconocer la humanidad de la otra parte", explica.
Shikaki comenta a DW que este hecho también tiene un impacto significativo en los compromisos que la gente está dispuesta a asumir para lograr una solución de paz. El experto realiza regularmente encuestas de opinión en los territorios palestinos y también participa en estudios conjuntos con israelíes. Su última encuesta, de mayo de 2025, reveló un gran escepticismo entre los palestinos, entre otras cosas. En la Franja de Gaza 69 por ciento y en Cisjordania88 por ciento de los encuestados no cree que Israel se retire de Gaza, aunque Hamás entregue las armas.
Pero Shikaki también señala que la confianza mutua no tiene por qué ser una condición previa para el acercamiento, sino que este puede florecer en el transcurso de un proceso de paz. "Si esperamos a que palestinos e israelíes confíen los unos en los otros, eso nunca sucederá", lamenta.
¿Primeros pasos en un largo camino hacia el acercamiento?
Pero, ¿cómo podría llevarse a cabo un acercamiento tras décadas de conflicto? El norirlandés Gary Mason se ocupa de esta cuestión y con su organización Rethinking Conflict transmite las experiencias del conflicto en Irlanda del Norte a personas de Medio Oriente. En ambos casos hay cuestiones controversiales en materia de territorio, identidad y religión, afirma Mason en entrevista con DW.
Aparte de los extremos, tanto israelíes como palestinos desean una solución al conflicto. "Si en los próximos cuatro a seis meses se produce un alto al fuego en Medio Oriente, creo que aún podrían pasar cinco o 10 años hasta que se alcance un acuerdo de paz. En Irlanda del Norte, 27 años después del Acuerdo del Viernes Santo, todavía tenemos que seguir trabajando en nuestro proceso de paz", destaca Mason.
Según Gil-Shuster, muchas personas ya se han resignado al conflicto y adaptado a la situación. Pero es posible que una comunicación política adecuada pueda cambiar esta situación. "El primer paso es una campaña de marketing: todos estamos cansados, no queremos seguir así y por eso actuamos ahora", afirma. "Hay que dar a la gente una visión de lo que eso podría significar. Y luego hay que seguir hablando de ello, comercializándolo, como si Israel y Palestina fueran un producto".
¿Hasta qué punto sigue siendo realista una solución de dos Estados?
Para iniciar un proceso de paz creíble, es necesario que lo respalden actores externos creíbles, afirma Shikaki, concretamente Estados Unidos, como aliado más cercano de Israel, y los Estados árabes, como defensores de los palestinos.
"A partir de las encuestas conjuntas israelí-palestinas, se desprende claramente que en este caso los israelíes estarían dispuestos a cambiar de opinión y apoyar una solución de dos Estados".
Entre los palestinos, esto está cobrando un nuevo impulso, aunque al mismo tiempo dos tercios de ellos dudan de su viabilidad, según las encuestas. En septiembre, Francia, Reino Unido, Australia y otros países dieron el paso, en gran medida simbólico, de reconocer un Estado de Palestina. El plan de Trump prevé al menos un "camino creíble hacia la autodeterminación y la soberanía palestinas", tras las reformas en la administración palestina.
El gobierno israelí rechaza rotundamente un Estado palestino con plenos derechos y recientemente intensificó la construcción de asentamientos en Cisjordania ocupada. Además, el índice de paz de la Universidad de Tel Aviv, basado en encuestas, documenta una disminución del apoyo a la solución de dos Estados por parte israelí: en abril/mayo de 2025, solo 21 por ciento de los judíos israelíes se mostraban a favor de una solución de dos Estados.
¿Reacercamiento a pesar de la separación geográfica?
En cualquier caso, Cisjordania ocupada está tan fragmentada por los asentamientos israelíes que los críticos consideran que un Estado palestino es poco realista debido a la falta de un territorio contiguo.
Sin embargo, el ejemplo de Irlanda del Norte demuestra que eso no tiene por qué ser un criterio de exclusión para un acercamiento. En la capital Belfast ciertas zonas unionistas o republicanas siguen estando separadas por muros cuyas puertas se cierran cada noche. "Cuando llegue el momento, se derribarán", dice Mason. "Después de un conflicto, 27 años no es mucho tiempo, sobre todo porque aquí los recuerdos son muy intensos".
Mason lleva ocupándose de conflictos desde principios de la década de 1990. En aquella época, israelíes y palestinos negociaban en el marco del proceso de paz de Oslo "e Irlanda del Norte se consideraba el gran conflicto irresoluble", afirma. Hoy en día, son los israelíes y los palestinos quienes tienen más dudas sobre si podrán reconciliarse en un futuro próximo.
(ms/rr)