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Israel, Hamás, Gaza: Las reglas del derecho internacional

18 de octubre de 2023

Israel responde al terror de Hamás con bombas, el bloqueo de la Franja de Gaza y posiblemente una ofensiva terrestre. ¿Qué normas establece el derecho internacional y dónde empiezan los crímenes de guerra?

Un chico de espaldas con una bolsa de pan frente a los escombros de un edificio destruido.
Israel impuso un asedio total en Gaza, dejando la ciudad sin suministro de electricidad, agua, alimentos y combustible.Imagen: SAID KHATIB/AFP/Getty Images

La guerra es cruel. Porque la guerra es violencia o, más exactamente, el uso de la violencia organizada para conseguir objetivos políticos. Contener esta violencia con normas es el objetivo del derecho internacional. Pero cuando esto se encuentra con la sórdida realidad de Israel y Gaza, las cosas se complican.

Hay claridad sobre la brutal incursión en la que combatientes de Hamás entraron en Israel el 7 de octubre, matando a más de 1.300 personas y tomando a casi 200 rehenes. Stefan Talmon, experto en derecho internacional de la ciudad de Bonn (Alemania), lo considera un "asesinato en masa". Pero, considerando la lucha durante décadas entre Israel y los palestinos, también llega a la conclusiónde que "estamos ante un conflicto armado", dice, "debido a la dimensión e intensidad del ataque".

En consecuencia, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el estado de guerra y desde entonces, Israel bombardea la Franja de Gaza. El portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, habló de "cientos de toneladas de bombas" lanzadas sobre Gaza. Según cifras palestinas, al menos 3.000 personas han muerto desde entonces y cientos de miles huyen en un área de sólo 365 kilómetros cuadrados.  

Autodefensa con límites

El derecho de Israel a la propia defensa contra un ataque armado en virtud del artículo 51 de la Carta de la ONU es indiscutible. Sin embargo, este derecho de legítima defensa está limitado por el derecho internacional humanitario. Y allí, uno de los principios más importantes es el requisito de la diferenciación: las partes deben distinguir entre civiles y combatientes, entre bienes de carácter civil y objetivos militares. Pero esto sólo significa que los civiles u objetos civiles no deben ser deliberadamente el objetivo de los ataques. Ergo, el asesinato de civiles sólo está prohibido si se demuestra que es intencionado.

En la práctica, explica Talmon, esto significa que "si Hamás coloca un emplazamiento de misiles en una zona residencial civil, Israel tiene derecho a atacar ese emplazamiento de misiles, incluso a costa de lo que horriblemente se denominan daños colaterales entre la población civil. Y estos daños colaterales pueden ser también muy elevados, dependiendo del objetivo militar y de las necesidades."

La distinción entre objetivos civiles y militares que exige el derecho internacional es casi imposible en Gaza. Es una de las zonas más densamente pobladas y edificadas del planeta, y donde las instalaciones de Hamás se encuentran en edificios residenciales u oficinas.

"Si Hamás está en escuelas, mezquitas, hospitales, mantiene allí centros de mando, entonces son objetivos militares legítimos", explica Talmon. Al mismo tiempo, si Hamás establece posiciones militares en zonas civiles, esto debe considerarse un crimen de guerra.

Palestinos recogen agua en el campamento de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, el pasado 17 de octubre. Imagen: Ali Mohmoud/AP Photo/picture alliance

Prohibición del castigo colectivo

Israel ha impuesto un bloqueo total a la Franja de Gaza. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, habló de un asedio total, en el que Gaza quedaría sin suministro de electricidad, agua, alimentos y combustible.

"El derecho internacional prohíbe el llamado castigo colectivo, en este caso el castigo de toda la población palestina de la Franja de Gaza. No todos son miembros de Hamás ni todos son responsables de este ataque, pero se ven afectados por esta reacción de Israel, y de forma indiscriminada", dice Talmon.

Además, el derecho internacional prohíbe explícitamente matar de hambre a la población civil. "Si impongo un bloqueo total, en algún momento se acabarán los alimentos o incluso el agua potable y entonces hay un caso en que se mata de hambre a la población civil. Eso está prohibido por el derecho internacional", afirma Talmon.

Una fila de vehículos que trata de huir de los ataques aéreos israelíes, en la Franja de Gaza, el pasado 13 de octubre. Imagen: Ashraf Amra/Anadolu/picture alliance

Evacuación legal, expulsión ilegal

El ejército israelí ordenó el 13 de octubre a más de un millón de civiles -algo menos de la mitad de la población total- de la parte norte de Gaza, incluidas las organizaciones internacionales, que se trasladaran al sur del territorio. Hamás, por su parte, pidió a la población que se quedara, y les impidió huir, según el ejército israelí.

Como las infraestructuras de Gaza están en ruinas y hay muy pocos lugares a los que pueda ir tanta gente, Naciones Unidas estima que la evacuación es imposible.

Cumplir la orden tampoco garantiza la seguridad, porque el bombardeo continúa. Videos verificados por el Washington Post muestran a una serie de personas, entre ellas varios niños, que a todas luces murieron a causa de un ataque israelí cuando huían el viernes hacia el sur.

Sin embargo, según Talmon, la evacuación de civiles por parte de una potencia ocupante está permitida por el derecho internacional. "Por ejemplo, para garantizar la protección y la seguridad de la población y permitir operaciones militares". En opinión de Talmon, Israel no está actuando ilegalmente en este caso.

Un "derecho arcaico"

"Algo prohibido por el derecho internacional sería el intento de Israel de desalojar a la población de toda la Franja de Gaza. Pero dentro del territorio del adversario, uno puede realizar evacuaciones o reubicaciones forzosas de la población para su propia protección y seguridad", explica Talomon.

En definitiva, el derecho internacional humanitario - o derecho de guerra, como solía llamarse-, es un derecho arcaico, afirma el experto. "Fue creado por Estados para Estados, y por países que suponían que algún día entrarían en guerra. No querían ponerse grilletes ni imponerse normas que no pudieran cumplir".

(aa/ers)

 

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